Capítulo 1

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Existe algo llamado ritmo. Es una serie de sonidos que se alternan en intensidad y duración, por un periodo de tiempo. En otras palabras, un patrón armónico.

Cuando hay una diferencia, se genera una disonancia. Se rompe el orden de las cosas.

Jeno y Jaemin eran la disonancia, y la realidad entera en la que vivían, era el ritmo.

— Bien, el productor ha dicho que necesita una balada — Jaemin le dio un vistazo a Jeno, conocedor pero tímido, mientras tomaba asiento junto a él. Jeno, solemne, comprendió lo que había pasado por la mente del otro.

— ¿Y qué le dijiste? — Jeno se quitó las gafas y se frotó los ojos, pensó en tomar un descanso de la composición en la que estaba trabajando.

— Le dije que sí. Le dije que había elegido a las personas correctas, porque ambos tenemos a alguien a quien amamos — su mentón se elevó más de lo normal, como hablando con gran orgullo, pero Jeno sabía que no era nada de eso — No creo que pueda, no puedo más. No sé qué tan difícil sea esto para ti, pero yo estoy sufriendo demasiado.

— Jaemin... — le dijo, casi como regaño o reclamo.

— Una balada, una maldita canción sentimental sobre amor — la mandíbula de Jaemin se tensó — Me agrada trabajar contigo pero esto se está volviendo muy doloroso ¿Qué opinas?

Jeno extendió su brazo y colocó su mano sobre la de Jaemin, ese contacto fue reconfortante para ambos.

— Pues... opino que tendremos que hacer una buena melodía de amor — Jeno le regaló una sonrisa gentil — Pan comido.



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El timbre de la casa se escuchaba desde afuera. Jaemin espero y al instante que la puerta se abrió, dibujó en su rostro una sonrisa enorme.

— Hola Kathy.

— Hola Jaemin, pasa — la mujer le habló con un quebradizo acento coreano — Jeno está en su estudio. Te ha estado esperando.

Jaemin atravesó la entrada hasta las escaleras y las subió despacio, deleitándose con la sensación del pasamano. Al llegar a la segunda planta, lo primero que observó fue la habitación del pequeño Noah y su estómago dio un giro en su interior.

Al final del pasillo, ahí estaba el estudio de Jeno, su lugar privado.

Tocó dos veces antes de entrar, girar el pomo le causó un choque eléctrico, dicen por ahí que las pequeñas señales son las que cuentan.

Jeno tenía puestos un par de auriculares por lo que no lo escuchó llegar. Jaemin cerró la puerta y avanzó despacio, parándose detrás de la silla en la que se encontraba Jeno, deslizó su mano por el hombro de éste, hasta su pecho.

Jeno vio ligeramente hacía abajo, distinguiendo muy bien la diferencia en la mano que tenía encima, no se trataba de la mano de su esposa.

Jeno agarró la mano de Jaemin y la besó, por un largo tiempo.

Jaemin sintió su ritmo cardíaco acelerar, era enfermizo y gracioso, como el amor podía sentirse tan equívoco.

— Quiero que escuches algo que hice... — Jeno dejó ir su mano y continuó viendo apasionado el monitor, sus lentes destellaban al igual que sus ojos. Jaemin se sentó en la silla de al lado y lo observó con tristeza — le puse el nombre de "rayo de sol" es para un cliente que quiere algo similar a...

— Jeno — Jaemin lo detuvo, su voz había sonado tan seria y tan culminante que el otro tuvo miedo — No quiero volver a trabajar contigo.

Jeno giró su cuerpo hacia el otro. Este había sido el día que tanto había temido.

— No puedes, ya aceptamos el trato...

— No entiendes verdad, no estoy hablando de trabajo. Estoy hablando de nosotros... No puedo seguir con esto y te lo dije en aquella ocasión. No es lo correcto, tú tienes a Katherine y a Noah, ellos no se merecen esto; luego estoy yo... Tampoco puedo y lo sabes — La voz de Jaemin se quebró, un par de lágrimas rodaron por sus mejillas cuando bajó la mirada.

Jeno no lo soportaba, no era capaz de ver llorar a Jaemin en silencio mientras se mordía el labio. Se quitó las gafas y las puso de lado.

Sujetó las mejillas de Jaemin y unió sus frentes. Con los ojos cerrados, trato de pensar en algo, pero solo escuchaba los sollozos de Jaemin.

— No te cases con Jisoo — habló Jeno sin separarse.

— ¿Qué?

— Vamos a dónde nadie nos reconozca.

— Jeno estás loco, piensa en tú familia. Tienes que pensar con claridad.

— No puedo pensar como alguien cuerdo, cuando estoy perdiendo a la persona que amo.

Jaemin dejó de contenerse y lloró libremente, la situación lo ameritaba, se repitió muchas veces en el carro antes de llegar, que no se mostraría afectado frente a Jeno, pero fue imposible, incluso el otro había derramado un par de lágrimas ya.

— ¿Por qué no nos dimos cuenta antes, Jeno? Todo habría sido más fácil — Jaemin miró directo a sus ojos cristalinos.

— No tengo palabras para expresar lo mucho que te extrañaré. Pero respeto tu decisión, creo que será lo mejor para ambos — Jaemin asintió ante lo que había dicho Jeno.

En el exterior de la habitación, se escuchó el llanto de un bebé, había sido Noah quién probablemente despertaba. Katherine subió las escaleras de prisa.

Jeno y Jaemin se separaron a una distancia prudente. Nunca habían sobrepasado el contacto físico a algo imperdonable, la única vez que sus labios se tocaron fue aquella noche de desvelo en la que confesaron sus sentimientos retenidos después de años. A excepción de esa ocasión, se demostraban el amor que se tenían mediante detalles, frases y leves toques en las manos; pues si algo excedía del límite que ellos mismos habían fijado imaginariamente, sabían no serían capaces de parar o de perdonarse.

Pero por más puro que fuera todo, seguía siendo infidelidad.

Jeno se restregó los ojos y volvió a colocarse las gafas, Jaemin limpio sus lágrimas con el reverso de la manga de su camisa.

— Sobre el trabajo tienes razón, no podemos renunciar, así que pensaba hacer de este, nuestro último trabajo, juntos. Ya sabes, como una despedida... Seunghan me dijo que conoceríamos al letrista la próxima semana en el estudio.

Jeno pensó en algo, qué tal vez no le agradaría a Jaemin, pero que tampoco se podía negar.

— En ese caso, tengo una propuesta para ti.

— ¿Qué es?

— Hay que componer la canción más bonita de nuestras carreras, basándonos en el amor... — Jeno lo volteó a ver nostálgico — en el nuestro...

— Que enfermo — Jaemin dijo con una risa airada, pero aceptaba.

SENTIMENTAL (Nomin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora