Le costaba mantener amistades desde que había entrado en la adolescencia a través de un periodo de bullying que había padecido por culpa de sus grandes habilidades intelectuales en la escuela por parte de parte de su clase. A partir de ese periodo de bullying se volvió alguien altamente inestable. Tan inestable que tuvo que irse del pueblo junto a sus padres por los periodos de ansiedad y las enemistades que se había ganado con todo el mundo, tanto en la escuela, como en el vecindario, como en los pocos amigos que conservaba después de aquella caída depresiva que tuvo por el vacío generalizado que le hizo toda la clase.
Llegó a un nuevo pueblo después de alejarse y dejar atrás New Jersey... El ambiente olía a novedad y a pureza al tratarse de un pueblo de montaña, pero bajar la ventanilla hizo que se quedara en trance por el frío impactando contra su rostro, como si estuviera pensativo. Frunció el ceño inmediatamente y se cruzó de brazos, mirando al frente, el viento gélido impactaba contra su rostro y movía sus cabellos, acabó quitándose el gorro, haciendo una mueca parcialmente asqueada por el calor que este le proporcionaba.
- Kyley...- giró la cabeza hacia su izquierda, su hermano menor adoptivo lo miraba fijamente.- Ya casi hemos llegado, ¿Te duele la cabeza?
- Sí.- respondió empujando su pelo hacia atrás, presionando sus rizos para hacerse una coleta baja, aplastó su afro, apoyando la cabeza en el respaldo y cerró los ojos unos segundos.- ¿Cómo se llama?
- ¿El qué?- preguntó.
- El pueblo.- dijo como si fuera evidente.
- South Park.- dijo Ike girando la cabeza hacia la ventana.- Ahí está el cartel...- señaló un cartel por su ventana, Kyley giró la cabeza rápidamente y leyó el cartel de madera con letras grabadas en él.- Un pueblo de montaña...- murmuró el azabache girando los ojos hacia su hermano.
- Kylie se quejará de los bichos en verano...- Ike se quedó mirando al pelirrojo cuando dijo aquello cruzándose de brazos y riendo con algo de cinismo.
- Deberías tratar mejor a las chicas...- riñó maternalmente.
- Kylie es una marimacho. No debería ser tan cobarde.
- Esa palabra debería ser castigable sin teléfono durante dos semanas.- la voz de su madre sonó en el asiento de copiloto, Kyley rodó los ojos.- No hagas que tu padre frene el coche, Kyley...- el pelirrojo rodó los ojos.
Detuvieron el coche delante de una bella casa con la fachada beige y el tejado con tejas negras que prevenían que los tejados se destrozaran por la nieve en invierno... Tenía jardín delantero, también jardín trasero... Era una buena casa, al menos desde su perspectiva. Agarró el ushanka con una mano y bajó la cremallera de su chaqueta, poco después empujó la puerta para salir. Sacó las maletas del maletero sin ningún tipo de complicación y dejó el ushanka sobre una de las manetas mientras su padre se adentraba en lo que sería su nuevo parking. Este salió poco después y miró a su esposa con una sonrisa en el rostro, giraron la cabeza hacia el pelirrojo y el azabache, el primero mencionado revisaba el teléfono, chequeando la hora, antes de guardarlo en el bolsillo izquierdo de su pantalón; el segundo mencionado estaba de pie al lado de las maletas.
- ¿Qué os parece?
- Decente...- se encogió de hombros.- A mí me parece bonita...- susurró repentinamente.- No te metas, Kylie...- susurró por lo bajinis llevándose una mano a la sien y haciendo una mueca con el labio.- Estoy bien...- dijo antes de que Ike tuviera oportunidad siquiera de poner una mano en su hombro.
- Vale, vale...- retiró su mano.
- ¿Vamos dentro?- preguntó impacientemente.
- Sí, tranquilo, Kyley...- se rio un poco su padre agarrando una de las maletas para empujarla por el pavimento hacia la parcela y adentrarse en la casa.
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202.- Bésame otra vez. Tal vez me arregles (Style)
FanfictionLe costaba mantener amistades desde que había entrado en la adolescencia a través de un periodo de bullying que había padecido por culpa de sus grandes habilidades intelectuales en la escuela por parte de parte de su clase. A partir de ese periodo d...