Cobarde

Capitulo 1

6 años antes...
No se si era una enfermedad o una plaga que se propagaba por el aire, pero en los últimos meses he visto a chicas de mi edad que ya estaban ¡Embarazadas!
Se que la Universidad era una etapa en la que te desprendías de la virginidad que parecía cliche de película juvenil (claro, quitando los embarazos, enfermedades y condones rotos, en las películas todo era perfecto y vivían felices).
Yo era una chica a la antigua, solamente hasta el matrimonio, o hasta que un chico deliciosamente lindo y bien equipado me pida ser su novia y en un momento caliente me la arrebate duro.

Si, a veces mis pensamientos mundanos aparecían en el momento menos indicado.

La profesora Mirna nos daba un pequeño curso sobre las consecuencias del acto sexual sin ninguna protección. Eso y agregandole la emoción por como nos lo dice, me parece más de un pastor vejerrete diciendo que el sexo es el mismo diablo cuando es fuera de un matrimonio.

Mis pensamientos se vuelven a aparecer y vuelvo a imaginar al chico candente con sus caderas moviendolas en círculos incitandome a hacer algo prohibido.
Cuando alzo la cabeza para mirarlo, su cara me recuerda a alguien de la preparatoria.
Mi maestro de Biología.

El sr. Rafael Johnson.

Pero como pueden culparme por gustarme alguien que me lleva mas de 12 años, tez blanca, una altura dominante pero a la vez tierno y protector. Hizo que dejaran de molestarme solo porque el payaso del salón revelo mi diario intimo en un millón de copias.

Me imaginaba como seria hacer el amor con alguien grande y experiencia. Estaba tan perdida que no note que alguien movía mi hombro.

-Jane, Jane, te esta hablando la profesora- susurra la voz tímida de un hombre.

-¿Eh?- eso es lo único que logro decir. Miro a mi alrededor y todos me miran.

-Señorita Grayson, supongo que habrá puesto atención para que me responda una pregunta, ¿verdad?- dijo con su voz amargada y lenta en la ultima frase.

-See...- ¿Qué?

***********

-Gracias por el castigo Jane- salen todos mis compañeros molestos. Todos agradeciendo el castigo por dormir en clase y contestar de "mala gana".

Paso mis manos por mi cara y cuando las bajo, me tiran un papel en bolita en la frente.

*Gracias Jane .l. Eres como la misma mi....*

-Ya soy popular Luca- le grite al chico que me había despertado.

Luca es mi mejor amigo desde la primaria. Era el único que me hacia entrar en razón de mi grupo de amigos y además de ser el mas cuerdo de nosotros. Él es el prototipo del chico nerd, tímido y un poco agriaciado.
Según mi madre bocona, cree que le gusto. Yo lo ignoro por completo, ya que es mi mejor amigo de toda la vida y no quiero perderlo.

-Pero, ¿porqué estas feliz? ¿No se supone que tenias que estar temprano hoy en tu casa solo porque Vivían va a presentar a su novio oficial?-

-Hay no... ¿Ahora que hago?-
Si, habia veces que mi memoria era la mujer invisible. En un momento estaba ahí y en el otro, PUFF! Adiós.

-Preguntale a Loren- en ese momento la rubia susodicha apareció a mi rescate.

-Hola niño, escuche mi nombre- esta masticaba un chicle azul. Loren vestía demasiada extravagante: una camisa cortada por la cintura, unos shorts y unos zapatos como para la montaña pero versión femeninos. Aun así, era mi amiga.

-Oye, ¿es cierto que hiciste que Mirna se enojara como para mandarlos a detención?-

Asenti.

-¡¿Dime que hiciste mujer?! Yo nunca he logrado hacerlo.-

-Loren...- demando Luca.

-Esta bien, los ayudare.- Me dio un reojo de pies a cabeza -Después me lo cuentas-

***************

-Me siento como si fuera una prostituta-

-Ten mi chamarra- la tomo y me la pongo rápido.

A pesar de que hay sol, dentro del bar en el que nos encontramos, el frío se hacia presente. Había llamado a otra de mis amigas, Carmen. Mientras esperábamos y tomábamos una cerveza ligth, Paramore se escuchó en los altavoces con una canción romántica.

Cuando era niña
Veia a mi papi llorar
Y maldijo al viento
Rompió su propio corazón
Y vimos...Como trató de volver a montar
Y mi mamá juro que ella nunca se dejaría olvidar
Y ese fue el día en que prometí jamás cantar al amor
Si no existe
Pero cariño,
Tú eres la unica excepción...

La canción siguió su curso y mientras me envolvía en la melodía y voz de Hayley, mire a Luca.
Él estaba viendo algo.

A mi.

Sentí que mi rostro rápido tomo color y sonrei.
Sabia con certera que lo quería ya que siempre va a estar conmigo, pero dentro de mi sabia tambien que habrá un momento en el que tendrá que buscar a alguien con quien casarse y pasar el resto de su vida juntos.

Mire sus ojos azules. Brillaban. No se si era las luces del lugar o pensaba en algo. Baje y mire sus labios.

¿Porqué miro los labios de mi amigo? ¿Porqué ahora quiero besarlos? Un impulso dentro de mi hace que me mueva pero algo en su mirada dice que llego Carmen con ropa mas cómoda.

-Hey hola, aquí esta mi ropa... ¿Porqué le pediste a Loren su ropa?- pregunta con una mueca.

-Castigo- digo rápidamente antes de salir disparada al baño mas cercano. Escucho a Carmen preguntarle a Luca de que me pasaba.

Me siento tonta.
Pero nadie debe saber que quise besar a Luca.

*********************

-¡Ya llegue!-

Durante el retorno a mi casa, no hable con Luca. También nos acompaño Carmen ya que ellos son medios hermanos. Ambos discutían de que adaptación de libros a película seria la mejor. Yo solo escuchaba mis pensamientos.

-Estamos en la cocina cariño- grita mamá.
Mire el reloj y vi que eran apenas las 5pm. Mire mi vestimenta, eran unos jeans oscuros con algunos hilos colgando y la camisa blanca favorita de Carmen de los Rolling Stones. Me quedaba grande que parecía camisón.
Revise mi cabello ondulado y estaba solo un poco fuera de lugar pero nada de lo normal y deje mi bolso grande negro en el pasillo.

Entre a la cocina con la idea de que apenas estaba haciendo la comida cuando mire a todos. Lo mire a él.

-¿Hice algo en secundaria sin darme cuenta?- estaba muy nerviosa. Demasiado diría.

-Jajaja hay hermanita- dice la rubia de mi hermana, Vivian. -No es eso tontita, él es mi novio- dice abrazando su brazo al hombre que una vez fue mi profesor y de quien me había enamorado.

Oh Dios, matame...