Gustabo estaba haciendo patrullaje por la ciudad con su irritante compañero Isidoro, llevaban una buena racha de detenidos. Era uno de los mejores y cansados días del rubio, era un no parar. Conway no estaba gritando por radio y se agradecía, amaba los días donde la radio no parecía un gallinero. Se fueron al bar más cercano a comer un bocadillo, una patética cena para aguantar una patética y larga noche. En medio del último mordisco saltó una alarma, la 911 "Robo a casa", con toda la prisa subieron al coche policial –Aquí Gustabo García e Isidoro Navarro dirigiéndose a la última alarma –comentó por radio su amigo.
–Joder tío, llegamos tarde –se quejó García, odiaba no atrapar al ladrón –Hagamos perímetro por si se esconden por algún lado
Justo en el momento en que Isidoro desapareció por el lado derecho de la casa unos tipos encapuchados asaltaron al subinspector, un sujeto se acercó por detrás para susurrarle al oído –Quítate el chaleco y deja las armas al suelo –sentía un cilindro en la espalda y no dudó en hacerle caso –no grites o aprieto el gatillo, súbete
Una vez montado en el coche negro que vino de frente le pusieron un saco en la cabeza –El aviso era falso hijos de puta ¿A dónde me llevan?
No respondieron. Al cabo de unos minutos llegaron al sitio dónde lo bajaron del coche y le quitaron el saco de la cabeza. Gustabo tenía a dos hombres enfrente con AK-47 "¿De dónde coño sacan tanto dinero?" pensó.
–Gustabo –Armando se quitó la máscara –¿Me recuerdas?
–Trabajas en el taller ¿Debería conocerte?¿Te conocía? –miró al otro sujeto, este no llevaba una máscara puesta –¿Al chino también?
–No te hagas el idiota Gustabo –subió de tono –Creí que estabas muerto
–Si muelto te daba pol sentao' maldito cablon de mielda
–Creo que es un malentendido ¿Muerto?¿Yo?¿Por qué? –suspiró –No se que hice ¿Me lo podéis explicar?
–¿Nos estas tomando el pelo? –tocó el AK por el lugar donde se ponía la munición para generar intimidación, cosa que ni siquiera inmutó al rubio–Hace cuatro años fuiste parte del grupo y nos traicionaste ¡COMIMOS FEDERAL POR CUATRO AÑOS! Y ahora te veo como policía ¿Nos vendiste?
–Yo comí pastillas cómo un no se qué durante cuatro años ¡No me acuerdo de nada! –intentó calmarse –lo siento, es que... ¿me dejáis contar mi versión y luego me lo aclaráis?
–clalo que si homble
–Pasé cuatro años internado en un psiquiátrico porque tengo transtorno de identidad diciosativa o como pollas se llame, creo que TID, y amnesia diciosativa –pausó para tomar aire y mirar detenidamente a los presentes –Durante mucho tiempo alguien llamado Pogo estuvo controlando mi cuerpo, ese período no lo recuerdo. –Se rió un poco –Al menos tu tenías patio para correr, yo estuve encerrado en una maldita habitación ¿sabes?
–¿Y a mi que me importa? Nos jodiste todo ¡TODO!
–Bueno, jodí a mucha gente, aguanta tus lloros –El chino apuntó con la arma –Soy policía, subinspector por si queréis saber mi rango y no sabes lo agarrado que tengo los huevos, si me matas me harías hasta un favor... pero no creo que los de arriba les haga tanta gracia que yo quede tieso.
–¿¡Cómo que los de aliba?! –el chino pelirrojo exclamó sorprendido, dejó de apuntar a su excompañero –¿que eles?
–Soy policía porque la CIA me puso nivel 7, no sé que mierda es pero estoy al mismo nivel que Conway, pero unos rangos inferior porque suficiente me aguanta el viejo –confesó –ellos me vigilan, me quieren y capaz me utilicen. No se que hice pero debió ser muy importante. No se nada más, lo juro
–Es decir, tu no nos vendiste
–Lo único que recuerdo sin borrones es el día que mataron a Torrente, sinceramente si supiera lo que hice os diría si fue mala suerte o si fui yo el culpable
–Pues si que estas jodido –comentó uno de los enmascarados –Este tío... no creo que os vendiera
–¿Por qué dices eso? –Armando continuaba con el ceño fruncido, se notaba que era un hombre que lleva el rencor a la tumba
–Armando, este tío le he visto discutir con el Conway en varios atracos a tienda –se quitó la máscara, era un tipo joven con tatuajes que juraría haberlo visto por instapix –si os hubiera vendido, el viejo no trataría a Gustabo como si fuera alguien cualquiera de la malla, parece que lo odia
–¿Eres Thiago? A ver, a favor debo de decir que ese viejo siempre ha sido desagradable pero desde que se enteró que estaba en el hospital me trató muy mal, no me echó del cuerpo por los de arriba–miró al suelo antes de continuar hablando, odiaba llevarse mal sin razón alguna con el superintendente –coño, sí que eres guapo Thiago ¿no tenías el calendario de mecánicos?
–Ta' ligando Gustabo esto es una situación selia –el chino comenzó a hablar tan rápido que casi ni se le entendía –soy Yun o chino lamen, supongo que no me conoces pol eso
–Encantado de volverte a conocer Yun –sonrió – Armando, haz lo que tengas que hacer. Yo no voy a rogar por mi vida, no quiero ser una piedra en tu camino
–A ver, tu versión es válida y podría ser cierta –se llevó la mano en el mentón como si eso le hiciera pensar más bien –Si te pego un tiro tendremos a los de arriba y a la policía en nuestros culos y ya tengo suficientes problemas, no me conviene hacerlo pero ¿podría fiarme de ti?
–No lo sé, te podría decir que sí pero si salgo de aquí como si nada yo tendría problemas –Gustabo se levantó del suelo para estirar las entumecidas piernas –si salgo herido también tendré problemas, matarme te causará problemas
–Si que eres problemático –se rió Thiago
–Soy un puto grano en el culo –bromeó –soy la desgracia en persona
