"Si hay algo seguro en esta vida, si la historia nos ha enseñado algo, es que se puede matar a cualquiera." - Al Pacino
En alguna parte del extenso territorio Japonés, se encontraba una isla la cual en ella se podía observar que había una gran instalación del tipo militar en ella y por si fuera poco habían varios soldados armados custodiando la gran isla. también se podía observar que las instalaciones estaban conformadas por un solo edificio, el cual estaba rodeada por una muralla de concreto la cual parecía ser impenetrable. Dentro de sus grandes muros se podían observar que había una gama de alta tecnología por todas partes, hasta las paredes estaba impregnadas de tecnología y todo el lugar estaba siendo iluminado por luces que resplandecían de un tono azul claro. El lugar parecía ser un lugar lleno de paz y tranquilidad, pero había un lugar donde se podía sentir una presión tan descomunal, que por medidas de seguridad solo un mínimo personal era autorizado ir ahí y aun así esto no parecía ser suficiente, ya que la seguridad se enfocaba más en este lugar.
La puerta que dividía las instalaciones principales con esta sala, estaba marcada con la letra "Z" y esta estaba reforzada a mas no poder. Atrás de la puerta se podía ver un gran pasillo que iba hacia abajo, las luces que iluminaban el pasillo eran de un azul obscuro, al final del pasillo se podía observar otra gran puerta y aun más reforzada que la anterior. Detrás de esa gran puerta se encontraba una gran sala dividida en dos; la primera mitad era una sala de diagnósticos, ahí se podría ver en la sala a cinco individuos con batas, quienes checaban y monitoreaban las diversas computadoras que se encontraban abundando la mitad de la sala. Pero la otra mitad se podía observar una especie de huevo mecanizado, el cual estaba siendo sostenido y alimentado por varios tubos de metal que estaban también conectados con: el techo, las paredes y el piso. Toda la atención de estos doctores estaba enfocado únicamente en este huevo y lo único que dividía de ellos y el huevo, era una impenetrable pared de metal, el cual solo tenia unas cuantas ventanas— Disculpe doctor Nakamura, tiene que ver esto. —Diría uno de los doctores que estaba revisando una de las computadoras. El doctor Nakamura es una persona ya rondando por la tercera edad, este es de complexión media y de tes pálida. Su cabello es de un café obscuro, pero se podía observar que las canas ya estaban brotando y sus ojos son del mismo color que su cabello.
¿Qué es lo que sucede? —Preguntaría el doctor Nakamura, con un tono de fastidio— El centro principal nos esta informando que hay una falla en la planta de energía y hay una gran posibilidad de que la energía se valla de las instalaciones por unos segundos. —Informaría el joven con un tono de preocupación— No tienes que preocuparte, simplemente vamos a aumentar más la dosis, solo por precaución. —Agregaría el anciano, muy confiado en si mismo, el joven asentiría la cabeza y volvería a monitorear la computadora. Pero de repente la luz de la habitación se apagaría y dejando a todos en una obscuridad total— Mantengan la calma, la energía volverá dentro de unos segundos... —No terminaría de hablar el doctor y la energía volvía a su funcionamiento habitual— Ya ven, no hay nada por que temer. —Diría el Doctor muy confiado— ¡¡¡DOCTOR!!! —Gritaría uno de los doctores muy angustiado— ¿Qué sucede? —Preguntaría el doctor Nakamura muy alterado, mientras que al mismo tiempo se dirigía rápidamente hacia donde estaba el otro sujeto— Señor a causa del apagón el sistema se esta auto reiniciando, y lamentablemente el Sujeto Z no esta recibiendo el sedante. —Diría el doctor, mientras que el señor Nakamura, se empezaría a preocupar— ¡Señor! el sujeto se esta despertando, sus signos vitales se están normalizando y dentro de unos minutos recuperara la conciencia. —Agregaría otro doctor, con mucho miedo en sus palabras— ¡Maldición! traigan una jeringa y un sedante. —Ordenaría el doctor Nakamura a sus subordinados. Pero entonces una serie de temblores empezarían a surgir de la nada, primero un pequeño sismo se hacia presente por unos segundos, después desaparecía, pero no pasaban ni dos segundos y otro sismo surgía, y así sucesivamente. Por desgracia todos los presentes se dieron cuenta que los sismos provenían del huevo que estaba al otro lado de la habitación, pero lamentablemente los sismos cada vez iban aumentando y haciéndose más fuertes— ¡¡¡¡ACTIVEN LA ALARMA!!!! —Gritaría el doctor Nakamura, inmediatamente uno de los jóvenes doctores se apresuraría y con mucho pavor activaría la alarma, el cual se encontraba al lado de la única salida de la habitación. Pero repentinamente el huevo explotaría en mil pedazos, la luz que produjo aquella explosión cegó por un breve momento a todos los presentes en el lugar y para cuando todos pudieron recuperar la vista, solo vieron una gran silueta dentro de una gran nube de humo.
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El Ángel de la Muerte (Elfen Lied y Dragon Ball Z)
FanfictionEn algún lugar de la galaxia existía un planeta conocido como el "Planeta Vegeta" hogar de la legendaria raza de los "saiyanos", pero por decisión del destino este dejo de existir y así condenando a toda una raza. Pero antes de que el planeta explot...