Ideas breves de media noche

Injusto Reloj

—¿ Ya son las 3 de la mañana? En verdad que no se siente...

—Odio ese maldito reloj, solo quisiera que me diera 5 minutos más contigo.

—Yo también lo odio, parece que acelera cuando estamos juntos.

Ambos se mantuvieron abrazados a pesar de que el ya tenía que irse, ambos se aferraban el uno al otro intentando disimular los ticks y tacks del reloj, pero este era inmiserecordioso, no paraba de avanzar y sin ánimo de hacerlo les rompía el corazón a ambos un poco...

—Tengo que irme, pero te escribo cuando llegue y vemos si mañana nos podemos volver a ver.

—Esta bien, nada más déjame ir al baño y te salgo a despedir.

Mientras veía como iba alejándose de él no podía quitarle la mirada admirando cada paso que daba y no entendía como había podido estar en este momento, tan feliz y pleno.

Por impulso sostuvo la taza de café que estaba en la mesa y al sentir como el café tocaba su boca se sorprendió al sentirlo frio, se habían excedido al calentarlo y estaba hirviendo cuando lo sirvieron pero ahora se encontraba completamente helado y cuando comprendió el tiempo que había pasado no pudo evitar sonreír.

Mientras ella regresaba se sorprendió al verlo y se apresuró a abrazarlo.

— Ay mi amor ¿Porque estás llorando?

El cayó en cuenta de que lágrimas habían corrido por sus mejillas sin que el lo notara y empezó a reír nerviosamente.

—Disculpa corazón, es que... El café se enfrió...

El la volteo a ver y como si tuvieran telepatía ella empezó a llorar con el mientras se besaban y volvían a abrazar, ambos teniendo el mismo pensamiento.

—Eres demasiado injusto Reloj...