once upon a time;;

1.

Si os digo que existe una chica que lleva enamorada más de tres años del mismo chico, ¿qué pensáis? Bueno, pues aquí estoy. Me llamo Aubrey James, y vivo en Holmes Chapel. Sólo hace falta que sepáis algo de mi; NO tengo novio, NO pienso tenerlo, NO soy lesbiana, y NO me gusta nadie. Sólo, puede que quizá esté un poco enamorada. ¿Os quedáis?

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Narra Aubrey;

En mis sueños puedo escuchar cómo la alarma de mi móvil suena. Sí, así es, soy tan poco decente que no puedo ni comprarme un despertador. Siete de la mañana, lunes. Le doy a 'ignorar alarma', y saco un pie de entre las mantas. El frío me invade, y pienso que estar en mayo y hacer este tiempo no es algo normal. Finalmente, me estiro y enderezo, y me levanto a duras penas.

-Buenos días, mamá -digo bostezando, creo que moriré en cualquier momento.

-Buenas, hija -me responde sin siquiera mirarme. Doy por sentado que está igual que yo.

Voy hasta mi habitación, y cojo lo primero que veo. Y cuando ya estoy metida en la ducha, ahogándome con el agua caliente, debido a mi repentina gilipollez, de un momento a otro, comienza a caer agua fría.

-¡Me cago en tu especie, ducha de mierda! -grito, espabilándome así por completo. Me encantan los lunes por la mañana.

-¡Aubrey, corre! ¡Tu hermano ya se está preparando! -grita mi madre.

Mierda. Me meto rápidamente bajo el chorro de agua fría, maldiciendo la puta hora en la que dios me castigó de esta manera. Salgo y me visto, aún fría.

-Venga, Brey, voy a llegar tarde -me dice mi hermano riendo.

-Me alegraría si llegaras tarde, así no ves a tu novia y no te encierras con ella en los baños -respondo poniéndome la chaqueta. Me alzo la mochila, y corriendo, entro en el coche.

Mi madre corre a toda velocidad (bueno, quizá no tanto), hasta que llega al instituto.

-¡Portaos bien! -grita desde la ventanilla.- Y Jack, no quiero que me llamen otra vez -rueda los ojos.

-Adiós hermanito -digo falsamente.- Pásalo bien -y me voy hasta donde puedo divisar a mis amigas. Fallen y Kate están discutiendo, puedo sentirlo desde lejos.

-¡Hola! -grito nada más asentarme a su lado. Mara me mira con odio. Sus miradas de lunes son algo escalofriantes, ciertamente.- ¿Qué tal?

-De culo y cuesta abajo, no me sé nada de la literatura barroca, ¿es que acaso no podía cambiar el examen? -dice Beth.

De pronto toda la sangre se me baja. Hoy había examen. ¡Mierda!

-¿A qué hora es el examen? -pregunto. Creo que comenzaré a sudar petróleo en breve.

-A quinta hora, después de química -dice Fallen.