LAS FOTOS.

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Foolish tuvo un nudo en el estómago todo el día, esa incómoda sensación de no saber cómo resultarían las cosas. Repasó en su mente una y otra vez cómo le explicaría las fotos que tomó Leonarda.

Entre las muchas opciones incluso estuvo destruir las fotos pero igualmente Vegetta se enteraría, seguramente Mariana o Slime le dirían y eso era sin duda mucho peor, ellos podían ser muy venenosos.

Cuando el alba amenazaba con salir, y la llegada de Vegetta se volvió inminente, Foolish comenzó a sentir que respiraba por las branquias y eso lo asfixiaba.

La voz chillona de su novio se oyó al abrir la puerta, saludaba a sus gatitos y les contaba un poco de su día. A cada palabra suya se imaginaba no poder volver a oírlo endulzándole el oído.

Comenzó a caminar de un lado a otro nervioso, sintiendo el peso del mundo en sus hombros, temía que si no bajaba y le decía todo inmediatamente vomitaría.

Vegetta subió hasta el piso donde estaba Leonarda dormida, Foolish estaba esperándolo sentado en uno de los sofás morados donde se habían tomado sus primeras fotos como familia.

El Sabio con solo darle un vistazo lo notó apesadumbrado y se acercó, se puso de rodillas para poder sostenerle el rostro y acunarlo entre sus manos.

—¿Qué pasa? ¿Foolish que tienes? —Su voz suave y cargada de preocupación no hizo más que provocarle más dolor en el corazón.

—Foolish malo.

—¿Por qué? Wats japening? [¿Que pasa?]—Vegetta se incorporó, se sentó en el recarga brazos para poder abrazar a Foolish y reconfortarlo contra su pecho.

Aprovechando la cercanía, el de morado le dio un par de besitos en la cabeza mientras lo acariciaba, para darle alivio

Al verlo indiferente a sus caricias el Sabio supo que era algo serio. Foolish era como un cachorro, él siempre estaba feliz de verlo, resultaba raro que ahora no.

—Look—Sacó de la mochila de Leonarda un par de fotos.

Vegetta las tomó entre sus manos y Foolish se apartó de él, aunque se arrepintió rápidamente por ello, quizá ese sería el último mimo que le daría su dulce hechicero.

El silencio fue peor que explotar entre mil creepers. Foolish podía escuchar el dolor que le causaría a Vegetta y como nunca se perdonaría lastimar a la persona que amaba y lo peor era que quedaría en deuda con él, ¿Como pagarle todo el exceso de amor que le había dado?

Un minuto, o quizá una hora, el tiempo es relativo cuando esperas.

No hubo reacción y eso solo empeoraba el estado de Foolish.

—¿El mariana? In mai jaus? Wid yu, Leonarda and jis daugter. [En mi casa, con Leonarda y su hija.]

—Yes.

El corazón se le estrujaba al igual que el estómago. Ahora que recordaba todo había ocurrido en su torre, en su hogar. Maldecía el día en que hizo a Mariana parte de su vida.

—¿Quieres que te regañe por esto? Te dije que mi casa era tu casa. Yu want me be angry for dis fotos? [¿Tu quieres que me enoje por estas fotos?]

—Yes —Foolish alzó la mirada, estaba confundido ¿Vegetta no estaba molesto?

Después de procesarlo Vegetta comenzó a reírse, y Foolish no supo qué sentir, por la mente se le pasó la idea de que su amado no comprendió lo que estaba en las fotos y eso era peor, porque tendría que explicarle, pero no podía ser así de ingenuo ¿O sí?

—Leonarda es muy traviesa con esos ángulos. Pareciera que besaste el Mariana en esta foto mira, yu and Mariana kissed in this foto [Tu y Mariana se besan en esta Foto] —Vegetta señaló la funesta imagen mientras se reía.

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