Alergias (Ruby x Penny)

37 2 1
                                    


-No entiendo -dijo Penny mirando al suelo mientras Ruby, quien estaba a su lado, centró su atención en su amiga-. Mi cuerpo... Mi cuerpo está bien, o eso creo. Pero aún así se siente raro.

-¿A qué te refieres? ¿Pasó algo? -preguntó Ruby algo preocupada-

-No lo sé. Es solo que... Es raro. Siento que la cara se me calienta, me tiembla la voz, mi estómago cosquillea y siento una presión en el pecho... -respondió comenzando a lagrimear- Yo... Creo que tengo una alergia y tengo miedo de no poderla superar...

-¿Una alergia? ¿A qué? -Preguntó la joven aún más preocupada que antes.

-A ti, Ruby, creo que soy alérgica a ti, cada vez que trato de hablar contigo no puedo decir bien las cosas, o cuando te veo pasar mi estómago da vueltas y parece que tengo una presión en el pecho, mi corazón se acelera y... Y... Tengo miedo, Ruby, tu eres mi mejor amiga y no quiero perderte por una simple alergia, yo... No lo soportaría -confesó Penny entre lágrimas-.

-Ay Penny, no... Tu no... No eres alérgica a mi, Penny, no tienes nada de qué preocuparte. -Dijo Ruby mientras se acercaba a Penny y la tomaba de las manos, rápidamente y en pánico ésta trató de soltarse pero no la dejó, finalmente, no tuvo más opción que verla a los ojos, cosa que le causó un evidente sonrojo. Fue entonces que Penny logró ver la expresión de amor y ternura que Ruby tenía, como consecuencia, su sonrojo solo aumentó.

-Ah no? -preguntó, atisbos de alivio resonando en su voz-. E-Entonces... ¿Qué me sucede?

-Nada malo, Penny, yo... Voy... Voy a intentar algo, ¿si? Solo... no te asustes -insegura, Penny solo asintió- Solo tienes que... -Ruby comenzó a acercarse lenta y cuidadosamente, mientras que Penny solo se limitó a tomar aire- Quedarte quieta y... -con cuidado de no asustarla, Ruby se levantó en las puntas de sus pies y cerró las distancias entre ambas acercando su rostro al de Penny, quien la miraba expectante pero nerviosa- Yo haré el resto... -Lentamente cerró sus ojos y con suavidad posó sus labios sobre los de su amiga, quien no pudo hacer más que petrificarse debido a la sorpresa de ser besada.

Lo que para Ruby fueron alrededor de 5 segundos de un pequeño beso casto y cariñoso, para fueron alrededor de 50 años de intensas emociones y sensaciones. Sus piernas temblaron, su mente se bloqueó y en menos de un parpadeo había sentido como su alma abandonaba su cuerpo solo para volver a entrar con tal fuerza que su propio cuerpo se volvió incapaz de sostenerla por más tiempo. Apenas Ruby rompió el beso Penny colapsó de manera repentina, por fortuna, Ruby logró atraparla antes de que cayera, sin embargo, no tuvo en cuenta sus acciones pues dando un paso rápido hacia el frente rodeó a Penny con una de sus manos, la cual colocó en su espalda a la altura de la cintura, mientras la otra descansaba en su nuca, dejando que sus rostros descansaran a escasos centímetros el uno del otro. En silencio, ambas chicas se miraron fijamente, tratando de analizar lo que el rostro de la otra decía, Ruby vio sorpresa mezclada con alegría y excitación, por su parte, Penny logró ver aquella mirada enternecida mezclada con la alegría más pura y sincera que jamás vió. El contacto visual fue clave, no hizo falta palabra alguna, Penny quería más y Ruby iba a dárselo sin chistar. Fue así como ambas cerraron sus ojos y acortaron las distancias hasta volver a juntar sus labios en un beso que, sin lugar a dudas, opacaría cualquier beso de de película, con Ruby sosteniendo el cuerpo de Penny lo más pegado al suyo que le fuera posible en ese momento mientras que, Penny enroscó sus brazos alrededor del cuello de Ruby sin dejar que esta se aparta en lo más mínimo de ella.

Alternativamente a la escena de amor que se estaba llevando a cabo, Emerald sintió la imperiosa necesidad de ir a molestar a la líder del equipo RWBY con otra de sus dudas respecto al plan, dicha necesidad la llevó al único cuarto de la mansión que no había revisado todavía, la cocina. Fue así que, ignorante de lo que acontecía tras las puertas de dicho lugar se aventuró dispuesta a fastidiar a su nueva líder una vez más.

Las jóvenes amantes detuvieron su beso de la forma más abrupta y bestial jamás vista al oír como la puerta se abría, fue tal la rapidez con la que ambas se voltearon en dirección a la puerta que Ruby acabó por perder el equilibrio y ambas cayeron al suelo la una sobre la otra tratando torpemente de recomponerse ante aquella persona, fuera quien fuese, que las había atrapado en mitad de la profunda demostración de amor que estaban llevando a cabo a escondidas. Por otro lado, la cara de Emerald era un poema, si podía darse el lujo de ser sincera consigo misma no mentiría al decir que esto la había tomado por sorpresa de una manera bizarra pues, respecto a Ruby, solo podía imaginarla babeando por la chica Schnee o el niño inmortal, con quien parecían tener una química especial. Sin embargo, aquí estaban, la joven líder del equipo RWBY y la recién humanizada protectora de Mantle escondidas en una cocina dándose amor sin preocuparse por el hecho de que alguien pudiese encontrarlas tal y como acababa de pasar justo en ese instante.

-Yo... Ehh... -trató de hablar la peliverde- Perdón, no vi nada -dijo finalmente de la forma más educada y respetuosa que pudo y se marchó rápidamente cerrando la puerta tras de sí sin que ninguna de las dos chicas pudiera responder debido a los nervios.

Una vez a solas, ambas chicas se desplomaron definitivamente la una junto a la otra, para que sus corazones recuperaran su ritmo habitual, durante los siguientes dos minutos no hicieron más que mirar al techo mientras respiraban de manera acelerada y no fue sino hasta que ambas se calmaron totalmente que Penny comenzó a reír fuertemente seguida de Ruby quien había intentado aguantar la risa durante los últimos segundos.

-¿Viste su cara? -Preguntó Penny entre carcajadas.

-¡La pobre no sabía donde meterse! -Respondió Ruby luego de una fuerte risotada.

Finalmente, luego de unos momentos más de risa ambas chicas se detuvieron paulatinamente y aún sin levantarse Ruby tironeó de manera suave a Penny para indicarle que se recostara en ella, cosa que Penny aceptó gustosa colocando su cabeza sobre el hombro de su compañera con cuidado de causar molestias, Ruby simplemente se limitó a rodear a la otra chica en un abrazo que la acercó aún más de lo que ya estaba.

-Entonces, Ruby, si lo mío no es una alergia o una enfermedad... ¿Qué es? -pregunto volteando a ver a la ojiplateada a los ojos en busca de una respuesta que calmara su angustia, a lo que Ruby solo sonrió y contestó.

-Lo tuyo, Penny... -comenzó ella, dándose cuenta inmediatamente de su error y decidiendo corregirlo- No... Lo nuestro, se llama Amor.

Tintero DerramadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora