-

6.4K 463 224
                                    

Mariana estaba probando algunos outfits que tenía en su armario, viendo como casi ninguno le quedaba a la talla, ya que esa ropa la tenía desde hace unos cuantos años. Hasta que un traje le había llamado la atención.

Era un pequeño traje con falda, blanco y negro, como las películas de hace años atrás. Tenía un pequeño delantal en la falda igualmente, se lo provo y le había impresionado lo bien que le quedaba, así modelandolo en el espejo que había en la habitación que compartía con su esposo, que no tardaba mucho para que llegará a casa, ahora que se acordaba. ¿Y si le hacía una pequeña sorpresa a su amado?

·———————————————————·

No portaba nada debajo de aquella mediana falda, causándole algo de miedo. Acomodó mejor la camisa y igualmente su cabello por lo desordenado que estaba al ponerse la camisa. Rebusco en uno de los cajones en la habitación, buscando algo en concreto. Encontrándolo con suceso. Era un pequeño juguete de silicon rosa, y igualmente un mediano bote de lubricante a base de agua, así suspirando nervioso.

Puso las dos cosas en la cama y se acostó, abriendo sus piernas y levantando su falda, viendo ya su miembro estaba erecto. No había razón alguna, en verdad. Le hecho lubricante al pequeño juguete y dejó el bote a un lado de la cama, mientras que dirigía el juguete a su entrada, alineandolo y metiendolo de apoco. Soltando leves jadeos y un gemido en bajo al entrar completo.

— Ngh, Slime~. —suspiraba, y empezó a sacar y meter aquel juguete que estaba de intruso en su intimidad, gimiendo en bajo por las embestidas que hacía, pero no llenandolo por completo. Deseaba tanto que estuviera Slime ahí.—

·———————————————————·

Charlie había llegado a casa, así dejando su espada y yendo a la habitación de su hija, viendola dormida y sonriendo por ello. Sabía que Mariana, o bueno, su novio estaba acá, ya que si no Juana estaría como toda una niña hiperactiva. Se acercó a ella y depósito un tierno beso en la cabeza de esta, y cerrando la habitación nuevamente.

Se dedicó a acercarse a la habitación donde dormía o duerme, con su amado, ya siéndole posible escuchar los jadeos y gemidos de este.

— ¡Ah, Slime! —El dildo había tocado su punto clave, tirando su cabeza para atrás y haciendo que sus piernas tiemblen por ello.—

Slime se había quedado embobado con la imágen que tenía, ya había entrado en aquella gran habitación, podiendo ver a su amado gimiendo su nombre y en ese pequeño traje que le quedaba a la perfección.

—¿Mariana? —Trago saliva, con un notable sonrojo ya en su rostro, y igualmente en el de Mariana al percatarse de la presencia de su amado.—

—S-Slime. . —Su voz estaba temblorosa, y sacó el juguete de su entrada, gimiendo por ello en bajo, y tirandolo en algún lado, acercándose al menor, con sus piernas temblando.— Slime, t-todo tiene una explicación.

Slime se acercó a su amado, tragando pesadamente y poniendo sus manos en la cadera del mayor, a pegándose a él y oliendo el perfume que portaba en aquel traje. Así Mariana dejando que haga lo que hacía.

—You. . You smell so good. —Paso sus manos por debajo de la falda del mayor y apretando los glúteos de este, clavando sus uñas y aún oliendo a su amado.—

Slime había perdido la cordura, tiro a su amado a la cama y se quitó el pantalón que tenía, sonriendo pícara mente por como estaba su novio. Y levantó la falda del antes mencionado. Agarrando sus piernas y poniéndolas en sus hombros, aliniando su pene en la entrada ya húmeda de su novio. Metiendolo de golpe. Y posando sus manos en las caderas de este.

—¡Ah, ah, Charlie! —movió sus manos hacía las manos del menor y las apretó. Soltando lágrimas por la brusquedad de su amado, aunque amaba eso.—

Slime quitó la camisa que portaba el mayor, dejándola tirada en algún lado y admirando su desnudez con lujuria. Arqueando su espalda hacia uno de los pezones del mayor, lamiendo este y mordiendolo con rudeza, haciendo lo mismo en los hombros, cuello y otras partes.

Mariana ya tenía lágrimas en sus ojos, teniendo estos cristalizados y gemia en alto por culpa del menor.

·———————————————————·

Mariana daba sentones arriba del menor, mientras que el aire le faltaba un poco, por culpa de una correa que portaba en su cuello, mientras que Slime jalaba de esta con rudeza. Y igualmente tapaba con uno de sus dedos el glande del mayor para que no pudiera eyacular.

—hic— S-Slime, por favor. —Fue la única palabra que había podido decir desde que empezaron, actualmente se encontraba lleno de marcas hechas por el menor, tanto por la parte de su cuello como por su espalda o su trasero, en este, marcas de las manos del slime.—

— I'll let you cum, but when you start calling me like I told you to, wife. —habló, así jalando más fuerte, recibiendo de respuesta un gruñido. Riendo por ello,  depositando un tierno beso en los labios ya maltratados del mayor.—

Mariana empezó a mover sus caderas ansioso, mirando al contrario con lujuria. Esta ves, iba a intentar no ser un bebé llorón, así suspirando y limpiando sus lágrimas.

— Okey. —hablo, y sus labios habían empezado a temblar, al no saber que decir a lo antes mencionado del contrario. Así apareciendo un pequeño sonrojo en sus mejillas. —

Slime jalo nuevamente al contrario, así poniendo la cabeza de él detrás de la suya, y levantando el trasero de este, sacando su miembro y metiendolo de golpe por pura "gracia". Recibiendo de respuesta por el acto que hizo, un gemido en alto y clavadas de uñas en su espalda.

·———————————————————·

Mariana se encontraba bastante cansado, pero su amado quería aún más. Ya había eyaculado más de 3 veces, por culpa de como lo trataba su novio, definitivamente, sería una larga noche. Si no fuera porque JuanaFlippa había entrado en la habitación sin aviso.

—¿Dad, mamá? —restregó su mano por uno de sus ojos, dando a entender que se venía levantando.— I was hearing several screams from my room. ¿Están bien?

Mariana se había quedado sin palabras.

Slime jalo " disimuladamente " la correa que aún portaba su novio.

— Mom and dad are good, You don't have to worry JuanaFlippa. —dijo, sonriendo y dio un cálido beso en el rostro del mayor. Así Juana quedando convencida, solo río en bajo y cerró la puerta.

Mariana estaba a punto de hablar hasta que otra embestida se hizo presente.

—¡Hay, mierda, men~! —Gimio, y por fin los dos habían acabado, aún así Slime no había quedado totalmente satisfecho.

—My bitch wife. —Agarró del mentón al mayor y beso aquellos adictos labios, eran como una gran droga para él. Y para su mismo gusto y tacto. Todo el cuerpo de su amada lo era.—

·———————————————————·

1149 / 18/4/23 / 3:01 pm.

" Daddy likes crazy girls " - fliporiana one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora