Amor en el ojo de una tormenta [Cissamione]

Capítulo 1

Había sido fácil para Narcissa Malfoy al principio. Muy, muy fácil. Había cosas que hacer, la mayoría de la gente contra la que testificar. Eso no le había ganado ningún amigo de ningún lado. Como cualquier otra cosa en la vida, todo se reduce a hacer listas. Excepto que no estaba planeando la fiesta de la temporada. Escritos en pergamino había fechas para aparecer en el Ministerio, no fechas para la llegada de los catering. Ella mantuvo pequeñas notas sobre cuánto y a quién donar dinero.

Pero entonces, las cosas empezaron a ralentizarse. Después de todo, las pruebas no podían durar para siempre.

Lucius se mantuvo ocupado todo lo que pudo. No se había ido por completo por sus acciones en la guerra. Pasaba algún tiempo antes de que el nombre de Malfoy volviera a ser estimado y Lucius ciertamente no sería la razón por la que lo sería. Pero podría tratar de hacer las cosas un poco mejor para ellos. Eso es lo que dijo cuando se pasaban el uno al otro en los oscuros pasillos de Malfoy Manor.

¿Y Draco? El corazón de Narcissa dio un salto cada vez que pensaba en él. Termina su educación, aprende a navegar por este nuevo mundo de la posguerra. Se distancia de su familia públicamente. Ese era el plan. Lo había pensado él mismo. Narcissa, con la lengua pesada en la boca, no podía argumentar en contra.

¿Qué habían hecho ella y su generación por sus hijos? Trajo otra guerra, eso es lo que. No, ella no podía culparlo ni un poquito.

Los periódicos publicieron columnas durante meses sobre el bien triunfante, las historias de guerra de Potter y sus amigos, el vergonzoso final de los mortífavoros. Rita Skeeter añadió, cada vez que tenía la oportunidad, que siempre había creído en Potter. Habían tenido una conexión especial desde el Torneo de los Tres Magos. Esa fue la única pieza que hizo sonreír a Narcissa. Rita nunca cambiaría, había sido así incluso en sus días en Hogwarts. Había usado el nombre de Bellatrix, una vez, mientras estaba en la escuela, en un intento de unirse a algunos cuatro años. En respuesta, Bellatrix había retenido a Rita en wandpoint y le había dicho que nunca volviera a pronunciar su nombre.

Hubo algunos reporteros que, en las notas al margen o justo al final de los artículos, mencionaron el llamado cambio de corazón heroico de Narcissa justo al final. Narcissa asumió que se les pagaba por la palabra y quería ganar todo lo que pudieran. Esas menciones se secaron rápidamente. Narcissa se negó a dar entrevistas y nadie, especialmente aquellos que lucharon con la Orden, quería escuchar nada al respecto.

No había sido valiente, en opinión de Narcissa, mentir. Fue pura desesperación. Y cualquiera que la conociera sabía que se hacía solo para Draco, al igual que el Voto Inquebrantable con Snape. Eso no era heroísmo. No es del tipo de los que los periódicos querían hablar. Ella no tenía el corazón para ese tipo de valentía.

Y así, el mundo mágico, reagrupándose y tal vez más ligero de lo que había sido, era más o menos lo mismo para Narcissa que cuando Voldemort estaba en su punto más fuerte, excepto por la mansión que estaba en silencio y sin usar por los mortífadecentes. Dejó de leer el periódico. Estaba cansada de las noticias recicladas, los mismos relatos de lo que sucedió durante la guerra se redactaron de manera ligeramente diferente. Se arrastró por la mansión y se mantuvo para sí misma, esperando.

"¿Te lo echas de menos?" le preguntó a Lucius en una noche débil. Ella era una botella de vino y tenía ganas de pelear.

"No", dijo Lucius con el mismo tono de voz que usó cuando habló con funcionarios del Ministerio.

Ahí es donde estamos ahora, pensó. Su marido estaba tan vigilado a su alrededor como lo estaba con el mundo exterior. Ella no podía decidir si lo amaba u odiaba por ello.

Meses más tarde, cuando todo era igual y había leído todos los libros que le interesaban en la biblioteca, sugirió un cambio.

"Narcissa, ¿qué crees exactamente que puede ser diferente ahora?" Lucius preguntó.