Que bien le quedaba esa corbata color mostaza. A muchas personas le quedan mal ese tipo de colores, pero no a él. Que bien le queda toda la ropa en general.
No puede evitar pensar en lo bien que se debe ver sin ropa también ¿tendrá algún lunar en la espalda? Quizás una pequeña cicatriz de la que nadie sepa o cualquier detalles que lo haga parecer más humano y menos etéreo.
Podría mirarlo todo el día, ama que su cubículo esté estratégicamente ubicado hacia la ventana de su oficina y parece tener aun más suerte los días en que esa ventana está sin la persiana y lo puede admirar por largos minutos.
Lleva poco más de dos meses en ese trabajo y una de las razones para levantarse en las mañanas es venir a observar desde la lejos a su jefe. Porque sabe que solo puede observar.
Puede aprender de memoria sus tics, puede saber que le gusta morder los lápices mientras está pensando una idea y que cuando logra armar lo que quiere escribir sonríe victorioso y escribe tan rápido que parece que estuviera persiguiendo las palabras.
Sabes muchas cosas de Kim Seokjin. Pero no cosas del área personal, no sabe si tiene pareja, tampoco sabe donde vive, si tiene mascotas, cuánto gana y si tiene algún otro pasatiempo además de trabajar.
Sabe detalles curiosos, cosas que puede observar y que bajo el riesgo de quedar como un psicópata cosas que aprendió de tanto observarlo.
Sabe que le gusta en el té en las tardes y el café en la mañana, café que siempre pide el más grande, pero que no alcanza a bebérselo más allá de la mitad, también descubrió que le gustan las cosas dulces, que las pocas sonrisas que ha visto son hermosas y que es tan inalcanzable e intocable como lo parece.
Y no solo porque sea su jefe, es simplemente un amor platónico y Jungkook está completamente bien con eso.
- Jeon Jungkook - cree que odia un poco la voz que lo hace salir de su ensoñación y dejar de mirar a su jefe, es una voz irritante y si tuviera que escoger con quien no trabajar estaría la menuda y linda mujer que se sienta su lado - estás en las nubes de nuevo - y Jungkook siempre vive en las nubes, pero no le gusta la forma en que lo dice esa mujer.
No le agrada, pero eso no evita que sea cordial - buenos días ¿Qué necesitas? - porque sabe que siempre quiere algo, nunca le gusta como trabaja y no perdía la oportunidad de recalcar que era nuevo y que aun no tenia el puesto asegurado.
- ¿Los archivos que te pedí están listo? - si la mujer prendiera su computador antes de hablar sabría que los habia enviado a su correo el día anterior, que ya estaba listo para pasar al siguiente nivel.
- Esta en tu correo, esta listo para ir a redacción - y volvía sus ojos hacia la pantalla de su computador, ya habia acabado su momento para mirar a su jefe, ahora tocaba hacer por lo que le pagaban.
Alcanzo a escribir una palabra cuando Shin volvía hablar - sabes que debes mostrárselo al jefe, el lo tiene que aprobar antes de que me lo envíes, recuerda que aún estás a prueba - eso era mentira, pero ya se lo habia dicho a la chica varias veces, parecía no escucharlo o ignorarlo.
Jungkook ya no estaba aprueba, se lo habia dicho el mismo Kim Seokjin cuándo cumplió un mes de trabajar ahí y lo mando a llamar a su oficina para darle la bienvenida oficialmente. Pero al final decidió no discutirlo de nuevo con la chica y solo le reenvió el correo a su jefe.
Fue un poco antes de almuerzo cuándo Kim Seokjin lo llamo a su oficina, el lugar tenia una vista increíble hacia toda la ciudad, era luminosa y siempre olía a algún aromatizándote nuevo - Jeon - decía su jefe y apuntaba a la silla desocupada para que se sentara - hace unas semanas le mande un correo diciendo que no debe enviarme más sus archivos - y Jungkook tomo eso como una señal para hablar de su compañera.
