Capítulo 13: Especial de Halloween

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Omake 1: Un maldito vampiro de verdad

Víspera de Todos los Santos.

Es Halloween en Caldea. Y ellos tienen una fiesta.

Por supuesto, no verás a nadie disfrazarse porque en Chaldea, todos se disfrazan todos los días.

Los atuendos de Servant son tan diversos y únicos que pensarías que están disfrazados, pero no es así. Pueden variar desde armaduras de cualquier época hasta atuendos que podrían considerarse demasiado indecentes o extraños en la era moderna.

Simplemente algo que llama la atención de la gente.

En cuanto a mí, no hay verdadero encanto o singularidad en mi atuendo... Me veo como el Joe promedio que verías caminando por la calle. Y es el único que tengo.

no me gusta

Dejé escapar un suspiro exasperado. Esta es la noche para andar disfrazado de lo que quieras, pero parezco un vagabundo privado de sueño que no puede dejar de quejarse de su vida diaria.

Esa es en realidad mi vida en pocas palabras.

[Si quieres un disfraz, ¿por qué no le pides a da Vinci que te haga uno?]

¡Oh, sí, me he olvidado por completo de ella! ¿O es él?

Es muy confuso…

Por alguna razón, a pesar de ser un hombre en vida, tomó la apariencia de una mujer para poder englobar la belleza que perseguía en vida, razón por la cual luce como su cuadro más famoso.

Llego y llamo a "su" puerta.

"Adelante." Gritó una dulce voz.

La puerta corredera se abrió y me quedé completamente asombrado. Leonardo Da Vinci es considerado una de las personas más brillantes de la historia y sus inventos son reconocidos por estar adelantados a su tiempo: un hombre del Renacimiento.

Pero eso fue un eufemismo.

Su taller está repleto de inventos nunca antes vistos, tanto en el pasado como en el futuro. Me refiero a que algunas de las cosas aquí parecen sacadas directamente de películas de ciencia ficción.

¡Cada uno!

Aunque si te diste cuenta, todos estos inventos tienen un tema común de pájaros, como lo demuestra el hecho de que la mayoría de ellos tenían al menos 2 a 6 alas en sus diseños.

"¿Puedo ayudarle?"

Me dirijo a la fuente. Sentada en una mesa había una mujer de veintitantos años, tal vez un poco mayor. Su belleza parecía enmascarar su verdadera edad. Llevaba un vestido que recordaba al Renacimiento aunque modernizado para dar paso a un movimiento más fluido. A su lado había un pájaro que nunca antes había visto, probablemente porque era un golem en lugar de un ser vivo real.

Hago mi mejor esfuerzo para mantener una expresión neutral ante la belleza frente a mí. "Da Vinci, ¿verdad? Hay algo que quiero preguntarte".

"Estás aquí por un disfraz de Halloween, ¿correcto?" preguntó Da Vinci.

"La gente te ha estado pidiendo disfraces, ¿no?" especulé.

Da Vinci sonrió. "Muy perspicaz. Algunos espíritus heroicos han venido y me han pedido que les haga disfraces y me han tenido ocupada todo el día. Puedo hacerte algunos si quieres".

"Por favor, hazlo." Yo dije.

Y así empezamos a trabajar.

El primer disfraz que me probé tenía una camiseta azul marino con cuello en V con dobladillo blanco y un bolsillo delantero rojo, y pantalones cortos negros estilo chaparrera con cinturones amarillos que sostenían dos bolsillos rojos en cada pierna. Llevaba una chaqueta negra con capucha con dobladillo blanco y adiciones en forma de hombrera en el hombro con cinturones amarillos colgando del frente. Tenía guantes sin dedos que eran negros con dobladillo blanco, una muñequera amarilla y correas blancas que formaban una x en el dorso de la mano. Mis zapatos eran negros y amarillos con correas azules y una cremallera a lo largo de cada zapato, y para completar el conjunto, usé un collar de corona plateado característico.

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