No conozco a la protagonista, pero estoy ocupada sobreviviendo.

Capítulo 05

'¿Por qué eres tan mezquina?  Tú también disfrutas con la escena en la que la protagonista femenina es animada por los candidatos protagonistas masculinos'.

Penélope reflexionó sobre su mezquindad.

Por supuesto, esa reflexión viene de las monedas de oro que tiene en el bolsillo.  Tener dinero hace que la gente se relaje.

'Por cierto, en esta vida, ¡elegiré un subprotagonista masculino!'

Había 3 candidatos a protagonista masculino.

3er Príncipe, Maestro de la Torre Mágica, Gran Duque del Norte.

Es una combinación que no es nada especial o extraordinaria en el romance. A los lectores les gustaba de todos modos.

Yeo Joo, que murió tras ser utilizada a conciencia por el emperador en su primera vida, elige a su tercer príncipe sin mirar atrás en su segunda vida.

Ella es la razón por la que el tercer príncipe albergaba tanto odio hacia el emperador como su amante.

Mientras ambos coqueteaban bajo la apariencia de sus socios comerciales, sus encantadores sustitutos aparecen y merodean a su alrededor.

Sin embargo, el final es ambiguo.

De todos modos, su marido era el Tercer Príncipe.

Al final, los subprotagonistas masculino, que no fueron elegidos por la protagonista femenina, se quedan solos por estar enamorado de la protagonista.

Despues, el gran duque se casa por conveniencia, y el dueño de la torre de los magos termina viviendo solo por el resto de su vida.

'Fue divertido cuando lo leí, pero cuando pienso que ocurrió en la vida real, me siento mal por los dos'

- "¿Volvemos nosotros también?"

Era Sir Kane.  Penélope, que había estado ensimismada frente a la sucursal de la Torre de los Magos, levantó la cabeza de repente.

Me descuidé y mi corriente de conciencia se dirigió al subprotagonista masculino.  No quería unirse a la rama de la Torre Mágica, así que se entretuvo un rato e incluso investigó la obra original.

'¿Es hora de ocuparse de los demás?  Mantengámonos alerta'.

No importa lo lamentables que sean sus subordinados masculinos, no es nada comparado con ella, que perdió a su marido al mes de casarse y se hizo cargo de su mansión.

'Lastima, no.  Son ricos, guapos y tienen poder.  Yo no tengo ni uno de ellos'.

Penélope se quedó momentáneamente confusa.  El mundo es tan injusto.  Sin embargo, pronto se sacudió sus pensamientos negativos y enderezó los hombros.

- "Ahora vamos a entrar. Hans, quédate aquí vigilando el carro un rato".

- "Haré lo que me ordenes."

Hans bajó la cabeza y respondió.

Tras coger un manojo de hierbas verdes, Penélope condujo a Sir Kane a un edificio destartalado.

El vestíbulo estaba oscuro.

Era un lugar bastante distraído.

Solo había libros y papeles desordenados con fórmulas oscuras escritas por todas partes.

Las estanterías estaban forradas de libros al azar, y había libros preparados para los invitados.

Los libros se apilaban precariamente sobre las mesas y los sofás.