La espada de Owerwach

Capitulo 2: Solo soy una espada.

El fuego es algo hermoso, es tranquilo pero agresivo, cálido pero extrañamente deja frío a su paso.

Gracias a el podemos estar aquí, sentados, pensando. Y mis pensamientos son para aquel joven que duerme tranquilo, abrazo a su hermana. Es extraño, su vestimenta, musculatura e incluso su arma es de alguien que está en constante batalla, que sabe lo que ocurre en una, que sabe las tragedias que habitan a su alrededor.

Pero incluso con eso... Su sonrisa están hermosa e inocente... Cómo si fuera un niño...

Esos son muchos de los pensamientos que tengo, pero tengo que regresar a lo que es realmente importante, principalmente la espada que Winston escanea.

Winston, que utiliza su propio escáner, revisa esa espada negra, hace un par de horas que el sol se oculto y tuvimos que movernos hacia un edificio caído por las bombas del ejército Alemán, un intento de defender su patria, pero claramente fueron superados inmediatamente, por lo que este lugar era uno ideal, fácil de defender y abandonar cuando la situación lo requiera.

Por supuesto que Rainhart se encargo de cargar a los hermanos dormidos, algo que no le emociono mucho que digamos, mientras que Tracer hacia de exploradora buscando un buen lugar para descansar. Winston se encargo de llevar el arma mientras me ayudaba a examinar el tatuaje que apareció en mi mano, aún me ardía y fue tan repentino que prácticamente parecía sacado de una historia de fantasía. Je, marcada como una heroína que salvará el mundo.

Irónico y divertido a la vez.

Pero regresando al tatuaje, este es de color rojo, sin duda entre el color escarlata y el de un rubí, su diseño es peculiar, puesto que su figura principal son triángulos, el primero está apuntando hacia el frente, justo entre mi dedo medio, el segundo está directamente en el centro del dorso y finalmente el último está direccionado hacia el medio de mi brazo.

En el camino descubrimos que el tatuaje no esta echo de tinta, tampoco de alguna sustancia similar, pero si tiene una compatibilidad, una con la sangre, también era compatible con el propio sistema nervioso... Más específicamente mi sistema nervioso.

Eso por supuesto fue una bandera roja, una que no estábamos dispuestos a arriesgarnos sin más pruebas con un mejor equipo en una instalación de Overwarch.

Pero nuevamente regresando al arma que porta el joven, tengo que decir que es hermosa y sin duda una obra de arte, aún que no soy muy fan de las armas, como Rainhart o Winston, quien el primero estuvo muy impresionado por su filo, tanto que prácticamente partió limpiamente una piedra, algo muy impresionante y una impresión justificada porque no obtuvo ningún rasguño o daño de su hoja.

Winston por otro lado se interno más en su composición, se interesó al ver un metal tan resistente, afilado y duradero, y utilizando su escáner encontró algo interesante, encontró algún tipo de radiación que comenzaba a disminuir poco a poco, eso espanto a Tracer quien tomo la espada para jugar con ella junto a Rainhart, obviamente sin que Winston la notara por su investigación. Aun que claro la mención de la radiación provocó que arrojará la arma hacia unas piedras y comenzará a gritar con pánico, acción que repitió Rainhart.

Winston rápidamente los calmo y comento que la cantidad de radiación era inofensiva, similar a la radiación de los teléfonos o del microondas. También a claro que está comenzó a desvanecerse lentamente.

Eso nos deja en la situación actual, en la que estoy sentada frente a una fogata improvisada que cree para mantenernos calientes en la noche, después de todo ya estaba comenzando el invierno y digamos que estar en una zona de guerra con los inicios del invierno no es del todo agradable, junto a mi estaba Tracer, a nuestra derecha Rainhart quien cuidaba de los jóvenes y finalmente Winston a nuestra izquierda que estaba mandando un informe de la situación actual al cuartel, junto al informe del arma a alguien. Misma que está frente mío, entre la fogata y yo.