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𝙰𝚖𝚊𝚛𝚊 𝙶𝚊𝚕𝚟𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚁𝚘𝚋𝚕𝚎𝚜
Ese era su nombre en su vida pasada, su muerte fue tan repentina con soló 18 años de edad, Si hubiera sabido que ese avión se estrellaría, nunca habría considerado viajar. Su único deseo era superar el temor a las alturas, siendo la única en su familia que no había volado. Para ayudarla, su madre le compró un boleto a Corea, logrando así dos objetivos: enfrentar su miedo y visitar un país que siempre había admirado por su cultura y tradiciones. Necesitaba un respiro de la carga académica y qué mejor manera de hacerlo que viajando desde México a Corea, un lugar cuya moda siempre había amado.
Nunca imaginó que aquel viaje resultaría en la pérdida de su amada hija; un fallo en los motores del avión provocó que se precipitara a tierra, causando la muerte de todos los pasajeros.
La noticia impactó a familiares y amigos de la joven como un balde de agua fría; todos la habían animado a que finalmente tomara un vuelo, pero trágicamente, esto resultó en su fallecimiento.
Se llevó a cabo un solemne funeral para la joven, al cual asistieron tanto su familia materna como la paterna. A pesar de las diferencias entre ellos, ambos lados compartían un profundo amor por Amara, quien era considerada el resplandor de su familia. Amara era conocida por ser una persona que siempre prestaba oído a los demás y era el pilar que motivaba a su familia a mantener la armonía. Asimismo, sus amigos de toda la vida se dieron cita en el evento, sumidos en el llanto o la tristeza, habiendo perdido a una amiga que siempre estaba dispuesta a escucharlos, apoyarlos, ayudar en todo lo posible y esforzarse al máximo.
Si ella no hubiese abordado aquel vuelo, si no la hubiesen persuadido para tomarlo, quizás aún estaría aquí; sin embargo, los supuestos no tienen lugar en la realidad.
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Dos días, Habían transcurrido dos días desde que despertó en el cuerpo de una niña pequeña, y no solo eso, sino también en el de la protagonista que más había detestado en su vida, aquella de la novela titulada,
