Secreto - Pedri & Gavi

Prólogo

Gavi

Odiaba el insoportable frío de Barcelona en la madrugada. Nada me apetecía más en este momento que mandar a la mierda todo y quedarme durmiendo hasta las 4 de la tarde, pero debía seguir mi camino. Aunque no lo pareciese, estaba muy entusiasmado por viajar a París con mis compañeros de la facultad. Era una ciudad muy bella, llena de encantos y lugares históricos. Además, se supone que es la ciudad del amor... pero después de tantos mareos de cabeza no sé si es lo que más me apetece ahora mismo.
2 de la mañana. El bus salía en media hora y todavía me quedaban unos cuantos kilómetros para llegar a la parada. Cogí mi maleta y la puse en mi brazo derecho, y empecé a correr como si un animal salvaje me persiguiese. Todavía no tengo ni idea de cómo lo hice, pero llegue 10 minutos antes y con mis cosas intactas. Me estaban esperando mis amigos Jordi y Claudia, a los que saludé con un abrazo rápido.
- La parejita llega tarde como siempre, ¿no? - pregunté al no visualizar ni a Sofía ni a Marco. Nunca podían llegar con tiempo, no sé cómo lo hacían.
- ¿Qué pregunta es esa? Ni siquiera a su funeral llegarían puntuales - rio Jordi.
- Cuando les vea no les va a quedar un pelo en la cabeza. Se van a enterar de quién soy yo - dijo confiada Claudia.
- Yo tendría cuidado contigo, eres peligrosa - se bufó Jordi.
A partir de ese momento desconecté completamente de la conversación al notar una presencia inesperada. ¿Qué coño estaba haciendo él aquí? No sé cómo es capaz de atreverse a presentarse por aquí después de lo que me hizo. Además, por lo que tengo entendido, sus amigos tampoco vienen. ¿Entonces para qué viene?
*Mira que eres tonto. No pillas ni una.*
Cállate consciencia.
Efectivamente, también hablo solo. A este paso voy a tener que parar a la farmacia más cercana a por las pastillas de la esquizofrenia.
No pude estar mucho más tiempo pensando porque Claudia me llamó para avisarme de que ya habían llegado los tardones y que teníamos que subirnos ya a el autobús. Una vez arriba saludé a mis otros dos amigos.
- Hombre, por fin aparecéis. ¿Qué tal el polvo, bien?
- Eres gilipollas - Rio Marco mientras me daba un pequeño golpe en el brazo.
- ¿Entonces fue bien o mal? - dije metiendo un poco más el dedo en la llaga.
- Cállate ya, guarro - advirtió Sofía. Esa fue la precisa señal para cerrar la boca antes de que se me lanzase encima.
Decidí sentarme solo en el bus para poder dormir mejor, aunque no iba a servir para mucho, porque antes de que arrancase el conductor una persona decidió posarse a mi lado.
- Hola - me dijo Pedri de manera tímida. Esto no podía estar pasando. ¿Pedri tímido? Ni de broma. No dejéis que os engañe, es un ser horrible.
Al ver que no le correspondía, decidió levantarse con una mueca de pena para ir a sentarse solo unos cuantos asientos más atrás.
¿Darme pena a mí? ¿Pedri? Qué narices está pasando. Los pensamientos me invadían y no era capaz de conciliar el sueño, así que decidí coger mis cascos y poner mi playlist de Spotify. La primera canción que salió fue Secreto, y no pude evitar que a mi cabeza volvieran recuerdos del mes pasado.

"Lo de nosotros es un secreto, que nadie se entere. Yo siempre me vengo contigo, cuando tú te vienes. Frente al mundo somos amigos, y lo hacemos a escondidas. Tú y yo solos en mi cama, y Dios es el testigo..."

Como deseaba que alguien me dedicara esa canción. O quizás ya lo hicieron. Mi mente se estaba quedando en blanco y ya no era capaz de enlazar las palabras que mi cerebro formulaba, y caí en un profundo sueño del que más tarde desearía no haber despertado nunca.

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Y hasta aquí el prólogo. Ahora comienza la historia de verdad, en la que nos remontamos a un mes y medio antes de que comenzase el viaje a París. Espero que estéis emocionados por saber lo que ocurrió entre estos dos y cómo seguirá la historia.
Un abrazo y cuidaros mucho🫂