Mi novio el guardaespaldas [Jaywon/omegaverse]

Capítulo 3 🌽

¿Cómo Jungwon conoció a Jay?.

Jungwon salió tarde del trabajo, ese día el auto se había averiado así que tuve que caminar.

Para llegar a casa tenia que pasar por un callejón un poco oscuro, algo que no pasaría si fuera en auto.

—Pero vean que tenemos aquí— dos alfas de olor espantoso se acercaron a él—

—¿A donde tan solo, corazón?—

—Y a ti que te importa hijo de puta—

—Tienes carácter fuerte, me gustas—

—Que mal, ya tengo alfa—

—¿En serio? No tienes marca ni olor a alfa, eres muy mentiroso—el alfa se acercó peligrosamente a Jungwon—

—Aléjate o...

—¿O que? Tus feromonas te delantan, tienes miedo, pero descuida, yo te lo quitare—

—¡ALTO AHI MALDITO ALFA!—

Un exquisito olor invadió la fosas nasales de Jungwon. Olía a lluvia... no, a sol... tampoco, era un combinación de una tranquila tarde lluviosa ¡eso era! petricor... ese aroma que sale mientras la lluvia cae.

—¿Qué quieres?—

—Suelta a ese omega—

Jungwon al escuchar esa firme y fuerte voz sintió una fuerte ola de calor, su celo había llegado.

—Mierda— susurro—

—¿Acaso es tuyo?—

—No, pero eso no te da el derecho de tomarlo—

—Claro que... ¿estas en celo?— se dirigió a Jungwon— ¿Lo ves? Es mio—

— ¿Solo porque esta en celo?—

—El celo llega de repente cuando estás cerca de tu pareja pre-destinada, y llegó justo cuando lo toque—

—Que idiota, apártate ahora—

—¿Y si no quiero?—

—Como quieras—

El misterioso alfa se lanzó directo al otro para golpearlo.

—¡Ayuda!—pidió el alfa a su amigo, pero ese solo se fue corriendo—

—No eres nada más que un estúpido alfa— le dijo Jay mientras le golpeaba la cara y comenzaba a salir sangre—

Jungwon no sabía bien lo que pasaba, solo sabía que su lobo quería ir y entregarse a ese alfa que lo estaba ayudando.

—Lárgate y no vuelvas aquí otra vez—

El alfa salió corriendo de ahí, no le importaba el dolor de las heridas solo quería escapar.

Jay suspiro aliviado y dirigió su miraba al omega que estaba ahí.

—Llama a alguien de confianza y vete a casa antes que que llegue otro alfa—

—Gracias... alfa—más que un agradecimiento sono como un gemido necesitado—

—De nada, y para la otra ve por otro camino, adiós—

—¡Espera!... ¿como te llamas?—

—Jay—

—¿Apellido?—

— Jay Park, ahora si adiós—

5 años habían pasado de eso, y 4 años en los que Jay trabajaba para Jungwon.