◤•↫✨ Oneshots 愛 ▪ ⋆ ▪ _°-Kagehina-°_✨↬•◥

7.✨Enchanted

"Un poco de libertad" - Canción Enchanted.

Cantante Taylor Swift.

Aclaración: La realeza esta obligada a actuar bajo rangos morales y de conducta.

Al final dejo datos.

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Las fiestas de la realeza eran realmente aburridas, sobre todo cuando eran convocadas para reforzar las alianzas, casado a los príncipes y princesas de dichos reinos y así poder formalizar el acuerdo. A Hinata siempre le pareció innecesario un matrimonio, pero así se habían regido durante años y no es algo que él pudiera cambiar de la noche a la mañana, aunque claro, no podía evitar mostrar cero interés cuando le presentaron a su prometida: Yachi Hitoka.

Desde el inicio de la fiesta la había estado ignorando. No tenía nada personal contra ella pero no quería darle el gusto a sus padres, se resistiría hasta que estuviera en el altar y le apuntaran un cuchillo a la garganta para acceder a casarse.

—Disculpa, Hinata —Yachi de nuevo intentó hablarle, aunque sabía que sería totalmente ignorada —Se que no estas de acuerdo, en lo personal yo tampoco, pero por favor no compliquemos más las cosas.

Hinata por fin se dignó a verla, notando el ambiente pesado al rededor de la pobre chica. A lo lejos podía ver los padres de esta, los observaban todo el tiempo, metiendo presión a la pobre muchacha. Suspiró, no podía permitir que ella sufriera también, él podría superar los castigos inhumanos de la realeza, pero ella quizá no, siempre fue conocida por ser obediente y de cierta forma sumisa. Entre ellos dos estaba claro que la que más sufriría por su resistencia sería ella.

—Esta bien —Accedió —¿Qué quieres decirme?

—Mis padres quieren que nos conozcamos.

—¿Y tú quieres?

—Bueno... nos vamos a casar así que...

—No —Interrumpió —Escucha, me importa una mierda el matrimonio —La chica se sorprendió ante el mal vocabulario del príncipe —Si no quieres conocerme simplemente no lo hagas, cuando nos casemos tampoco tenemos que hacer cosas de pareja.

—Ambos sabemos que no funcionará —Suspiró Yachi, acomodándose lo mejor posible en su asiento para evitar ser reprendida por no ser una dama —Si no puedo escoger al menos quiero saber quién será mi esposo.

—Yo no me casaré hasta que estén a punto de matarme —Sentenció Hinata.

—Ojalá tuviéramos esa opción, poder escoger sin importar quién sea —Sonaba tan triste que el corazón de Hinata se ablandó.  Tomó la mano de la chica y le sonrió.

—Ya hay alguien, ¿Cierto? —El sonrojo en la cara de la chica se lo confirmó —¿Y?, ¿Quién es?

—Y-Yo... bueno...

—Venga, no le diré a nadie —La indecisión en Yachi era palpable y entonces comprendió que era más que solo el hecho de estar enamorada —Prometo no juzgarte.

—Es Kageyama Shimizu —Ella estaba enamorada de otra mujer. Hinata le sonrió de nuevo, demostrando que no había ningún problema.

—Kageyama Shimizu... ¿No es una princesa de los reinos del sur?