Día 3

289 35 5
                                    

Después de pelear un rato con el castaño de lentes para que soltara el cuerpo del rubio. Cuando finalmente la noche pareció estar tranquila ante la presencia de guardias en la habitación, el castaño no se sintió del todo cómodo estando en el mismo lugar que aquel par.

Por lo que,en el instante creyó que ambos estaban totalmente dormidos termino escabuyendose por el sitio, buscando una cama apartada y alta de ser posible. Solo para él y sus pensamientos.

Una vez encontró el lugar (cama) indicado, no lo pensó dos veces para arrojarse en la superficie blanda del colchón, sintiendo los resortes queriendo devolverlo al lugar de dónde vino. Sujeto con fuerza la única almohada que esa superficie poseía y la llevo a su rostro ahora hundirlo con fuerza antes de casi gritar como si no hubiera cientos de personas en el lugar.

Tras eso, destenso un poco su cuerpo y junto con ello también sus emociones volvieron al flote.
Consigo cargaba la idea de querer golpearse a si mismo, pues si pecho no terminaba de contraerse ante la contrariedad que sus pensamientos.
Esa sensación de envidia, casi celos no abandonaba su pecho y eso solo le ocasionaba culpa.

Quería llorar, quizá ya lo estaba haciendo, todo mientras parecía querer retorcerse en su sitio intentando que no saliera ningún quejido de su boca.
Y es que, no estaba seguro de si esas lágrimas eran por tristeza o enojo, probablemente ambas emociones combinadas.

Se sentía como el peor amigo del mundo, la persona menos apática y más egoísta que pudiese existir.

Porque carajo, notando la situación, teniendo tremendo escenario frente suyo, literalmente el cuerpo de uno de sus compañeros tendido en el suelo sin vida tras desangrarse, y todos sus pensamientos se desviaban a alguien más.
Todas sus preocupaciones, todo en su mente se desviaban a un híbrido de oso del que se había "despedido" tantas horas atrás.

No era que sus lágrimas acumuladas hace un rato fuesen para el rubio. Porque incluso eso, no logro sentirse triste como creyó que tendría que hacerlo, en su lugar se enojo con él y con el castaño que se negaba a soltar el cuerpo ajeno.
Ese enojo se mantenía incluso en ese punto de la noche, cuando ya todo había pasado.

Pues George al menos logro despedirse de manera decente, al menos pudo darse el "lujo" de estar con Dream otro momento, de regañarlo y quejarse aunque sus palabras no fueran escuchadas.

¿Y él?

Él aún no terminaba de procesar los sucesos acontecidos cuando fue obligado a salir del lugar, a que lo último que sus oídos captaran fuesen los disparos resonando.
Su mandíbula se apretó debido a  la sensación de impotencia que lo carcomia desde dentro.

Se despegó de la almohada para deshacerse de las lágrimas ya derramadas, buscando regular su respiración, dioses, que ese día no había dejado de llorar o tener emociones tan fuertes.

Paso de sentir extrema vergüenza al principio de día, a sentirse en las nubes y en un parpadeó a haber aterrizado contra el frío concreto.

Suponía que aquello que empeoraba su situación era llevarlo todo en silencio y sin explicar a nadie más.
Pero, sentía que no tenía a nadie con quién hablarlo, menos en este punto, seguro aquello que removía las emociones de sus amigos en ese instante era Dream ¿Qué de relevante tendría Spreen con alguno de ellos? De nada serviría intentar decir algo.

Carajo, una vez más el de verde de llevaba el protagonismo.

Karl suspiro frustrado ante sus pensamientos revueltos, está vez se dejó caer en el colchón dejando que su vista enfocará el techo del recinto.
El ambiente de ese lugar cada vez era más frío y lúgubre.
Sus manos fueron a las bolsas de su chamarra, haciéndolo abrir más sus ojos ante el tacto de un objeto.

INSIDE [SpreenxKarl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora