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« ¿Es que no lo entiendes?, tú... tú eres el otro hombre »
...Pero el otro hombre siempre llorará hasta dormir.
El otro hombre nunca tendrá su amor para mantener.
Y con el pasar de los años, el otro hombre,
pasará su vida s...
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" when we met I just knew, that I already loved you, true, true ... "
★ 9:30 a.m.
El dócil chico amaneció más temprano de lo habitual, topandose con gente que no reconocía por completo y viendo las calles con una perspectiva distinta a la que solía ver desde los días anteriores. Usualmente llegaba un poco tarde a su trabajo. Esa expresión seca se le había borrado de su cara ━aún sin erradicar el sueño━ ligado a su postura usualmente cabizbaja.
Abrió el candado con precaución, entró a la tienda y procedió a hacer lo mismo de siempre: Prender las luces, limpiarse la suciedad que quedaba de su ropa ━polvo, pelusas, pelos━ con sus propias manos y dedicarse a estar parado hasta la noche. No se sentía saludable, pero la empresa le pagaba lo máximo que podía. Lo siguiente que hizo fue esperar a nuevos clientes y, a esperar a su nuevo ayudante: Streber. Aunque no recordaba bien su nombre. «Severo... Ser...¿Star?, ¿Sber?» Probaba Kevin, haciendo el mejor intento para poder desempolvar esos recuerdos de su pequeña mentecilla. «Ah... Str..eber. Streber.»
Su cabeza era impredecible, llena de huecos y confusiones. Un momento podía ser feliz, vivir en un mundo de fantasía, en un campo bordado de flores, al otro completamente desesperado, triste y sin encontrarle la solución o el motivo a nada, en otro mundo más real y cruel que el anterior. Un desorden sin coherencia, un caos mal sobrellevado con absurdas distracciones como los videojuegos o las series de televisión que podía ver desde el puesto donde estaba.
Y hablando de desesperación, Kevin ya había entrado en esta. Estaba muy ansioso de conocer a ━quizás━ su nuevo patrón, por alguna razón que poco entendía. Quizás no estaba emocionado, quizás solo era la intriga.
Cuando menos se lo esperaba, alguien apareció asomándose por la ventana. Era él, extendiendole una sonrisa, saludandolo.
Kevin analizó la apariencia del chico. Pestañas largas, maquillaje oscuro y algo gótico o emo━no tenía idea de la diferencia━, pelo negro con extensiones verdes-negras y moradas, piercings en ambas orejas, grandes colmillos... «Si no fuera por el uniforme, diría que se viste bastante bien, por lo que puedo ver.» Fuera de prejuicios, Streber procedió a entrar con mucha energía, golpeando la entrada. Dió pisadas fuertes exaltó a Kevin, pues era algo sensible a los sonidos. Seguido a eso, saludó de nuevo con mucha firmeza. ━¡Holaaa! ¡Yo soy Streber!~
El pelinegro se sintió intimidado por la presencia de aquel tipo, le pareció muy social.━(Cough, cough)Mi nombre es Streber, sí. Supongo que tú debes serrr... Kevin, ¿no?━ Habló situando su cara muy cerca de la del contrario, apoyando ambas manos en la mesa. Su expresión lucía tétrica a los ojos de Kevin. Era más bajo que el susodicho, tenía que ponerse de puntillas para poder alcanzar un tamaño adaptable.
