One~Shots (Haikyuu!!)

~2~

~Aofuta versión femenina

~Violencia, homofobia y sangre

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En la noche solitaria Futakuchi y Aone caminaban tranquilamente -¿hay algo para cenar esta noche?- veía a la otra chica poner sus dedos en la barbilla -descuida si no hay algo, lo podemos pedir, aunque no sé si estén abiertos a estas horas- volvía a verla porque sentía la mirada de la otra -tienes razón, hay lugares 24 horas- sonreía poco y tomaba la mano de Aone -lo sé, yo también te amo- sentía que sujetaba su mano con fuerza y delicadeza al mismo tiempo -estuviste muy bien el día de hoy en el entrenamiento- la chica de cabello blanco asentía y besaba la mejilla de Futakuchi haciéndola reír, las dos seguían caminando, hablando entre ellas hasta que varios hombres las detenían -¿Qué necesitan?-

-Pensábamos en asaltarlas y quitarles todo lo de valor- hablaba un hombre tan alto como Aone

-Pero las vimos tomarse de la mano y eso da asco-

-¿Qué?- Futakuchi alzaba una ceja y sonreía burlonamente -¿Por qué asco? ¿Acaso tu mujer te engañó por otra y ahora buscas venganza?- su sonrisa se convertía en mueca de dolor al ser golpeada en su estómago, al mismo tiempo ambas eran separadas -Aone...- tosía un poco

La chica de cabello blanco veía a la castaña ser rodeada por varios hombres, ella es fuerte, quiere ayudar a su novia ¿Entonces porque no se puede mover?

Dos hombres tomaban los brazos de la chica, mientras que otro la golpeaba en el estómago nuevamente -odiamos a las personas como tú-

-Que idiotas son entonces, solo déjenos en paz-

-No lo haré- tomaba el cabello castaño y lo jalaba hacía atrás -¿Por qué caminan de la mano? ¿Por qué se besan un público?-

-Por qué tenemos el mismo derecho de amar y demostrarlo-

-Cállate- la arrojaban al suelo y comenzaban a patearla, ella se encogía lo más que podía, quejándose de cada golpe que recibía

Aone seguía preguntándose a sí misma, porque no puede correr y proteger a Futakuchi, sabía que su pareja era más valiente que cualquier otra persona, Futakuchi fue quien la invitó a jugar volleyball, la que llevó al equipo a las nacionales, pero también sabe que es una mujer frágil, lloró cuando las senpais dejaron el club, lloró cuando descubrió que su hermana pequeña enfermó de gravedad... Futakuchi simplemente era una persona con sentimientos... igual que ella

-¿Ya está llorando?- el hombre se agachaba y volvía a jalar el cabello de Futakuchi

-Idiota... duelen sus malditos golpes- se quejaba y había lágrimas en sus ojos pero no caían -pero puedo resistirlos, he recibido mejores-

-Sigues hablando mal, si eres una dama deberías hablar mejor- la tomaba de la cara -me da asco que las mujeres hablen así-

-¿Quieres algo que de asco?- a pesar de golpes, ella volvía a sonreír desafiante -mírate al espejo, maldito idiota homofóbico- le escupía en la cara al hombre

-Maldita niña- azotaba la cabeza de la chica contra el suelo -haré que pagues por eso-

-¡Futakuchi!- Aone trataba de zafarse de los hombres, pero entre tantos lograban detenerla

-Y sé cómo lo haré- se levantaba e iba hacia la chica de cabello de blanco -mataré a tu novia y tú la seguirás después- sacaba un arma de su saco sorprendiendo a las chicas

-Aléjate de ella...- trataba de levantarse

-No puedes defenderla, así como ella no te defendió-

-T~tú no la conoces- se levantaba, veía a Aone, sonreía poco y hablaba en voz baja para después correr hacia el hombre con el arma -¡No dejaré que le hagas daño!- tomaba las manos del hombre, ambos comenzaban a forcejear

-Aún tienes fuerzas-

-Te lo he dicho, maldito imbécil, no dejaré que la toques-

Los dos seguían forcejeando, hasta que el sonido de la arma disparando hacía eco en el callejón, todos se quedaban en silencio, lentamente caía la chica castaña -suficiente, vámonos- todos comenzaban a correr dejando a Aone viendo a Futakuchi, ella lentamente se acercaba y se hincaba

-Futakuchi- quitaba el cabello que cubría la cara -despierta, ahora- veía que la sangre caía de la boca y nariz -no es tiempo de bromas...- se acercaba al pecho de su pareja, buscaba algún ligero latido, pero no había señal de ellos -n~no- levantaba el cuerpo de la chica, lo abrazaba con mucha fuerza, comenzaba a llorar.

-¡Aone!- escuchaba la voz de la castaña -¡Aone, vamos!- abría los ojos lentamente -ya despertaste- sonreía y alzaba una ceja -¿Qué soñabas? gritabas mi nom...- Futakuchi se sorprendía al sentir un fuerte abrazo

-Estás bien-

-Eh, s~sí- se sonrojaba poco, pero eso cambiaba rápido -Aone, me estas partiendo en dos- sentía que dejaba de abrazarla -ya, estoy aquí- se levantaba -haré el desayuno-

-No- la tomaba de la mano y la acostaba otra vez en la cama -yo lo terminaré-

-O~ok- veía que Aone tomaba un oso peluche -está bien, lo abrazaré- hacía esa acción mientras que la otra solo se iba -... [esto fue extraño, incluso para mí]-    

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Sigan esperando más historias 

Felices escrituras y  lecturas