Lo bueno es mejor que lo Perfecto [Bellamione]

Capítulo 4: Y sonríe a la luna como si la conociera

"Así que", comenzó con cuidado, "dijiste que necesitábamos hablar. Además, te las arreglaste para localizarme, ¿cómo lo hiciste, por cierto? Así que debes haber tenido un propósito". Bellatrix se rió en su té, inclinándose hacia atrás tan cómodamente como se podía en una silla de cocina, y disfrutó de la pregunta y el razonamiento ligeramente desenfocados de Hermione.

"Larga historia", respondió Bella, poniendo los ojos en blanco. "El último lugar al que alguien que se está escondiendo debería ir es a casa, y además, no solo te estás escondiendo, estás 'muerto', por lo que estarías bastante seguro allí, ya que nadie vendría realmente a buscar. Además, me di cuenta de que, aparte de Hogwarts, este es el último lugar donde alguien te cuidó. Me llevó un tiempo verlo, pero el único lugar al que iría es aquí". Hermione parpadeó en estado de shock, no se dio cuenta de lo bien que Bellatrix la conocía. Ella dudaba mucho de que Harry o Ron, o cualquier otra persona, pudiera encontrarla como lo había hecho Bella. Fue un pensamiento bastante solitario, pero extrañamente conmovedor.

"Oh", dijo Hermione con una voz pequeña, mirando hacia abajo a su taza de té. Bellatrix frunció el ceño, tratando de averiguar lo que había dicho para molestar a Hermione. Incierto, se conformó con acariciar torpemente las rodillas de Hermione por un momento. Cada vez más confundida, Hermione miró hacia la expresión pellizcada de Bella, preguntándose por el conflicto que arremolinaba esos ojos oscuros y arcanos.

Bellatrix no tenía ni idea de cómo decirle a Hermione que creía que estaba desarrollando sentimientos por ella. Bella apenas podía entender lo que el caos rebotaba en su cabeza, con todo el desconcertante amor por culpa y el éxtasis por el dolor. ¿Cómo se podría esperar que en el nombre de Merlín hiciera que Hermione entendiera y entendiera la enormidad de todo esto? Así que Bellatrix decidió decirle a Hermione todo lo que había pensado y hecho ese día que la llevó hasta aquí. Fue un proceso largo y arduo (Bellatrix tenía una tendencia a salirse de la pista con bastante frecuencia), pero Hermione fue extremadamente paciente con ella. Mientras Bella le contaba detenidamente de la preocupación y el orgullo iniciales que había sentido, del Antes y de lo que había encontrado debajo de todo, toda la situación se sintió progresivamente surrealista para Hermione. Sin embargo, podía ver lo difícil que era para la mujer mayor confesar todo esto, así que la escuchó, la calmó cuando pudo, esperó a que averiguara cómo expresar ciertos sentimientos extraños y reflexionó sobre sus propios sentimientos hacia Bellatrix.

Cuando Bellatrix terminó de hablar, cayó silencio entre las dos mujeres. Hermione estaba tan envuelta en sus pensamientos giratorios y emociones confusas que le llevó un tiempo inusualmente largo captar el estado mental de Bellatrix. De hecho, no fue hasta que Bellatrix, que estaba jugueteando ansiosamente con su varita, sonó accidentalmente la blusa de Hermione con chispas verdes errantes. Hermione levantó la vista, sobresorda, al ver a Bella asomándola culpablemente desde detrás de los zarcillos de pelo de cuervo.

"Lo siento", murmuró Bellatrix, cepillando pequeños copos de ceniza de la parte superior del pecho de Hermione.

"Si no lo supiera mejor, diría que lo hiciste a propósito", respondió Hermione a la ligera, asintiendo con la cabeza donde la mano de Bell descansaba sobre la hinchazón de su pecho. Bellatrix se enrojeció de vergüenza y rápidamente hizo que retirara su mano, pero los dedos de Hermione se cerraron alrededor de su delgada muñeca. Hermione suspiró mientras Bellatrix bajaba su antebrazo hacia la mesa, aunque mantuvo su mano en la muñeca de Bella.

"Respira, Bella", recordó, frotándose círculos relajantes en el lomos de la mano. "Me acabas de decir mucho, algo extraordinario y otro terrible, pero todo muy importante. Solo necesito tiempo para pensar, para resolverlo todo, ¿de acuerdo? Hermione llevó la mano de Bella a sus labios y besó la piel fría con ternura, casi reverentemente, tratando de tranquilizar a la bruja insegura. Y Bellatrix se consoló, aunque solo un poco, pero el cuidado evidente en la forma en que Hermione la habló y la tocó, incluso después de todo lo que acababa de aprender.

"Claro", respondió Bellatrix, más duro de lo que pretendía. Se estaba quedando sin formas de protegerse de la amable mujer que estaba a su lado, y eso fue absolutamente aterrador. "Tómate tu tiempo", agregó, suavizando deliberadamente su tono. Excepto que no lo haces. Hermione soltó la mano de Bellatrix con una pequeña sonrisa, y luego se retiró visiblemente a sus profundos pensamientos. A medida que el silencio se asentó una vez más, Bellatrix cambió incómodamente, aunque esta vez, buscó sus dedos temblorosos con el collar que Hermione le había dado, en lugar de su varita.

La cabeza de Hermione estaba regoteando con la nueva información que estaba trabajando para reconciliar. Las cosas por las que esta mujer había pasado... Honestamente, fue notable que Bellatrix pudiera funcionar en absoluto. Hermione había llegado a un acuerdo con el hecho de que tenía sentimientos tan profundos y románticos por Bellatrix hace algunos meses, pero debido a la extraña naturaleza de su relación, y a la propia Bellatrix, se había visto obligada a aceptar que la mujer de la que estaba enamorada era incapaz de devolver esos sentimientos. Hermione dudaba más bien de que alguien conociera a Bella tan bien como ella, con la posible excepción de Narcissa. Ella entendió que el abuso que Bellatrix había sufrido a manos de tantos (que solo había alimentado la oscuridad que plagaba su mente) había paralizado gravemente la capacidad de la mujer mayor para reconocer y expresar cualquier cosa que la hiciera sentir débil, vulnerable, es decir, las emociones. Con una abrupta ola de simpatía, Hermione se dio cuenta de lo fuerte y conflictiva que las voces en la pobre cabeza de Bella deben haber estado gritando para que tuviera que decírselo a Hermione. Y de repente, ninguna de las innumerables razones por las que esta fue la peor idea desde que el Horrocrux importó, no al lado de las confesiones de tormento y amor de Bellatrix.

Bellatrix suspiró y arrojó sus ojos oscuros hacia abajo. Fui un tonto al preguntarme si una mujer como ella, tan pura de corazón y llena de vida, podría realmente cuidar de alguien como yo. Oscuro, retorcido, un asesino cruel, un torturador despiadado, una anciana dañada. Comenzó, sorprendida por las tímidas y suaves y suaves dedos que rozan suavemente la piel helada de su mejilla pálida. Se permitió relajarse en la simple caricia de la mano de Hermione, que ahora tenía la forma de la mejilla de Bellatrix, el calor de la mano de la mujer más joven que se cuela en la piel de Bella.

"Yo también te extrañé", le dijo Hermione simplemente, con las comisuras de los ojos arrugando ligeramente mientras sonreía.

"¡Estás llorando!" Bellatrix exclamó, alarmada. "¿He hecho algo mal?" Bellatrix preguntó, sonando confundida y afectada. Sus ojos oscuros estaban llenos de culpa, y Hermione entendió que la mujer mayor aún no confiaba en sí misma.

Bellatrix levantó las manos temblorosas hacia la cara de Hermione, la expresión de Bella profundamente dolió. La bruja oscura, que había estado tan retorcida y perdida durante tanto tiempo solo para encontrar la paz con su enemigo, contuvo la respiración mientras las yemas de sus dedos rozían ligeramente la suave mejilla de Hermione, rozando sus lágrimas con tierno asombro. Las yemas de los dedos de Bellatrix bailaron sobre la piel de Hermione, por su mejilla, sobre su frente y sobre sus labios. Hermione dejó que su vacilante contraparte la explorara, conteniendo su escalofrío de emoción solo con un magnífico esfuerzo. Aún así, no estaba hecha de piedra, y la expresión de confianza y placer parpadeó en su cara cuando Bellatrix levantó su otra mano para acurrucarse contra el cuello de Hermione. Donde una vez Bellatrix se habría burlado de la reacción de Hermione a su proximidad, simplemente miró a Hermione con ojos curiosos. Parece tan llena de inocencia casi infantil, que Hermione pensó con tristeza mientras miraba a Bella. Sus labios rosados partidos, su expresión abierta y sus ojos abiertos le quitaron años de su cara aún hermosa, y el único zarcillo de pelo de sable rizado que colgaba en su cara recordaba a un niño pequeño. Ella es tan pequeña, reflexionó Hermione, afectada por ver a la mujer en un raro momento de verdadera vulnerabilidad. Y tan triste... Consciente de que su corazón latía fuerte en su pecho a las continuas caricias de Bellatrix, Hermione cogió lentamente la mano de Bella, la que descansaba sobre su hombro, y la tomó en la suya, colocándola deliberadamente sobre su pecho, directamente sobre su corazón palpitante.

"¿Ves, Bella?" Hermione susurró después de un momento. No estaba segura exactamente de por qué hablaba tan suavemente, sabiendo solo que este momento entre ellos parecía exigir cuidado y respeto. Ella sonrió tranquilizadora mientras continuaba. "Estoy bien".