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Llegué a mi casa toda furiosa. Abrí rápidamente la puerta de mi habitación y tiré mi mochila. No puedo creer que le dijera eso a Fernando. Esta chica si que me saca de mis casillas.

—Hola hija — Saluda alegre mi mamá, pero su expresión cambia al ver mi cara. —¿Qué pasó? ¿Por qué estás así?

—Nada mamá. No me pasa nada. — Respondí viendo al suelo.

—¿Segura? Puedes contarme.

—Si mamá. No me ocurre nada. Solo es el colegio.

—Entiendo. Igual me dices cualquier cosa. ¿Okey?

—Si, ya lo sé. — Vi como sale de mi cuarto, no sin antes voltear y mostrarme una sonrisa. En eso escucho a mi celular. —Un mensaje de Fernando.

Reviso mi WhatsApp y me asombra mucho lo que me escribe. Le envío si me puede explicar esto en el colegio. Un "Si" es todo lo que necesitaba.

Ingreso a mi salón buscando a Fernando con la mirada. Él prefiere explicarme en el recreo, porque ahora la profesora nos puede dar un buen sermón. Yo asiento y espero con muchas ansias.

El recreo comienza. Salgo rápido a donde se encuentra Fernando. Ahora si voy a escuchar como es que esto pasó.

—¿Recuerdas lo de ayer? — Él se muestra avergonzado por la cara que puse por su obvia pregunta. —Pues Irma tras lo ocurrido empezó a crear rumores sobre ti, y la gran mayoría dicen que tú eres una payasa. Me muestra una foto mía editada como payaso, haciendo una pose ridícula mientras en las letras de abajo dicen: "¿Querían a una integrante del circo? Aquí la tienen entre ustedes. Di hola Elisa."

Yo sé que a Irma no le caigo bien. Pero porque difamarme de esa forma. ¿Por mancharle la blusa y defenderme?

—¡Agh! ¡Es que la odio! ¡La odio Fernando! —dije apretando los dientes.

—¿Te gustó mi sorpresa payasa?

—¡Eres una mentirosa de mierda! —dije acercándome a ella furiosa.

—Es solo el comienzo. Se vienen muchas cosas para ti.

—¡Ni creas que me voy a quedar de brazos cruzados!

—¿Y qué piensas hacer? Yo que tú estaría preparada. - dijo con una sonrisa de victoria.

—¡Esta me las vas a pagar!

—Eso lo voy a comprobar. — Se fue de allí dejándome con con mal sabor de boca.

—Es una maldita estúpida.

—En eso concuerdo. ¿Vas a hacer algo?

—Claro que si. —dije mientras imaginaba el fatal destino de Irma.

—Dame todas tus propuestas. Hay que idear un plan.

°°°

Regresando a casa, me la volví a encontrar. Ella se acerca y me mira sonriente.

—¿Qué tal tu día payasa?

—Dale con eso. ¿Quieres callarte?

—No, fíjate que no.

—Entonces muerete estúpida. — Iba a irme de no ser porque ella me toma del brazo y me empuja a la pared. —¡¿Qué mierda te pasa?! ¡Sueltame!

—¿Qué me dijiste imbécil?

—¡Qué te mueras! ¡¿O acaso eres sorda?!

—A mí, no me vas a hablar de esa manera idiota.

—¡¿Y qué si lo hago?! — Me acorrala más a la pared.

—Me vas a conocer. —dijo mientras su rostro se mostraba serio.

—¡Uy que miedo te tengo! — la empuje y logré irme de allí, sin antes escuchar a unos metros atrás de mí.

—¡Estas advertida payasa! — Oí su grito a lo lejos, lo cual ignore.

"No. Tú Irma, deberías tenerme miedo a mí."

My name is ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora