Capítulo dos

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Daddy

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Observó como este rodeaba la cama, sus manos le temblaban y pequeñas lágrimas empezaban a descender de sus mejillas. Sintió como unas frías manos lo tomaban por los tobillos y lo jalaba hasta haberlo sacado debajo de la cama. La falda había quedado hacia arriba revelando su miembro erecto apenas cubierto por la pequeña tanguita de encaje, sus piernas estaban húmedas de su esencia y sentía como cada vez se iba lubricando más, su rostro lo sentía caliente y con sus manos cubría los posibles sonidos indecorosos que saldrían estando en esa situación.

Levantó la mirada y se encontró con la oscura mirada del alfa, esta denotaba lujuria, le recorría el cuerpo desvistiéndolo con la mirada de las pocas prendas que poseía, cruzó las piernas y un gemido opacado por sus manos sonó apenas por el roce del movimiento, el desconocido gruñó.

Como pudo se levantó lo más rápido posible de ahí, apenas inició su carrea sintió como era tomado de la cintura y aventado sobre la cama, el alfa le abrió las piernas posicionándose entre ellas, subió lentamente su mano por su pierna, le olió el cuello y ronroneo en su oído.

— ¿Qué hace un lindo omega como tú en mi habitación estando en celo?

Tembló, la voz le produjo un escalofrío, inconscientemente abrió más las piernas para que el sujeto se acomodara mejor.

— ¿Eh? No deberías entregarte tan sumisamente. — dijo mientras se restregaba contra el pecoso.

Sunoo gimió en el oído del alfa, su reacción lo asustó, pero el aroma a madera y lluvia se había intensificado en el ambiente causando que su omega interior se regocijara y se dejara hacer.

— Por favor, déjeme ir. — sollozó, mientras intentaba apartarlo con la poca fuerza que le quedaba en los brazos.

Heeseung le sujetó las manos encima de la cabeza, con la mano libre tomó el borde de la ropa interior y de un solo tirón rompió la delicada tela.

— Tranquilo, haré que lo disfrutes tanto como yo. — Sunoo sintió como su miembro era tomado por la caliente y varonil mano del alfa.

Con el pulgar rozó la cabeza ya húmeda por el líquido preseminal, fue ascendiendo y descendiendo con lentitud por toda la extensión del miembro, conforme veía que el castaño se relajaba iba aumentando la velocidad.

— Po-por favor, d-deténgase ­­— su vientre se contraía, sabía que pronto llegaría al orgasmo.

Su mente le gritaba que saliera de ahí, que se negara, pero su omega interno le decía que se dejara tomar, que aquel alfa lo marcara como suyo, con esos pensamientos se vino en la mano del contrario.

Observó como este se llevaba la mano a la boca y lamía su esencia, enviando un temblor en todo su cuerpo.

Lo miró directo a los ojos.

— Eres realmente muy dulce, cariño. — sonrío.

La poca coherencia que le quedaba se fue al carajo con lo último, tomó del cuello al alfa y unió sus labios en un desesperado beso, su omega había salido.

— Hágame suyo, de la manera más ruda que usted pueda hacerlo. — susurró sobre los labios del contrario tirando levemente de las hebras pelinegras del alfa.

Like a Sugar Baby | HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora