Capítulo 32

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5 de abril de 2024

Talu

Me desperté y Joao no estaba, estas semanas está entrenando temprano así que no lo veo a la mañana, solo un rato a la noche. Las cosas siguen raras, muy raras. Siento que siempre me oculta cosas y que nunca me es sincero. Ayer ni lo vi porque estuvo todo el día afuera y a la noche salí a cenar con mi hermano que estaba en Barcelona.

Me levanté de la cama y me fui a hacer el desayuno, todo esta situación me tenia un poquito preocupada y hoy no tenía ganas de hacer nada así que me iba a quedar en mi casa. Me preparé un café con una porción de torta que había y me senté a ver la televisión un rato. Estaba mirando una serie hasta que sonó el timbre y fui a abrir.

-Quién?- pregunté antes de abrir

-Soy Pedri

-Pedri? Que pasó?- le pregunté cuando abrí la puerta

-Hola Talu, como estás?

-Bien y vos? Pasa

-Permiso

-Que necesitas?

-Te quería pedir si no me podías prestar dos huevos, me quedé sin y estoy cocinando

-Obvio, para eso están los vecinos

-Gracias eres la mejor

-No fuiste a entrenar?- le pregunté

-Hoy no tenemos que ir a entrenar

-Como que no?

-Tuvimos estos dos días libres, Joao no te dijo?

-Ah si es verdad me había olvidado- le mentí a Pedri

-Estás bien?- me preguntó cuándo me quedé mirando un punto fijo

-Sisi

-Bueno gracias Talu me salvaste

-De nada vecino, nos vemos

Pedri se fue y mis nervios empezaron, Joao me mintió otra vez. Ayer se fue temprano con la excusa de que iba a entrenar y hoy también, donde estaba? No pude evitarlo y mis lagrimas empezaron a caer, necesitaba respuestas y me estaba volviendo loca. Fui a la pieza y empecé a revisar los cajones, el placar y todos lados en busca de algo, pero no encontraba nada que me de una pista, hasta que pisé algo que hizo ruido.

-Que es esto?- me pregunté

Cuando miré lo que había pisado, era un arito de la oreja, que no era mio y que nunca había visto en mi casa. Me tomó dos segundos empezar a llorar y desesperarme, realmente Joao me estaba engañando? Me costaba creer que lo haga pero tenia esa inseguridad todavía.

No sabía que hacer así que agarré mi auto y me fui y terminé en el lugar que menos me imaginaba.

-Talu? Estás llorando?- me preguntó Pablo cuando me vio en la puerta de su casa

-Puedo pasar?- le pregunté

-Claro

Entré a su casa y subimos a su habitación mientras yo me acostaba en la cama.

-Que pasó Talu por que lloras?

-Joao me está engañando

Pablo no dijo nada y solo me abrazó, haciéndome sentir la persona más segura de este mundo.

-Es un idiota, no te merece- me dijo

-Capaz me merecía lo que me hizo

-Talu no, jamás merecerias eso, eres una persona increíble y no sabe la chica que perdió

-De verdad?- le pregunté

-De verdad, él se lo pierde, tu no has perdido nada

-Pero no entiendo por que me hizo eso? Siempre priorice nuestra relación

-A veces los chicos somos idiotas

-A veces?

-Bueno, siempre, no apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos

-Es verdad- le dije

-Que tan segura estás de que te engaña?

-Encontré un arito en mi casa que no es mio y me estuvo mintiendo todo este tiempo

-Entonces es un imbecil, perdió a la mejor chica que existe, no merece que desperdicies una sola lágrima por él

-Gracias- le dije mirándolo a los ojos

-No hay de que- me dijo y mantuvimos el contacto visual unos segundos

-Me puedo quedar acá o te tenés que ir

-No tengo nada así que quédate, me gusta tu compañía

-A mi también

-Quieres que veamos una película?- me preguntó

-Dale

-Cual?

-Barbie- le dije

-No

-Dale por favor, me están engañando

-Bueno, solo porque me diste pena- me dijo y ambos reímos

Fui a abrazarlo y aunque quisiera no podía separarme, me hacía sentir querida y segura, eran de las cosas que más me gustaban de él.

Fuimos a ver la película y yo me quedé dormida a su lado. Cuando me desperté estábamos los dos abrazados, hacía mucho no me sentía así de bien y muchos recuerdos vinieron a mi cabeza así que seguí durmiendo.

-Talu- me dijo Pablo después de un rato

-Que pasó?- le pregunté

-Me tengo que ir a entrenar, te quieres quedar aquí?

-Me voy para mi casa, te llevo al entreno?

-Dale

Nos subimos al auto y nos dirigimos a la cancha donde Gavi entrenaba. Mi teléfono no paraba de sonar de la cantidad de llamadas perdidas que tenia de Joao, pero no le respondí.

-Bueno señor, serian 15 euros- le dije en chiste

-Que caro, te invito otra película de Barbie como pago

-Acepto

-Gracias por traerme Talu

-Gracias a vos por todo, te quiero

-Y yo a ti, nos vemos luego

-Nos vemos

Pablo bajó y yo me fui a mi casa, estar con él me hizo olvidarme de todo por un momento.

Vos y yo // Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora