Los demonios, seres de otras dimenciones y distintas criaturas viven entre nosotros desde el principio de los tiempos, pero desde un par de siglos a la fecha se han mezclado con los humanos algo que no estaba permitido y sigue sindo un tabú, pues so...
Esta vez no íbamos a estar solos en esta guerra, tendremos algunos aliados...
Un clan de hombres lobo querían autoproclamarse como los reyes absolutos de las bestias y criaturas mágicas del mundo, nosotros siendo la familia más antigua entre los seres mágicos y ancestrales no lo íbamos a permitir, no derramando sangre.
Mi padre el gran Inu-no Tashio no estaba dispuesto a ser testigo nuevamente de una masacre que podría poner en peligro a los humanos que habitaban y convivían en paz con nosotros...(debo decir que la idea de que desaparecieran unos cuantos humanos no me era del todo desagradable) Así que mi padre fue en busca de algunos aliados para la batalla, su primer parada fue en Transilvania a buscar a un clan de los seres más temidos en la tierra Vampiros siendo estos enemigos naturales de los lobos no se negarian a formar parte de la alianza que mi padre buscaba formar.
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No fue difícil hacer que se unieran a nosotros, pues mi padre les explico que solo estábamos formando un frente para tratar de hacerles ver a los lobos que si querían una guerra no estábamos solos y tampoco les sería fácil someternos a su poder, usando la fuerza como último recurso (mi padre siempre tan diplomático).
En fin, los vampiros a su vez buscaron sus propias alianzas viajando a América del norte cerca de la frontera con Alaska, donde tenían su residencia permanente una jauría de lobos con los que extrañamente ese clan de vampiros tenía una especie de tratado o pacto, esto fue clave para ganar está guerra.
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Al jefe de estos lobos de América lo llamaban el gran lobo sabio del norte, o como su nieto menor Kouga lo llamaba "abuelo sabio" era bastante mayor, en forma humana tenía la apariencia de un anciano, el también quería evitar tener una batalla, más aún contra su propia especie pero si no había otra opción todos estaban dispuestos a luchar, por el bien de sus familias y formas de vida.
Muchas criaturas mágicas habíamos conseguido vivir en paz con los humanos, si bien cada quien en su mundo pero en paz, no iban a llegar unos lobos sarnosos a querer perturbar esa paz que tantos años y muertes nos costaron, entre ellas la muerte de mi madre, (por esta razón siempre guarde rencor hacia los humanos).
