Wings Of Fire: Dragon Knights

Capitulo 1: Dragones en el siglo 21 PARTE 1

Era un día más en el apacible pueblo de Mill Valley. Sus habitantes se despertaban temprano para cumplir con sus rutinas diarias, sin imaginar que ese lugar sería testigo del inicio de una nueva era.

Hace 10 años

Un niño de 6 años en pijama leía tranquilamente su libro, ajeno a los llamados de su madre para cenar. Después de varios intentos sin respuesta, la madre decidió subir a su habitación.

"¿Cole Rockwell, te he llamado como cinco veces para que bajes? ¿Qué estás haciendo?", preguntó la madre con enojo.

Cole salió de sus pensamientos y miró a su madre, dejando el libro en su cama. "Perdón, mami. No te escuché, estaba leyendo este libro", dijo señalando la cubierta de pasta marrón que decía "Historia de Dragones".

"¡Nunca te había visto tan absorto en un libro! Parece muy interesante", dijo la madre mientras le sonreía a su hijo.

"Si lo es, mama", dijo el pequeño Cole mientras le mostraba a su madre el libro. "¿Sabías que aquí dice que los dragones son criaturas de gran corazón y rara vez se acercan a un humano?"

"En serio", dijo la madre felizmente. "¿Y por qué es eso?", preguntó mientras veía a Cole, quien estaba muy emocionado.

"Porque los dragones pueden sentir las intenciones de la gente", explicó el pequeño. "Cuando alguien con un corazón malvado se acerca a ellos, lo perciben como una amenaza. Pero si alguien es puro, los dejan acercarse", agregó mientras le mostraba a su madre la ilustración de un dragón y un humano que se miraban fijamente.

"Deben ser muy inteligentes", comentó la madre.

"Y lo son, mamá", afirmó Cole. "Según aquí, los dragones son seres muy inteligentes".

"Está bien, pero baja a comer. Te hice tu favorito, espagueti a la boloñesa, y no querrás que se enfríe", recordó la madre.

"¡Qué bien, espagueti!", exclamó Cole emocionado.

"Bueno, baja. Te esperaré en la mesa", dijo la madre mientras salía de la habitación.

Cole siguió a su madre, pero en la puerta miró hacia su cuarto, lleno de figuras de dragones, y pensó para sí mismo: "Algún día quiero ver uno de verdad". Después, salió de la habitación y se unió a su madre en la mesa.

Actualidad

El despertador sonó a las 6 de la mañana y Cole, de 16 años, se levantó con dificultad. Se vistió con unos jeans azules, una camiseta negra y unos zapatos y medias negras.

"Cole, el desayuno está listo", exclamó su madre desde la planta baja. "Baja a comer".

"Ya voy, mamá", dijo Cole mientras se ponía una chaqueta naranja con mangas beige y salía de su habitación.

Cole bajó las escaleras deslizándose por el barandal y se sentó a desayunar mientras su madre tomaba una taza de café.

"Hoy llegaré tarde del trabajo", dijo la madre de Cole mientras veía a su hijo. "Te dejé dinero para que pidas algo mientras no estoy, ¿de acuerdo cariño?".

"Sí, mamá", dijo Cole mientras terminaba de desayunar y tomaba su patineta y mochila para ir al colegio.

"Adiós, mamá. Nos vemos en la noche", dijo Cole mientras salía de la casa.

"Igualmente, hijo", dijo su madre mientras terminaba su café y se iba al segundo piso a cambiarse de ropa.

Mientras paseaba por la calle Cole observaba Mid Valley a lo lejos. Este pueblo siempre le parecía aburrido y monótono, ya que no había muchas actividades para hacer. Normalmente, solo salía del pueblo para asistir a reuniones familiares en otra ciudad, donde vivían sus abuelos.