Teasing him!

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El de coletas salio sin problemas de su hogar, caminando unas manzanas hasta llegar a la autopista principal, donde paro a un taxista y se subio en el coche. Este tuvo que ayudarle a poner la canasta en el auto, pero no vio lo que esta tenía dentro.

¤¿Qué trae ahí joven?

ꕥOh, un regalo para mi pareja

¤Ya veo, ¿aniversario?

ꕥ¡Sí! Ya llevamos unos cuantos y quiero darle una sorpresa...además se esta tardando en regresar a casa

Una risa salió del conductor

¤Seguro es una persona ocupada

El trayecto se convirtió en uno animado, Venti y el conductor entablaron una conversación para nada incomoda y así el tiempo paso más rápido, fue así hasta que el carro comenzó a ir más despacio

¤Oh no...Joven, el tráfico nos agarro

ꕥ¿Qué tanto es? -Dijo el de coletas, tratando de observar desde el asiento trasero los carros delante de ellos-

¤No sabría decirle...pero estará bien todo, seguro llegará y le dará la sorpresa que tanto desea darle

ꕥSería chistoso que el este regresando en estos momentos y yo yendo a su trabajo, el llegando a casa mientras que yo estoy en su trabajo ¡debo hacerle una broma como esa algún día!

¤Seguro que el estará muy confundido con todo -El conductor esbozo una sonrisa al chico por el espejo de conductor y luego continuo avanzando, poco a poco gracias al tráfico.-

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۞Venti...¡ya llegue!

En la casa no había un solo ruido, solo el de los pasos del chico, lentos y con un eco inexplicable. Reviso toda la casa, baños, cuartos y armarios, pero su pareja no estaba; solo podía observar en silencio la mesa completamente decorada. Solo una vela se hacía más notoria, puesto que no combinaba con los objetos en la mesa, puesta en un pequeño platito y la cera de esa vela toda consumida.

۞Donde estas...-Algo rendido de buscar, regreso a la habitación conpartida con Venti, puso algo en la TV y tomó su celular para mandarle un mensaje, con la esperanza que este le conteste-

Observaba el celular impaciente, no tenía idea de lo que le había pasado y al no obtener una respuesta lo dejaba ansioso. Llevo su mano al bolsillo izquierdo de su pantalón, encontrando una pequeña cajita con un brazalete dentro; este con una sorpresa incluso más grande ¿qué le paso?

El teléfono empezó a sonar, tranquilizando al azabache, imaginando que se trataba de su pareja, lastimosamente no era el caso.

★Disculpe, ¿su nombre es Xiao?

۞Sí, soy yo ¿qué ocurre?

★Uhm...mire, se que esta noticia no va a ser muy fácil de digerir -Se escuchaba una voz algo agitada, a veces se entre cortaban sus palabras al no saber dar a saber el suceso; eso ponía ansioso al azabache-

۞Señorita, por favor, explíqueme que ocurrió

★Hubo un accidente automovilístico...la carretera no transitaba muy rápido y un carro de la desesperación dio unas vueltas algo extremas y -La toz interrumpió sus palabras, tragando algo de saliva para decir lo siguiente- dio un efecto domino a los demás autos, haciendo que un camión cayera en el taxi donde se encontraba

۞Venti...

★Así es, tanto conductor como pasajero fueron aplastados...no sobrevivieron. Gracias al celular del chico pudimos contactar con usted, para informarle

Xiao que atónito, oía la voz a través de la línea sin saber como reaccionar. ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasar eso? Solo podía lamentarse, pudo dejar el trabajo al lado ese día, si el hubiese llegado temprano a casa...tal vez. No lo soporto más, cortó la llamada y se cubrió su rostro, repitiendo sin cesar aquella pregunta, ¿por qué? Pero ya nada se podía hacer.

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El chico al fin pudo llegar a la escena en donde Venti se encontraba, gracias a que fue reconocido por las fotos que se encontraban en cierta canasta pudo pasar; pero no podía ir al carro, todo esa calle era un desastre. La mujer que habló con el se acercó y entrego el regalo que Venti preparo con tanto cariño

★Lo lamento...-Las únicas palabras que dijo antes de regresar con su trabajo-

El azabache miró incrédulo aquel obsequio, hace tan solo unas horas su pareja y el acordaban para verse en su hogar, pero ahora solo el iba a regresar a una casa; ya no era un hogar, solo una casa vacía que no tendrá la presencia del de coletas  recibiendo a Xiao, solo sera el. Por la impotencia que sentía apretó la cesta hasta obtener unas pequeñas heridas en sus manos, solo se pudo sentar en la cera de la calle sin poder evitar que las lágrimas caigan y volver a hacer la pregunta:

¿Por qué?