Historias de Terror

#8

La alarma sonó a las 5:00am, tenía que despertar para prepararme e ir al colegio, bajé de mi recamara casi listo, me dirigí al baño para cepillarme los dientes y peinarme, todo parecía normal, la misma rutina de siempre.

Antes de salir de casa me dirigí a la habitación de mi madre, ella me acompañaría a la parada del autobús, como todos los días, pero había un inconveniente, mi pequeña hermana de tan solo un año, no paraba de llorar, era un llanto insoportable, que hacía imposible que mi madre se despegara un segundo de ella. Ya eran las 5:38, y el autobús acostumbraba pasar a las seis en punto, me cansé de esperar y me dispuse a ir solo, total solo caminaría unas cuantas cuadras para llegar a la parada, estaba saliendo de casa cuando mi madre me detuvo en la puerta, “ espera, te haré una llamada, la mantendremos hasta que llegues a la parada del autobús, una ves que estés ahí me cuelgas ”.

Al principio supuse que era inútil, ya que, si un vago me apuñala o me roba el celular, la llamada no serviría de mucho para hacer algo al respecto en el momento, pero cada ves se hacía más tarde, así que salí de casa con la llamada de mamá en curso, durante el camino, solo se escuchaba el llanto de mi hermana, el cuál cada ves se hacía más y más fuerte, mientras caminaba, no noté peligro alguno, claro, solo estaba el típico adicto dormido al lado de una botella de vodka barato, fuera de eso, parecía no haber amenaza alguna. Al cabo de unos minutos saqué el celular de mi bolsillo y noté que ya no se escuchaba el llanto de mi hermana, ni la voz de mi madre, “ mamá lograste calmar a la niña “, pregunté, pero no recibí respuesta alguna, para este punto yo ya estaba subiendo al autobús, “ mamá, mamá responde ya estoy en el autobús” no recibí respuesta y colgué la llamada, supuse que ya había calmado a la niña y talvez hasta se quedó dormida.

Una ves en el asiento del autobús me coloqué los audífonos y el chofer empezó el viaje, encendí el celular para seleccionar una canción, y Vi que había recibido dos mensajes de WhatsApp, eran imágenes de un número desconocido, de inmediato las abrí, una imagen era una foto de mi casa, y la segunda, era la imagen de un hacha. Me baje del autobús y corrí hacia mi casa, si era algún bromista, igualmente tenía que asegurarme que mi madre y mi hermana no corrieran peligro, di vuelta a mi calle, la puerta de mi casa estaba abierta, entré buscando a mi madre y al entrar a su habitación, pisé un gran charco de sangre, levanté la mirada y vi el torso de mi madre recostado en la cama, no pude evitar llorar y al mismo tiempo, sentir un profundo miedo por mi hermana, de la cual no había rastro alguno, y tampoco del responsable de este sangriento escenario. De rodillas y con lágrimas en los ojos, volví a mirar las fotos que había recibido, solo preguntándome una y otra ves, quien sería capaz de cometer tan macabro acto, porque raptar a mi hermana…quien está detrás de este número desconocido.