ONE SHOT: FANTASIA NOCTURNA

FANTASIA NOCTURNA

La guerra había terminado y una vez más, Sasuke dejó la aldea para aventurarse en un viaje de redención en el cual como en las veces anteriores, Sakura no estaba contemplada; cuando se despidieron había esperanzas de que su "relación" floreciera, pero al parecer fueron sólo ilusiones de la chica. Han pasado varios meses y no ha recibido noticias de él; empezó a creer que ese amor unilateral nunca dejará de serlo. Sería mejor olvidarlo, como tantas veces había intentado.

Las actividades en el hospital la mantienen ocupada, dejando a momentos el recuerdo de su primer amor, pero al volver a casa y ver la foto de su antiguo equipo le hacía revivir los sentimientos; trataba de eludirlos mirando la imagen de Naruto, quien nunca le ha dejado sola y a Kakashi sensei, que en varias ocasiones la ha protegido, pero vuelve a la imagen de él.

- ¡Maldita sea!... ¡Estúpido Sasuke!.- Estalla en cólera apretando el marco de la fotografía haciendo que el cristal se rompa.

Se dice a sí misma que es suficiente y guarda la foto en un cajón. A partir de ese día, tenía que dejarlo atrás. Apaga la luz y ya en la oscuridad, se tira en la cama hundiendo la cara en la almohada, repitiéndose una y otra vez que debía olvidarlo. Estaba tan concentrada en eso, cuando sintió la presencia de alguien observándola, pensó en Sasuke, quizá haya vuelto. Se incorporó inmediatamente y se encontró con una silueta masculina en su ventana, la decepción no se hizo esperar siendo reemplazada por la sorpresa, al ver la cabellera plateada brillando a la luz de la luna.

- ¿Ka... Kakashi-sama?.- Se lamentaba no tener un kunai cerca, su sensei nunca entraría a su habitación sin su consentimiento.

No obtuvo respuesta del jounin que lentamente se acercaba a ella, sin intenciones de atacarla. La kunoichi se preparaba para darle un golpe. Previendo esto, el intruso acorta la distancia entre ellos colocándose detrás de la chica, inmovilizandola.

- Tranquila. - Le susurró al oído, haciendo que la joven bajara la guardia, para después deslizar la mascarilla y besarla en la nuca y el cuello.

La ninja médico no entendía qué estaba sucediendo, pero el escuchar la voz de su maestro la hizo relajarse abandonandose a las caricias que este le regalaba. Sintió sus manos posarse en sus caderas, una ascendió delimitando sus curvas hasta llegar a uno de sus pechos, acariciándolo suavemente.

- Ka...Kakashi- sa...ma... esto... esto... no está bien.

El jounin no respondió, dándole la vuelta a su alumna, unió su boca con la de ella, jugueteando con su lengua, mientras que ambas manos volvían a dibujar el grácil cuerpo de la chica deteniéndose en su trasero.

La levantó haciendo que la ninja médica entre lazara sus piernas alrededor de su cintura; aún besándose, caminó hasta la cama, donde la recostó gentilmente. Se separaron para recobrar el aliento. Sonrió al escuchar la intensidad de los latidos y respiración entrecortada de su pupila.

De manera ágil se deshizo del camisón para dormir de la chica, dejándola sólo en calzoncillos. La pelirrosa al recordar que no llevaba puesto el sostén, instintivamente se cubrió, pero el jounin se deshizo de esa barrera sujetando sus manos colocándolos a los lados de la cabeza de la kunoichi.

Kakashi volvió a besarla y con una mano bajó hasta la línea donde inicia el vello púbico, se detuvo ahí para acariciar la cara interna de los muslos de la joven. Abandonó los labios de la ninja médico y se apoderó de uno de sus pechos, succionando y mordiendo el pezón, provocando que la joven dejara escapar gemidos por el placer experimentado. Bajó besando lentamente saboreando el cuerpo de su alumna mientras que su mano descendió un poco más, rozando el botón de su zona íntima, haciendo que la chica se arqueara. Con un dedo recorrió los pétalos notando la humedad de esa zona inexplorada.