Kylian Mbappé x Fem!Lector Resumen: Fotógrafo los encuentra en un pasillo muy juntos, hace su trabajo y Kylian se molesta...
Autor: peaky-shelby en Tumblr.
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Tal vez no sea tan malo, pensé para mis adentros. Caminando de un lado a otro en los vestuarios, si fuera en otro momento, odiaría estar allí. Los perfumes fuertes siempre hacían que mi estómago se retorciera y revolviera. Lo odiaba, pero ahora mismo algo más estaba retorciendo mi estómago y lo odiaba aún más. Me froté la cara con las manos, como si fuera una lámpara y desearía que el tiempo volviera y pudiera evitar que hiciera lo que hizo, pero el tiempo parecía permanecer dolorosamente lento y avanzar. Estaba entrando en pánico, exagerando, haciendo una oferta de la nada.
"Tenemos un problema-" Kylian entró detrás de ti, abriendo y cerrando la puerta rápidamente, casi arruinando todas mis esperanzas de que todo estaba en mi cabeza. Me di la vuelta para enfrentarlo, sosteniendo mis manos en puños. Había estado lidiando bastante bien con el drama de ser amigo de Kylian, lo había aceptado, junto con el seguimiento constante de los paparazzi. Cuando empezaron a salir, ambos trataron de mantenerlo en secreto todo el tiempo que pudo y parecía estar funcionando hasta que...
"Le diste un puñetazo al maldito tipo en la cara-"
"¡Lo sé!" dijo, levantando las manos, como si un árbitro lo estuviera llamando por una falta.
"¿Oh tú sabes?" Le pregunté, burlándome de él. "Eso apesta porque preferiría que me dijeras que te hipnotizaron o algo así".
"¿Cómo sería eso mejor?"
Te agachaste en uno de los bancos, agarraste lo más parecido que pudiste encontrar, que era una camiseta del PSG, y le lanzaste "¿cómo es mejor idea golpear a un tipo de la nada?"
"¡Ey!" sostuvo la camiseta en sus manos "Nunca dije que fuera una buena idea. ¡Estoy diciendo que me rompí!"
"¿No pudiste haber golpeado una pared o algo así?"
"¡El tipo nos estaba tomando fotos! ¿Por qué estás enojado conmigo?" gritó de vuelta. Respiré hondo y me senté en el banco más cercano, sosteniendo mi cabeza entre mis manos, temiendo que incluso pudiera explotar. Lo escuché suspirar y maldecir hasta que se sentó a mi lado. Ni siquiera podía mirarlo, sentía todo tipo de emociones, temiendo por los titulares y artículos de mañana, el impacto que tendría en su figura pública. "Lo siento" murmuró; Sabía lo difícil que debe haber sido para él hacerlo. Incliné mi cabeza para mirarlo, él estaba mirando al suelo. "Pensé que podría conseguir la cámara y las imágenes nunca se filtrarían. Estaba tratando de salvarlo tanto como pude".
"Últimas palabras famosas". Bromeé y volví a apartar la mirada.
"Sé lo que te van a hacer estas fotos de nosotros besándonos viendo la luz, quería detenerlo".
"Le rompiste la mandíbula".
"Eso es-" buscó las palabras correctas "No le rompí la mandíbula. Está exagerando. He tenido golpes más duros en el campo".
"Estoy bastante seguro de que estaba sangrando-"
"Los pisos están rojos, no sabrías si estuviera sangrando-"
Lo miraste sorprendido a punto de reír "¿Eso es lo que vas a hacer?"
“Escucha, él estará bien, ¿de acuerdo? ¿Será esto una historia? Tal vez-"
"Definitivamente" corregiste.
"Probablemente. ¿Tendré que pagar por sus citas médicas en un futuro cercano?"
"Absolutamente".
"¿Me arrepiento?"
"¡Eso espero!"
"No". Respondió sin rodeos. Me sorprendió lo serio que se veía, como si estuviera haciendo una confesión de que si se llegaba a eso, lo haría de nuevo. "Oye mirarme". Puso su mano en mi mejilla, su toque me estaba haciendo cosas sin siquiera intentarlo. Empujó mi cabello detrás de mi oreja, sonriendo porque sabía que eso siempre me hacía débil. "Ese tipo dijo cosas sobre ti, tomó fotos inapropiadas de ti sin tu permiso, lo noquearía de nuevo si tuviera que hacerlo". No pude evitar sentir amor por él en ese momento, la forma en que sus ojos se posaron en mí envió escalofríos por mi espalda. Como si yo fuera suyo y solo suyo y nadie más pudiera siquiera mirarme sin su permiso. Me incliné y lo besé, un beso descuidado, que le daría la recompensa que se merecía por protegerme.
"Mi leal bulldog, muerde a cualquiera que se acerque lo suficiente". Susurraste en sus labios.
"¡Toda la razón!" Respondió, empujándome hacia atrás en el banco para quedar acostado encima de mí, besando mi mejilla y luego mi cuello, dejando un pequeño mordisco en mi piel, eso me hizo reír. "A veces también te muerdo" dijo, haciéndome reír aún más. Deslizó sus manos debajo de mi camisa, sus manos sobre mi piel encontraron su lugar en mi cintura. Quedarnos atrapados en los pasillos obviamente no nos enseñó nada porque estábamos a punto de terminar lo que empezamos y lo habríamos hecho si la puerta no se hubiera abierto, haciéndonos saltar sobre nuestros pies.
"¡OH!" dijo Neymar disgustado cerrando los ojos "Ustedes quieren conseguir una habitación o algo así, para la maldita sacudida". Abrió los ojos lentamente, asegurándose de que nadie estuviera desnudo. "El entrenador quiere verte. Ahora."
"Merde..." Me miró, con una expresión de simpatía en sus ojos y me dio un último beso "Te amo".
“También te amo Kyky”.
"Sí, diviértete allí-" le dio unas palmaditas a Kylian en la espalda, mientras yo me quedaba atrás viéndolo irse. Miré a Ney, preocupada.
"¿Va a estar bien?"
"Va a recibir un buen grito, pero sobrevivirá, no te preocupes". Me miró sonriendo "¿Vas a estar bien?"
"Seguro".
Me fui a casa sin él y esperé a que regresara. Resultó que había sido enviado a la banca para el próximo partido, el entrenador no estaba nada contento con su reacción, pero Kylian parecía bastante tranquilo, a pesar de las consecuencias. Nos acurrucamos en el sofá, mi cabeza en su pecho, su mano jugando con mi cabello mientras lentamente me dormía en sus brazos. "Gracias" susurré, llamando su atención. Me miró confundido y levanté la cabeza lo más que pude para mirarlo "No dije gracias ni lo siento".
"¿Para qué?" preguntó, casi riéndose de mi repentina gratitud o disculpa.
"Por lo que hiciste por mí".
Él sonrió, su mano deslizándose sobre mi mejilla, toda su palma cubriéndola. "No hay necesidad de agradecerme. Tú mismo lo dijiste, soy tu bulldog. Nací para protegerte".
Mi rostro volvió a caer sobre su pecho, mientras me sonrojaba y lo abrazaba lo más fuerte que podía, asegurándome de que no fuera solo un sueño.
