Capítulo 8

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Ha pasado una semana desde lo de Alex, la policía llego y se llevaron el cuerpo de Alex, también se llevaron a Dyland para interrogarlo por haber encontrado el cuerpo. Por alguna razón no lo encontraron sospechoso y lo dejaron libre. En la universidad declararon tres días de duelo por la muerte de Alex. Yo no he asistido a clases desde ese día. El psicólogo del campus me recomendó tomarme un tiempo, pero no quiero atrasarme, así que hoy voy. Desde aquel día no he dormido en mi habitación, he estado quedándome con Max, me hizo un espacio con el y Steve, su compañero de cuarto. Solo fui una vez a mi habitación, a buscar cosas necesarias, cuando fui, aún había sangre en el piso, y la cinta policial en la puerta. Hoy debo ser fuerte, debo volver a mi habitación, y volver a clases, lo que implica, volver a ver a Dyland. No lo he visto desde entonces, ya que no he salido de la habitación de Max en esta semana, el de verdad me ha ayudado trayéndome la comida, y algunos apuntes de las clases. El ha sido muy colaborador conmigo, me apoya y me entiende en mi decisión de volver a mi habitación y a clases.


-¿Estas segura de esto? -Pregunta Max mientras me coloco los zapatos.


-Debo hacerlo, debo comenzar a retomar mi vida. -Le digo luego de un suspiro.


-Esta bien, pero si Dyland se atreve a acercarse a ti, me dices y yo lo pongo en su lugar.-Dice mientras se agacha para estar a mi altura.


-No te preocupes por eso, estaré bien. -Le digo sonriendo mientras le doy un beso en la mejilla. Luego me levanto para buscar mi mochila y salir de la habitación con Max.


Cuando vamos por el campus, todos se quedan viéndome y murmurando cosas. Yo comienzo a arrepentirme de haber salido de la habitación, en ese momento Max pasa su brazo por mi hombro acercándome un poco a el.


-No te preocupes, solo ignóralos. -Me dice con una sonrisa de medio lado. De alguna forma eso me da ánimos de seguir.


Cuando llegamos al salón, Max se aleja para sentarse en su puesto, y yo me dirijo al mio. Por suerte Dyland no esta, pero mi calma no dura mucho, porque apenas me siento en mi puesto, observo a Dyland entrando al salón, el voltea, y al verme logro ver una expresión de alegría en su rostro. Yo intento ignorarlo pero apenas se sienta a mi lado comienza a hablarme.


-Hola Hannah, ¿Como estas? -Dice murmurando y con una gran sonrisa en su rostro.


-Como crees que estoy después de lo que hiciste. -Le digo murmurando con un tono seco y viéndolo con odio. Inmediatamente su sonrisa se borra de su rostro.


-Hannah, tienes que creerme,  yo no le hice nada a Alex. -Dice con seriedad y viéndome directo a los ojos. Por un momento le creo al ver la sinceridad en sus ojos. Luego recuerdo esa escena en mi habitación, y bloqueo la idea de creerle.


-No tengo nada que creerte, y por favor, déjame en paz, y olvidate de mi, olvida que alguna vez me conociste. -Le digo mientras concentro la vista al frente.


-No Hannah, pídeme cualquier cosa menos eso, yo no me puedo alejar de ti, y mucho menos olvidarte, Hannah yo... Yo te amo. -Dice enseguida su voz se quiebra, volteo a verlo y observo como rápidamente se seca una lagrima que comenzaba a deslizarse por su mejilla. Al ver eso yo siento la necesidad de abrazarlo y decirle que también lo amo, pero no puedo, no puedo olvidar, no puedo sacar de mi mente la idea de que el tenga algo que ver con la muerte de Alex. No puedo más y me levanto de la silla y en plena clase me voy corriendo del salón, ignorando los llamados del profesor. Voy corriendo por los pasillos y sin darme cuenta comienzo a llorar. Abro la puerta del armario del conserje, y me encierro ahí, parece que este es mi lugar de calma, cuando estoy ahí, me dejo caer en el piso, sostengo mis piernas contra mi pecho, coloco mi cara en mis rodillas y continuo llorando. A los pocos minutos escucho que alguien abre la  puerta, levanto la cara a ver quien es, y me encuentro con Dyland, quien entra y cierra la puerta con seguro, cosa que yo debí hacer.

Errores InconscientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora