I Want To Be A Bad Boy! |L.S| |Larry Stylinson|

Prólogo

I Want To Be A Bad Boy!

Harry y Louis se conocen desde los 5 años al ir a la misma salita del jardín.

Louis había crecido llendo de casa en casa, tras el divorcio de sus padres habían designado días en donde se quedaría con su padre y días en los que se quedaría con su madre. Nunca se le habría complicado raro, pero sí el hecho de ver a sus padres formando parejas con otras personas.

El único y primogénito varon había sido criado en una familia la cual tenía mucho dinero. La mayoría de sus amistades se formaban por aquellos lujos que se le otorgaban, no había podido disfrutar de una amistad real, con cariño mutuo.

No habría que ser un genio para poder notar que sus vecinos y compañeros estaban a su lado para jugar con sus jugetes, no con él.

El castaño no podía morderse la lengua, terminaba por escupir la verdad de una u otra forma lo cual lo podía aislar del resto a esa edad.

No tenía amigos y vivía cambiándose de jardín/guardería/taller debido a ese problema.

Harry nunca había sido muy conversador, su madre tenía muchos prejuicios y no podía ocuparse todo el tiempo de él.
Él desde esa edad se dio cuenta que su madre cargaba con mucho peso emocional y no quería molestarla, quería que ella solucionara sus problemas en vez de forzarla a estar con él y que termine afectándole a él igual.

Él mismo preparaba su mochila, su abrigo, su almuerzo y se iba al jardín. Siempre cargaba un libro para leer en ese tiempo libre.

Todas las mañanas eran iguales para Harry, sentarse solo, sacar el nuevo libro para ese día o terminar el anterior.

-Bien niños, hoy tenemos a un nuevo amigo para integrarse con nosotros.-Harry nisiquiera se molestó en elevar la vista, absolutamente nada lo hacía desviarse de su lectura.

"Uno más, uno menos. Da igual."

-Preséntate, cariño.-Le dijo amablemente la señora mientras que con una mano lo incitaba a dar un paso al frente, el pequeño se notaba nervioso y tímido, ancioso pero a la vez quería largarse de allí.

-Me llamo Louis Tomlinson, mucho gusto...-Dijo formalmente y con buenos modales.

-Bien niños, saluden a su nuevo amigo y compañero.-Elevó la voz la señora de cabello rubio.

-¡Hola, Louis!-Gritarón a todo pulmón menos el pequeño de rizos que se encontraba hundido en su lectura.

-Bien, Louis. Como viniste tarde te quedaste sin puesto...¡Oh!.-Dijo de forma exagerada y simpática la maestra ganándose una mirada incómoda del pequeño.-¡Siéntate con Harry!. ¡Seguro se hacen buenos amigos!.

La joven rubia era conciente de que Harry venía solo, sin acompañamiento alguno, que su madre no asistía a las reuniones o contestaba las llamadas. Ella sabía que Harry se metía en su pequeño mundo y no hacía caso a nada más que a conocer más y llenar más ese pequeño espacio que su madre le estaba dejando cada vez más.
Quería que Harry se sintiera cómodo, que tuviera un amigo y abandonara un minúsculo rato su mundo.

Louis tímidamente observaba al pequeño, lo miró unos minutos esperando a que él lebantara la vista y se dé cuenta de su presencia pero se dio cuenta que no pasaría.

Louis aclaró su garganta incluso de forma exagerada pero nada, absolutamente nada hacía que el chico dirigiera su mirada hacía la suya.

-Hm... Disculpa, la señora me dijo que yo debí...¿Me estás escuchando?..Niño, Niño...Maldita sea. ¡NIÑO!-Gritó Louis para que lo viera.