Amenazas.

Capítulo 3

Estábamos muy cerca. ¡MUCHO!

Me tome un tiempo para observalo. Su cabello de color café. Su piel, tan lisa y pálida como una hoja de papel. Sus delgados pero a la vez carnosos labios. Su perfilada nariz. Podría contemplar su rostro por horas. Su mirada se encontró con la mía, y pude detallar sus ojos. Creo que hasta me perdí por un momento en ese color café tan intenso.

Pero todo se arruinó cuando recordé a Josh. Matthew era un gran ejemplo de la personalidad de Josh, mujeriego, arrogante, e impulsivo. No sabía si Matthew podía llegar a hacer lo que Josh hace conmigo, pero de algo estaba segura, no quería averiguarlo. Por esa razón, tengo que alejarme de Matthew antes de que pueda agarrarle cariño o afecto.

Carraspeé -Yo, tengo que irme- Dije apartando mi mirada de la suya.

-No puedes irte, recuerda lo que dijo la enfermera, tienes que cuidarme hasta que ella regrese- Dijo tomando mi mano y sonriendo.

-Tengo que irme, me estoy sintiendo algo mal- Dije soltando su agarre, y huyendo de ese lugar.

Sin pensarlo dos veces huí del instituto. En realidad si me estaba sintiendo algo mal. Me sentía algo mareada y con un fuerte dolor de cabeza.

Abrí la puerta de mi casa y no había nadie allí, para mi suerte, no tendría que explicarle a nadie porque huí del instituto. Me sentía rara, como si algo malo pasaría, podía sentir el aire tenso.

Subí a mi habitación y me recosté en mi cama para descansar un rato, me acosté de espaldas a la ventana. Cuando estaba conciliando el sueño, inconscientemente me gire y quede recostada viendo hacía la ventana.

Abrí mis ojos como platos. Me quedé paralizada, no podía creer que el estuviera allí, no después de tanto tiempo, no creí que se aparecería tan pronto.

Josh me sonrió de manera psicópata. Mi instinto fue ponerme de pie rápidamente y correr.

Corrí desesperadamente, cuando llegue a el último escalón me caí y me golpeé con el filo de una pequeña mesa de vidrio fuertemente en la parte derecha de mi frente. Eso no me detuvo, si importar el ardor que sentía en mi frente me puse de pie y corrí hasta llegar a la puerta. Podía sentir la sangre cayendo en mi rostro.

Cuando abrí la puerta, y logre salir de mi casa choqué con alguien, me imaginé que seria Josh.

-¡Ayuda!- Grité mientras lloraba e intentaba golpearlo, pero este me agarró fuertemente los brazos.

-Tranquila Jennifer, soy yo, Matthew, no te haré daño- Dijo con voz dulce y algo preocupada.

Alcé mi vista, cuando lo vi me tranquilice, aunque no pare de llorar. Me lance a sus brazos.

-No me dejes sola por favor, el quiere hacerme daño- Dije entrando en shock.

-Estoy aquí, no te dejaré pequeña. Prometo nunca apartarme de tu lado-. Dijo alejándome de el lentamente para observar mi herida. -Se ve profunda, debo llevarte al hospital-. Dijo alzando mi brazo para dejarlo descansar en sus hombros, y agarrarme de la cintura.

-Solo, prométeme que no le dirás a nadie lo que acaba de suceder- Dije dejando de caminar para observarlo.

-Lo prometo- Dijo para seguir caminando.

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Después de ir al hospital, Matthew me llevó de nuevo a mi casa. Debo admitir que tenía terror de entrar allí de nuevo. Cuando abrí la puerta, nuevamente deduje que estaba sola en casa.