Yoga. (Breek Fanfiction)

ଘㅤ੭ㅤPrólogo

Era otro día más en Villa Troll.
Todos esos trolls viviendo su vida al máximo, tranquilos sin ninguna preocupación o duda de lo que hacen, al fin y al cabo; son tipos felices.

Menos un Troll en particular. Y no, no se trata de el amargo y ex-gris de Ramón. El ya es otra historia, estamos hablando de aquel troll atormentado por sus actos en aquel momento. Y no hay que ser estúpidos para no darse cuenta, imagínate traicionar a tus amigos para salvarte a ti mismo. Te salvas, ¿pero a qué costo?
Pues, Arroyín no pensaba igual. El seguía estando seguro de que lo que cometió estaba justificado, y si, en parte lo está; estaba acorralado, no tenía salida, iba a ser digerido por un berteno.

Pero ponte a pensar un momento, ¿De verdad crees que valió la pena?

Todo esto lo pensaba Arroyín en su cabeza, teniendo una discusión con el mismo, pero era tan testarudo que le hacía caso a su gran e irrompible ego.

Entre todo este colapso mental, Arroyín se dió el tiempo para pensar en su vida antes de crecer como un Troll adulto.

Era algo tan inocente, tan lindo, tan hermoso.

Lo hacía entrar en paz.

O al menos eso pensaba el.

La nostalgia no es paz, Arroyín.

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ🥟

— Ok, um. — soltaba Arroyín mientras arreglaba su armario, buscando alguna forma de arreglar su ""espléndida"" (o a menos asi le decía el) ropa. — ¡No, no, no y no! Dios mío, estoy tan distraído. ¡O peor, estresado! — decía con angustia, inhaló profundamente y soltó el aire atravez de su boca. — No, no, no Arroyín. Tu eres el Troll más pacífico del universo, no puedes dejar que un tonto e insignificante pensamiento te haga sentir mal. — sonrió con dulcura a la nada y siguió acomodando su armario.

Mientras tanto, un Troll de cabello azulado caminaba por la villa, este iría a dónde la reina de todos ellos. Ramón es amigo de Poppy, pero a veces..era un poco intensa.

Poppy era la típica amiga que le importaba demás el problema del contrario. Y no es que este mal, solo que a veces, solo a veces, se excedía.

Y la rivalidad que tenía con Arroyín era uno de esos problemas.

Poppy literalmente ha hecho de todo para que estos dos se reconcilien, pero nada dió éxito. Y cuando finalmente pensó que si dió frutos, era más ni nada menos que una trampa.

Ramón se puso las manos en la cabeza, tratando de no pensar en eso, simplemente lo ponía mal.

O eso pensaba.