SAMY
Habían pasado varios días desde que nos permitieron entrar a la habitación de Emily.
Regrese a casa a darme un baño, al salir me mire en el espejo y me percate que había bajado mucho de peso, demasiado, vi mis ojeras enormes y mi mirada apagada. Estos últimos días me la había pasado durmiendo en las sillas del hospital.
Recuerdo la vez que sacaron a Emily de la sala de emergencia, fue horrible verla en ese estado.
─Yo debería de estar en ese lugar, no tu Emily ─me dije.
Alguien había tocado la puerta de mi habitación lo que hizo que me acomode la toalla y dije:
─Adelante.
Mi madre abrió la puerta y detrás de ella estaba mi padre.
─¿Cómo estás princesa? ─preguntó mi padre.
─Bien, gracias ─mis padres se miraron preocupados y supe que sus intenciones no eran saber de mi estado─. Si tienen algo que decir, díganlo.
─Hace unos días le llegó un correo a tu padre, es sobre la universidad a la que ya no querías ir ─se detuvo mi madre─. Te aceptaron.
─Tu madre me comentó que tenías a un amigo en el hospital y que por eso te la pasabas ahí, pero queríamos preguntarte si te interesaba, aunque sea un poco, esa universidad ─continuó mi padre.
No pude decirles a mis padres que era Emily quien estaba en el hospital, sobre todo a mi madre, así que solo dije que era un amigo.
─No lo se... ─agache la cabeza─. Ahora no tengo cabeza para eso.
─Pero es tu futuro hija.
─Lo sé, pero... ─me detuve.
─Hija, sé que ese amigo debe de ser importante para ti, pero no por eso debes pausar tu futuro ─hablo mamá─. Es tu decisión, te apoyaré pase lo que pase. Pero piensa en ti.
─Ya eres mayor de edad Samy, sabes que desde ahora tu futuro dependerá solo de ti, ya no de nosotros, espero entiendas eso ─sentenció mi padre.
─¿Quieres que hablemos a solas hija? ─preguntó mamá y asentí─. Muy bien, cariño, retírate por favor ─pidió mi madre.
─Está bien, ya me di cuenta que estorbo ─beso en los labios a mi madre antes de irse─. Terminaré de cocinar, tomate tu tiempo.
Cuando papá se retiró de mi cuarto mi madre se sentó en el borde de la cama y dio palmaditas para que me sentara a su lado, caminé e hice lo que quería.
─¿Hace cuánto no teníamos una conversación de madre a hija? ─preguntó ella.
─Hace mucho.
─¿Quién es el amigo que está en el hospital?
─Un compañero, hacía trabajos con él de vez en cuando.
─Y es tan importante que te la pasaste todo este tiempo en el hospital.
─Si lo es.
─¿Te gusta ese chico o es tu novio?
─Es solo un amigo.
─¿Es Rodrigo?
─Rodrigo no me gusta ─le aclaré.
─Es Rodrigo el amigo que está en el hospital ─me corrigió.
─Ah ─negué─. No.
─Bueno, supongo que su nombre será un secreto ─soltó una risa─. ¿Cómo están tus amigos?
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INFELIZMENTE FELIZ
Teen Fiction¿Cómo te sentirías al encontrar a la persona que dará un giro total a tu vida, en tu peor momento? Yo te diría que en ese momento fuiste Infelizmente Feliz. No sabía que tomar ese camino transformaría todo y estoy segura que él pensaba lo mismo. ¿Al...