Jill Valentine y Chris Redfield se conocieron en el equipo de operaciones especiales S.T.A.R.S., donde trabajaban como agentes de élite contra el bioterrorismo. Desde el primer momento, sintieron una fuerte atracción mutua, pero nunca se atrevieron a confesar sus sentimientos por miedo a poner en riesgo su amistad y su profesionalidad. Su relación cambió para siempre cuando se enfrentaron al incidente de la mansión Spencer, donde descubrieron los horrores creados por la corporación Umbrella y su virus T. Allí tuvieron que luchar por sus vidas contra zombis, mutantes y otras criaturas aberrantes, mientras intentaban escapar del lugar y desenmascarar la traición de uno de sus compañeros, Albert Wesker. En medio del caos y el terror, Jill y Chris se dieron cuenta de que lo único que les importaba era protegerse el uno al otro. Se salvaron mutuamente de varias situaciones peligrosas y se apoyaron en los momentos más difíciles. Finalmente, lograron salir con vida de la mansión, pero no sin antes compartir un beso apasionado que selló su amor. Después del incidente, Jill y Chris decidieron seguir luchando contra Umbrella y sus experimentos biológicos. Se unieron a una organización clandestina llamada BSAA (Bioterrorism Security Assessment Alliance), que tenía como objetivo erradicar el bioterrorismo en el mundo. Juntos participaron en varias misiones peligrosas, enfrentándose a nuevos enemigos y amenazas. Su amor se hizo más fuerte con cada aventura, pero también más difícil de mantener. Debían ocultar sus sentimientos ante sus superiores y compañeros, para evitar ser separados o sancionados. Además, vivían con el temor constante de perderse el uno al otro en alguna misión suicida. Su peor pesadilla se hizo realidad cuando Jill se sacrificó para salvar a Chris de Wesker, quien había regresado como un poderoso villano con planes de dominar el mundo. Jill se lanzó junto con Wesker por una ventana, cayendo al vacío. Chris la dio por muerta y quedó destrozado por el dolor. Sin embargo, Jill no había muerto. Había sobrevivido milagrosamente a la caída, pero fue capturada por Wesker, quien la sometió a un experimento que le implantó un dispositivo en el pecho que la controlaba mentalmente. Wesker la convirtió en su esclava y su arma, usándola para combatir a Chris y a sus aliados. Chris no se dio por vencido y siguió buscando a Jill por todo el mundo. Finalmente la encontró en una base secreta de Wesker en África, donde se enfrentó a ella en un duro combate. Chris intentó hacerla reaccionar, recordándole su amor y su pasado juntos. Jill luchó contra el control de Wesker y logró liberarse del dispositivo con la ayuda de Chris. Jill y Chris se abrazaron con lágrimas en los ojos, felices de haberse reencontrado. Luego se unieron para detener los planes de Wesker, quien había creado un nuevo virus llamado Uroboros que pretendía usar para crear una nueva raza de humanos superiores. Tras una épica batalla final, Jill y Chris lograron derrotar a Wesker y escapar de la explosión de su base. Jill y Chris decidieron dejar atrás su pasado oscuro y empezar una nueva vida juntos. Se casaron en una ceremonia íntima y se mudaron a una casa tranquila en las afueras. Aunque seguían trabajando para la BSAA como consultores, redujeron sus misiones al mínimo y se dedicaron a disfrutar de su amor. Jill quedó embarazada y dio a luz a una niña preciosa que llamaron Claire, en honor a la hermana de Chris. La pequeña heredó los rasgos y el carácter de sus padres, siendo una niña valiente e inteligente. Jill y Chris se sintieron orgullosos de ella y le enseñaron a Claire a respetar la vida y a defender la justicia. También le contaron sus experiencias pasadas, sin ocultarle los peligros y las consecuencias del bioterrorismo. Claire creció admirando a sus padres y queriendo seguir sus pasos.
Cuando Claire cumplió 18 años, se alistó en la BSAA como agente novata. Jill y Chris se sintieron orgullosos de su decisión, pero también preocupados por su seguridad. Le dieron consejos y le regalaron un colgante con una foto de los tres juntos, para que siempre los llevara consigo.
Claire demostró ser una agente competente y valiente, pero también imprudente y rebelde. En su primera misión, se infiltró en una fábrica clandestina donde se producían armas biológicas. Allí se encontró con un grupo de mercenarios liderados por Jake Muller, el hijo de Wesker.
Jake era un joven arrogante y sarcástico, que poseía una sangre especial que lo hacía inmune a los virus. Había sido contratado por una organización misteriosa para robar las armas biológicas y venderlas al mejor postor. Jake y Claire se enfrentaron en un duelo de armas y de palabras, sintiendo una extraña atracción entre ellos.
Claire logró escapar de la fábrica con una muestra del virus, pero Jake la persiguió hasta alcanzarla. Ambos se vieron rodeados por una horda de zombis y tuvieron que cooperar para sobrevivir. Durante su huida, se conocieron mejor y descubrieron que tenían más cosas en común de lo que pensaban.
Jake le contó a Claire su historia, cómo había crecido sin conocer a su padre y cómo había descubierto que era el responsable de muchos males en el mundo. Claire le contó cómo sus padres habían luchado contra Wesker y cómo habían encontrado el amor en medio de la guerra. Jake se sintió intrigado por Claire y por su familia.
Claire y Jake lograron llegar a un punto de extracción donde les esperaba un helicóptero de la BSAA. Allí se encontraron con Jill y Chris, quienes habían acudido al rescate de su hija. Jill y Chris se sorprendieron al ver a Jake y reconocieron su parecido con Wesker. Jake también reconoció a Jill y Chris como los enemigos de su padre.
Se produjo un tenso enfrentamiento entre los cuatro, donde salieron a relucir viejos rencores y nuevos sentimientos. Claire defendió a Jake y le pidió a sus padres que le dieran una oportunidad. Jake desafió a Jill y Chris y les dijo que no tenía nada que ver con su padre. Jill y Chris dudaron entre confiar en Claire o en su instinto.
Finalmente, decidieron darle el beneficio de la duda a Jake y le ofrecieron unirse a la BSAA para redimirse de sus actos. Jake aceptó la oferta, pero solo si podía trabajar con Claire. Claire aceptó encantada, pero solo si sus padres les dejaban en paz. Jill y Chris aceptaron resignados, pero solo si podían vigilarlos de cerca.
Así comenzó una nueva aventura para Claire y Jake, quienes se embarcaron en una relación llena de riesgos y emociones. También comenzó una nueva etapa para Jill y Chris, quienes tuvieron que aprender a aceptar al hijo de su peor enemigo como parte de su familia.
FIN
ESTÁS LEYENDO
Amor entre amenazas biológicas: Chris Redfield X Jill Valentine
FanfictionUna historia alterna en la que Chris y Jill tienen la relación que siempre tuvieron que tener.