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Tenía la sensación de que hoy sería un gran día.
Y así fue.
Estoy con el chico que durante tanto tiempo me lleva gustando. Lo adoro tanto... no puedo evitar sonreír como una idiota mientras mis mejillas se tornan de color rojo cuando él simplemente está cerca.
—Nee, Chizu-chan. Creo que deberíamos tener una cita. ¿Estás libre después de clase?—
–¿E-en serio? Me encantaría—
Tooru sonrió ante mi respuesta y acercó sus manos para sostener las mías. Y yo, obviamente me sonrojé de inmediato.
Él nuevamente sonrió ante la facilidad con la que logra alterarme.
Y así fue, y tanto que iba a ser un gran día. Mi tarde está siendo increíble. Realmente estoy pasando el mejor día de mi vida al lado del chico que me gusta. Nunca creí que aceptaría o correspondería mis sentimientos tras rechazarme tantas veces...
Pero resulta que esta vez lo hizo.
Sí, realmente lo hizo.
Mi senpai de repente dejó de caminar, no pude evitar preguntarme la razón hasta que se giró y me miró directamente a los ojos.
—Oye, Chizu-chan—
—¿Sí?—
—Estaba pensando en cómo decirte esto, pero...— Hizo una pausa. —Nee, Chizu-chan, yo...—
Se frotó la nuca y apartó la mirada con la cara enrojecida. Mi corazón latía a un ritmo literalmente anormal en ese momento:
—Verás Chizuru, me gust-
—¡Chizuru ne-san, Despierta!—
Rápidamente me alteré. —¿Oikawa-san?—
—¿Qué? ¿Con qué estabas soñando...?— mi hermano me miró confundido y con un poco de irritación en su voz. Me destapó y me levantó.
—Ahhhh Tobio...— dije desilusionada, realmente creí que estaba con Tooru.—Basta, quiero dormir—
—Ya son las 7— suspiró.
—¡Sí, y es el peor momento para despertarme! Aún estamos en vacaciones, así que ¿por qué-
—¿En serio aún no te has dado cuenta de lo que llevo puesto?— Tobio me interrumpió.
Me abofeteé las mejillas ligeramente para despertarme.
—Ehh, ¿por qué llevas el uniforme de clase?— Oh no. —Mierda, mierda, mierda, mierda— hice una pausa y suspire.
—Mierda, Tobio. ¿Por qué no me despertaste antes? Joder. ¿Dónde diablos está mi uniforme? Oh, Dios mío, no tendré tiempo para desayunar hoy. Joder...—Empecé a gritar maldiciones e insultos al darme cuenta de que en realidad hoy regresábamos a clase.
—¡Chizuru, os llevaré a ti ya Tobio hoy, así que date prisa!— gritó nuestra hermana mayor, Miwa, desde abajo.
Me llegó un olor bastante agradable desde la cocina lo que supuse que eran panqueques. Tobio rápidamente me dio una toalla y mi uniforme para que tomara una ducha rapidísima (en tan solo 4 minutos, toma ya.)
—Toma, desayuna antes de irte— me dijo Miwa y señaló el plato que había preparado en la mesa.
—Nee-chan, no tengo tiempo— dije mientras iba hacia la puerta.
—Siéntate, no llegaréis tarde, yo os llevaré a la escuela— Yo y mi hermano nos miramos rápidamente sabiendo los impulsos que puede llegar a tener nuestra hermana mayor. Puede convertirse en literalmente Flash.
Le eche mermelada al panqueque y me lo comí casi de inmediato.
Tobio cogió un peine y empezó a cepillar ligeramente mi cabello mientras yo comía y me hizo una trenza. Me mire rápidamente en un espejo. —Estoy asombrada ¿Desde cuándo sabes hacer trenzas?—
—Yo le enseñé— dijo Miwa, tomando su bolso y la llave de su coche al mismo tiempo.
Tobio y yo asistimos al Kitagawa Daiichi, hoy comenzamos nuestro segundo año.
Subimos al coche y Miwa empieza a conducir a una velocidad... bastante rápida.
Noto que ciertos chicos caminaban por esa calle. —Nee-chan...— dije. —¡Miwa nee-chan, Detente rápido!—
—¿Qué, Chizuru? Vamos a llegar a la puerta del colegio en nada—
—Bueno, um... verás, Él está allí—
Tobio miró hacia la dirección en la que estaba mirando y suspiró al ver a su compañero de equipo.
—¿Oikawa-san?— Asentí.
—Bueno, nosotros nos bajamos aquí.— Prácticamente arrastre a mi hermano fuera del coche
Lo que hicimos fue básicamente correr hacia el capitán y vicecapitán del equipo de volley.
—Buenos días, Oikawa-senpai, Hajime!—
—Chizu-chan y Tobio-chan, buenos días— dijo el moreno mientras saludaba con la mano y Hajime solo suspiraba.
—Verte acaba de arruinar mi mañana—
—Imbécil grosero. ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?— Cuestioné, tratando de seguir su ritmo de caminata.
—Bien, supongo. Quería tomarme un descanso esta última semana, pero este idiota me obligó a jugar voleibol ayer— bostezó Iwaizumi y se tapó los oídos cuando Oikawa empezó a poner mala cara.
—¡Aceptaste!— Me reí al verlo actuando como un bebé de nuevo.
Molesto pero lindo.
–Las mias estuvieron genial—dijo Oikawa
—¿Es porque tuvimos una cita el sábado, cierto?—
Este empezó a ahogarse en el aire. —¡Dijiste que necesitabas ayuda con matemáticas, así que fui. Eso fue todo!—
—Chizuru yo si fuera tú, me rendiría—dijo Hajime mientras pensaba en todas las veces que intente de tantas formas distintas que Oikawa saliera conmigo...
Sin embargo, él nunca aceptó.
—Hmmm, no. Me encanta cuando me rechaza— hice una pausa. —Así que... Oikawa-senpai ¿cuándo saldrás conmigo?—
—Nunca— respondió de inmediato él mientras Iwaizumi me miraba con incredulidad.
—Chizuru, ¿eres masoquista?—
—Debe serlo— asintió Tooru de acuerdo con su mejor amigo.
