METANOIA | trueno

ii. 🥊

— ¡No puedes hacerme esto Selene! — Mateo gritaba enfurecido por lo que estaba haciendo la morena.

— no te estoy haciendo nada Mateo, esto te ayudará, Ethan y yo ya no seremos una carga, no he conseguido un buen trabajo pero con lo que llevo ahorrado puedo pagarte este tiempo que nos has tenido viviendo contigo — Selene expresaba igual de molesta, no entendía la molestia de Mateo, realmente creía que estaría feliz de no tener la carga de cuidar a Ethan.

— ¡Ethan es mi hijo Selene, tal vez no de sangre pero yo lo he criado, su primera palabra me la dijo a mi y fue papá! — el morocho sentía impotencia, muy en el fondo sabía que no podía reclamarle a Selene, no era quien para hacerlo — no me
quites eso por favor, él es mi todo, ustedes son mi vida — El rizado cambió el tono, ya no hablaba con molestia si no con tristeza y pesadez, Selene y Ethan lo habían salvado, le habían dado un motivo de vida.

— mami, mateu? — Una pequeña y tierna vocecita asustó a ambos adultos, causando que se giraran rápidamente a ver al pequeño Ethan rascándose el ojo con la parte trasera de su manita, se notaba a kilómetros que se acababa de levantar.

Era bastante extraño que se levantara a tan altas horas de la noche, Mateo y Selene no estaban conscientes del tono de voz con el que estaban discutiendo, que era lo suficientemente alto como para despertar al pequeño, que de hecho tenía el sueño bastante pesado.

— ¿po' que gitan? — Cuestino curioso el pequeño Ethan, causando que ambos adultos se sintieran culpables al haberlo despertado, eso posiblemente podría ser un problema más adelante ya que se cambiaría drásticamente sus horas del sueño, aunque esperaban que no fuera así.

El pequeño Ethan se acercó al del rulos estirándole los brazos con intenciones de que el mayor lo cargara y así lo hizo.

— no quiero estar de mantenida Mateo, no puedo con eso, ya haz hecho suficiente por nosotros y no quiero que te atribuyas responsabilidades que no son tuyas — le dolía decir eso, por qué desde que conoció a Mateo un sentimiento extraño había surgido en Selene, ella hubiera deseado conocerlo en otra situación, no se arrepentía de tener a su pequeño, pero deseaba haberle podido dar un mejor padre, uno como Mateo.

— no lo estas siendo Selene, sé cuánto luchas con los trabajos que has tenido y nos repartimos gastos de alimentos. Ya te lo dije, Ethan y tú son mi todo y les daré lo mejor. — él hablaba muy enserio — Creó que es hora de que vayamos a dormir, mañana hablaremos más calmados sobre esto — El rizado expresó al ver cómo el pequeño Ethan se encontraba totalmente dormido con su cabeza recargada sobre el hombro del morocho.

Selene asintió con la cabeza y se acercó a él con intenciones de que le pasara a Ethan para llevarlo a dormir a su habitación, sin embargo el rizado le hizo una seña con la cabeza dándole a entender que Ethan dormiría con el.

Selene asintió y los 3 se dirigieron hacia las habitaciones separándose en el camino, Mateo se fue a su habitación junto con el pequeño Ethan, mientras que Selene se fue a su habitación acostándose en su cama analizando lo que estaba pasando, lo que estaba sintiendo por Mateo, realmente estaba confundida.
Fue así que se quedó dormida pensando en sus repentinos sentimientos hacia el morocho.

Hola, hola hermoses!
espero se encuentren súper bien, les vengo a traer otro capítulo de Metanoia, que ya tenía bastante abandonada, pero ya salí de vacaciones y tengo el tiempo de actualizar constantemente mis fic's.
Nos vemos en la próxima actualización, recuerden votar y comentar mucho.
Lxs amooo! <3
Att: Su dramática favorita ❤️