Un chico se encontraba con apuro y entusiasmo por la espera de su pareja mientras arreglaba cualquier "error" en la sala, cocina y baño de la planta baja para su comodidad y evitar momentos vergonzosos por alguna prenda en lugares peculiares. Hace una hora habían tenido una llamada decidiendo pasar la tarde juntos aprovechando la ausencia de sus padres, la razón era que sus mayores irían a casa de sus abuelos una noche -no fué con la excusa de que tenía tareas que terminar dentro de dos días-.
Se detuvo de secar el último plato de la cocina al escuchar la puerta ser tocada tres veces por un ritmo muy conocido que sólo esa persona sabía hacer.
Su novio ha llegado.
Con apuro se dirigió a un espejo de la sala para retocar su bálsamo y algunos mechones rebeldes de cabello. Cómo le encantaba verse bien ante su chico a pesar de que él diga ser el más hermoso y adorable del mundo ante sus ojos.
Abrió la puerta dejando ver a un chico de cabellos oscuros, piel clara y mirada hipnotizante que tantos suspiros le sacaba. Tenía un pantalón de jean roto negro junto con una camisa holgada blanca sin estampado dejando ver un dige color plata, igual al de su pareja, ya que lo compartían con un significado válido para ambos junto con una de sus tantas promesa amorosas que juraban cumplir hasta que esos sentimientos despampanantes acaben, dudando que sea en un futuro cercano.
Sin decir nada se abalanzo al recién llegado abrazándolo por los hombros y dejando besos en su mejilla. El contrario sin duda no es el más fanático de ese tipo de muestras, pero al ser hechas por un chico tan tierno era imposible imponerse, se dejaba hacer a su gusto, hasta llegaba a gustarle y calmarle en ciertos momentos.
Ambos entraron cerrando la puerta de espaldas sin soltarse, dejando lo que tenía en la entrada y corresponderle el abrazo tomándolo de la cintura y acercarlo.
- Te extrañé. -le susurró al oído el más bajo para después verlo de frente aún con sus manos al rededor de su cuello-.
- Nos vimos hace tres días Gyu. -le recuerda con una risita para después juntar sus frentes- Pero también te extrañé, igual que a tus labios -dijo para luego levantar una mano y rozar estos con su dedo-
Beomgyu con un leve sonrojo en sus mejillas bajó su cabeza ocultando una sonrisa, le encantaba esos sentimientos que le causaba su novio sólo por escuchar unas pocas palabras.
Tae con su mano levantó el mentón del menor para después besarlo fugazmente, uniéndose en un beso dulce y tierno mientras lo guiaba al sofá, en un pequeño descuido chocó sus pies contra la mesita que adornaba la sala, sacando una risita del menor.
El tiempo pasaba y ahora estaba Tae acostado con un Beomgyu en su pecho, entre ambos se daban caricias, el último inhala profundamente el perfume de su chico, siendo este un aroma tan embriagante que no podría pensar cambiarlo por alguien más, ni en un sueño se permitiría eso.
Al pasar un rato, en la televisión que tienen de frente pasa una parte subida de tono, poniendo a Beomgyu algo ruborizado y un tanto incomodo, él nunca fue fanático de esas escenas. Evitando seguir viendo, se levanta del pecho de su novio.
- Ya vuelvo, tomaré jugo -dijo en tono bajo-
Pero Tae no era tonto, sabía muy bien lo que ocasionaba eso en Beom, le daba ternura ver cómo se pone ante tales cosas, sin embargo, también sabe que nunca se niega cuando es él quien lo vive. Al verlo cruzar a la cocina decidió pausar la película e ir detrás de él, encontrándose al más bajo de espaldas tomando de su jugo -posiblemente de manzana teniendo en cuenta que es de sus favoritos-.
Se quedó atrás de él y con sus dedos toma el vaso tomando lo último que quedaba, haciendo voltear al más bajo, el pelinegro soltó un suspiro tras beber del líquido viendo el ceño fruncido de su pareja, sabía que no le gustaba compartir su comida o bebida con alguien más.

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"Noche de Películas" -Taegyu
FanficDonde una pareja veía películas tranquilamente hasta ver escenas subidas de tono. Beomgyu sale de la sala por la incomodidad y Tae va detrás de él. - Sabes que esas escenas no son de mi gusto, me resultan tan repugnantes. ¿Cuál es la necesidad de p...