DiferenCias

4 0 0
                                    


En poco tiempo la casa fue ocupada por los agentes de la policía piltoviana, indagando en la escena del crimen, examinando el espacio detalladamente, en busca de respuestas, evidencia o alguna pista.

La pelirroja sacó a Caitlyn de todo aquello, arrastrándola hacia la cocina, decidió que le prepararía un té. Necesitaba ayudar a su novia a calmar los nervios, está aún seguía sin reaccionar, se veía ida, mirando hacia la nada como si estuviese tratando de hallar en su mente las respuestas de todo aquel caos. Vi no pudo evitar mirar afligida los restos de lo que sería su cena, que momentos antes de que todo se fuese a la mierda, el personal preparaba con tanto esmero.

De inmediato alejó esos pensamientos, tenía que transmitir seguridad, ser fuerte por el bien de Caitlyn. Volvió a concentrase en prepararle la bebida caliente a su novia, esforzándose para que quedara al menos decente.

— Jinx...

Se tensó al oír aquello de los labios de la Kiramman, deteniéndose por completo, respiró con fuerza y se giró para encararla. Los ojos tan azules como el oceano la miraron con una furia contenida, mezclada con la desesperación y bordeando la tristeza. Era consciente que la mirada no iba dirigida a ella exactamente, aun así, provocó un efecto nada agradable en su interior, una punzada de furia.

— No creo que haya sido ella.

Una leve risa de burla incrédula fue lo que salió de Caitlyn. — No trates de defenderla ahora Vi, sabes de lo que es capaz —arremetió entre dientes, en un esfuerzo por contener la ira— No me creo que después de tanto... aun la defiendas así.

— No fue ella Caitlyn

— ¿Y cómo lo sabes? Pudo haber sido Jinx ¡Esta demente!

Enfureció.

— ¿Acaso ves pintura en las paredes? No, no hay —su tono se fue alzando a medida que las palabras salían de su boca, los ojos azules la miraron asustados— ¿Ves restos de balas? ¡No, tampoco hay! —apretó los puños— ¿Crees que no estaría aquí restregándonoslo en la cara de haber sido ella? —Preguntó retóricamente— ¡Deja de sacar malditas conclusiones sin siquiera haber visto bien la escena, ni los cuerpos, ella no opera de esa manera y lo sabes!

El ruido de una taza quebrándose la hizo volver en sí, extendió su mano bajo la atenta mirada de Caitlyn viendo pequeños trozos de porcelana clavados en su palma, la sangre empezó a fluir y Vi de inmediato se dirigió al fregadero, abrió la llave y dejó que el agua cayera por la herida, aun con la sangre escandalosa fluyendo, procedió a extraer uno por uno los restos de porcelana.

El silencio se hizo presente en la cocina dando paso a una espesa incomodidad en el ambiente, con solo el sonido de la respiración agitada de Vi y la del agua correr.

Si fuera Jinx... Habríamos volado en pedazos. No la hemos visto en meses, ni siquiera he escuchado rumores sobre ella en Zaun —murmuró Vi finalmente después de unos minutos, tratando por última vez de convencer a Caitlyn y aunque lo negara, a ella misma.

Terminó de limpiar la herida, agradecida de que dejara de sangrar, más tarde la vendaría, maldiciendo internamente haberse quitado las vendas de camino a la mansión.

Miró a Caitlyn, estaba encorvada en la silla con la vista clavada en el piso, su semblante era totalmente abatido. Vi cerró los ojos con fuerza, regañándose mentalmente por comportarse como una bestia. Era normal la desesperación de Caitlyn por hallar un culpable. Y aunque lo lamentará mucho, tenía sus razones para creer que Jinx era la culpable en todo esto, tiempo atrás fue secuestrada por ella y casi la mata, continuando la lista a través de los años que han estado persiguiéndola incansablemente. Ahora, los sirvientes que la habían acompañado mientras crecía estaban muertos y sus padres probablemente secuestrados ¿Cómo no culpar a Jinx? ¿Cómo no culpar al ser obsesivo, demente y homicida en el que se había convertido su hermana? Era complicado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

IniCiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora