Querida Zoemi: 9/abril/2020

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Bueno, ya me di cuenta que no soy la favorita del universo. Ni de Dios. Ni él me conoce.

Te pongo en contexto, un raro contexto.

Fuera del diario
Ayer

Bajaba las escaleras con mi pijama de Hello Kitty y un moño desarreglado en la cabeza.

Tammy: ¿qué hay de cenar?- dije alegre llegando a la cocina encontrándome con mamá bien arreglada- ¿saldrán sin mi?

Mamá: ¿qué? No, hoy vienen a cenar unas personas así que ve a cambiarte y cepilla tu cabello- ordenó.

Acate la orden, me puse algo más decente, un vestido blanco con un suéter azul delgado y mis converse. Era algo sencillo pero formal. Me maquille un poco y cepille mi cabello dejándolo suelto.

Escuché como papá reía con alguien así que supuse que eran las visitas. Que a decir verdad no sabía quién era.

Baje las escaleras con algo de timidez, si no los conocía eso significaba tener que convivir y sacar mi lado casi inexistente de extrovertida.

Llegue al living con las manos juntas.

Tammy: buenas noches- saludé alegre pero tímidamente.

Papá se dio la vuelta dejando ver al otro adulto. Cara...

Papá: oh hija al fin bajas- sonrió.

Tammy: un gusto verlo señor Rob- estreche su mano.

Rob: el gusto es mío Tammy- sonrió- Aidan salió al patio, ¿por qué no lo acompañas?

Si supiera que sería demasiado incómodo. Sonreí y camine con dirección al "patio". Obviamente no iría. Así que tome otro rumbo para salir al patio de enfrente.

Exhale e inhale profundamente pensando si esto no puede empeorar.

Aidan: no puedes evitarme por siempre- mierda. Dime universo, ¿qué demonios te hice?

Tammy: yo esperaba que si- me di la vuelta encontrándome con sus ojos verdes.

Aidan: ¿exactamente por qué?

Tammy: oh bueno... pues... porque...

Aidan: ¿te dio miedo lo que dije?- se acercaba lentamente.

Tammy: a decir verdad si, no sabía qué tan real era lo que dijiste, o qué partes lo eran.

Aidan: sé que me tarde en saber exactamente lo que sentía, y si era verdad tal vez si sentía lo mismo.

Tammy: ¿sentías?

Aidan: así es, porque ahora sé que si estoy sintiendo algo por ti- tomó mis manos.

Tammy: ¿es broma?

Aidan: no, no lo es, Tamara en serio estoy enamorado de ti.

Tammy: ¿cuando te diste cuenta?

Aidan: cuando vi tu sonrisa aquella vez por mi ventana cuando te di las flores- acarició mi mejilla- cuando pude verlos brillando de la emoción, vi a Tammy, una niña pequeña pero a la vez tan madura.

Tammy: no sé qué decirte.

Aidan: no digas nada, tenerte aquí enfrente y decirte todo esto es un alivio para mi.

Tammy: ¿por qué?

Aidan: no sé cómo decirte esto- dejó salir un suspiro largo- mis papás decidieron mudarse a Nueva York.

¿Alguna vez sintieron como todo se derrumba? ¿Cómo todo puede cambiar? Así me pasó a mi.

Tammy: ¿y por qué lo tienes que decir?- solté sus manos con brusquedad.

Aidan: no podía irme sin decírtelo- trató de tomar mis manos pero no se lo permití.

Tammy: no- grite- me dejas aquí con mi corazón en la mano, me dices todo esto y ¿ahora me dices que te vas?- sentí mis ojos cristalinos- ¿sabes cómo me siento ahora?

Aidan: no era mi intención causarte más daño- dijo tomando mis manos- si pudiera hacer algo para que no sufrieras- acariciaba mis manos con sus pulgares.

Tammy: si hay algo- dije sorbeando mi nariz- quiero que te alejes de mi y no me vuelvas a buscar- solté nuevamente sus manos y entre a casa.

Dentro del diario
Actualmente

El resto de la cena fue incómodo. No podía ver a los ojos a Aidan. A pesar de que los ama ver.

Se irá Nueva York en unos días y yo me quedaré en Seattle. El amor de mi vida, simplemente se irá. Y no hay nada que yo pueda hacer.


-Tammy Hills

Pd. Ignora las lágrimas que empaparon tus hojas.

Confesiones a un diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora