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Cuando las luces de mi casa están apagadas, cuando todos se encuentran durmiendo plácidamente; es cuando yo me derrumbo.

Tumbada en mi cama, mirando al techo y lágrimas brotando. Reflexiono, recuerdo y pienso que ha sido de mi vida.

Con la mirada perdida y un nudo en la garganta, mi alma duele. El corazón me pesa cuando analizo lo que soy y lo que debo ser. Decidir si debo tomar la salida más fácil para evitar mis responsabilidades, es lo que más me hace pensar.

Con el corazón en la garganta, recuerdo toda la presión que llevo conmigo. Ser suficiente, ser inteligente, ser decidida, ser alguien que enorgullezca a sus padres, no ser la decepción de aquellos que dicen amarme; solo me rompe el corazón.

Aveces solo quisiera dormir y jamás despertar, pero recuerdo las palabras que alguien me dijo "Lo importante es no defraudarte a ti misma. No te pierdas en ti y verás que todo fluye. Hay etapas buenas y otras no tanto, sin embargo, son esas las que te enseñan y ayudan a tu vida para que mejores" y siento menos opresión en el pecho.

Cuando me pregunto a mi misma las metas y propósitos que tengo, no encuentro uno que me represente; los únicos qué hay en mi mente son los que otros deciden para mi.

Espero ganar la lucha en este momento de debilidad y vulnerabilidad, porque si no lo hago, no se que me deparará el futuro.

PRESIÓN Y PESO EN EL CORAZÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora