2. Personaje de una novela

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Lionel se arrastró fuera de su cama de mala gana, lamentando internamente el abandonar sus preciosas y cálidas cobijas a favor de ir a la escuela.

Resopló con molestia y tomó algunas prendas oscuras de su armario para después quitarse la pijama y ponérselas rápidamente.

¿Los niños ricos en las novelas que leía no eran básicamente unos mantenidos que se la pasaban en fiestas y no asistían a clases? ¿No pudo él quedarse en su cama todo el día, siendo un ser insignificante?

¿Quién necesitaba ir a la escuela tan temprano? Claramente no era bueno para alguien que se desvelaba hasta altas horas de la madrugada leyendo novelas, viendo animes o criticando novelas turcas.

Sin embargo, solo pudo lamentarse mentalmente. Sus padres los habían mimado, pero nunca a tal punto de obtener algo sin dar nada a cambio, en la vida solo podías trabajar duro para conseguir lo que querías y si dejaba la escuela entonces tendría que empezar trabajar.

Lionel definitivamente todavía no quería iniciar la tortura llamada vida laboral, por lo que solo podía resignarse y dar su mayor esfuerzo para obtener calificaciones medianamente aceptables.

Salió de su habitación, en un estado soñoliento, caminó hasta las escaleras y las bajó como si estuviera en piloto automático, milagrosamente no cayendo en el proceso, solo para encontrar a su familia ya sentada en la mesa del comedor e incluso su plato servido.

Ariel, quién había entrado a la cocina por su segunda porción, se sobresaltó al ver al espectro parado en el marco de la puerta y soltó su plato. El estruendo del plato haciéndose añicos y de la comida desperdiciada, llamó inmediatamente la atención de todos.

Con la mano temblorosa señaló a la criatura extraña en la puerta e inmediatamente todos voltearon sus miradas al hijo de en medio, solo para sobresaltarse ante la vista.

El chico radiante y lleno de energía que recién ayer estaba comiendo felizmente varias de porciones de comida y animando a que golpearan a alguien con una silla, ahora parecía un espectro de alguna película de terror de bajo presupuesto; unos oscuras bolsas negras colgaban de sus ojos, haciéndolo parecer un mapache desnutrido, su cabeza cubierta por su capucha negra y su aura sombría hacían que la vista fuera aún peor. Si no estuvieran en un lugar iluminado, probablemente ya hubieran salido corriendo de la casa pensando que estaba embrujada.

Su cabello negro, naturalemnte sedoso y brillante, ahora estaba hecho enmarañado como si fuera un nido de pajaros, había saliva seca en las comisuras de su boca y sus bellos ojos azules se perdían gracias a sus ojeras. Su idea para cubrirlo fue colocarse una sudadera negra con capucha, pero no esperaba que lo hiciera ver como un fantasma y asustara a su familia.

Lo pensó unos segundos y decidió que no le importaba.

Tomó asiento en su lugar y comenzó a comer como si el resto del mundo no existiera.

─Buenos días, mi bello niño ─ Su madre jaló delicadamente la capucha para quitarsela y besó tiernamente su frente. Frunció los labios al ver el estado de su hijo─. Te ves muy cansado.

─ ¿Puedo quedarme hoy en casa?

La mujer sonrió gentilmente, mirando la apariencia espectral de su hijo y finalmente respondió:

─No

─Y así dices que eres mi madre ─refunfuñó el chico por lo bajo.

─ ¿Qué dijiste? ─ La sonrisa de la mujer se mantuvo, pero sin duda alguna había algo amenazante en su mirada─. No te escuché bien.

─ ¡Dije que el desayuno está delicioso! ─se corrigió rápidamente e inmediatamente después metió un gran pedazo de hotcake en su boca.

La mujer sonrió complacida.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2023 ⏰

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