enamorado tuyo [julienzo}

tres

Casi nunca veo la foto tuya en mi celular
Sigue ahí por la pereza que me da apretar "borrar"
No estoy tan obsesionado, vale como aclaración
Si pensás que es por eso que yo canto esta canción

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Sacar su futuro adelante no era algo que a Enzo le gustaba hacer cada vez que se tenía que despertar temprano a la mañana, apenas desayunar y salir a la facultad, sumándole a esto bancarse a uno de sus compañeros que no conocía el desodorante que tenía por costumbre sentarse siempre al lado suyo no importaba qué.

Pero bueno, la parte buena era encontrarse con sus amigos y hacer su típica rutina de juntarse a comer en el comedor universitario o esperar al grupo de cordobeses para invadir su residencia. Y esto último era lo que estaba por hacer. Apenas el profesor dio por terminada la lección del día y los despidió, el de pelo platinado tomó sus cosas para salir rápidamente del auditorio en busca de sus amigos en el punto fijo donde siempre se encontraban, a las afueras de la biblioteca de la facultad de Julián en Exactas porque era donde todos se podían ubicar y era el único camino que Cristian sabía llegar sin perderse.

Al llegar, logró localizar a Julián a lo lejos, de espaldas, sentado en una de las bancas sumido en su propio mundo, sin prestar atención a lo que le rodeaba. Aprovechando lo distraído que se notaba, rápidamente y con sigilo se acercó hasta su amigo. Al estar detrás de él, espió que estaba concentrado en su celular, observando algo, tapándose su boca, intentando ocultar una sonrisa que Enzo identificó gracias a las arruguitas que se le forman al cordobés cada vez que sonríe. Ahí pudo ver una de las tantas fotos que se sacó la vez que le había sacado el celular a Julián para molestarlo.

Julián estaba viendo fotos suyas.

"¿Por qué seguís teniendo esas fotos?" Preguntó de repente el menor, dejando que sus palabras salieran antes de pensarlas. Su amigo se dio vuelta con susto en sus ojos, ocultando su teléfono en uno de los bolsillos

"Yo..." Las orejas de Julián estaban rojas, sus mejillas de a poco iban tomando color. "Me dio paja borrarlas. Ahora iba a.."

"No, no, está bien" Interrumpió Enzo a su amigo. Le hacía sentir bien que las mantenga en su teléfono. "¿Dijeron algo los chicos? ¿Ya vienen?"

"Uh" Julián volvió a prender su celular y buscó rápidamente el chat grupal que tenían con los chicos. Desde allí ellos estaban hablando acerca del superclásico que se iba a dar esa noche. Lisandro y Nahuel estaban tirando pica por medio de apuestas y prendas si es que el resultado iba para uno o par el otro. Enzo y Julián las seguían porque iban a defender al club de sus amores a capa y espada. Luego llega a los mensajes más recientes y las noticias de sus amigos. "Licha dice que se va a quedar un rato más en la facu para ver un práctico, Cuti y Nahu dijeron que le van a hacer la segunda"

"¿Y Paulo?"

"No dijo nada" Volvió a guardar su celular en el bolsillo de su campera. "¿Lo esperamos?"

"Supongo, él nunca es puntual igual"

Silencio, su amigo parece inhibido por haberse expuesto por la foto, Enzo se regaña a sí mismo por haber hablado y no quedarse callado. Ahora será difícil sacarle tema de conversación, será un rato incómodo hasta que Paulo se digne en aparecer y haga presencia.

Vibración.

Enzo sintió la vibración en uno de sus bolsillos, era su celular, así que veloz lo saca y revisa. Es Paulo, dice que ira después que tiene tutorías personalizadas y privadas con... mejor deja de leer si quiere mantener su mente mínimamente en paz.