Deja vu

Cap-2

- Chuck? Que apodo tan ridículo Mel, seguro es un creído

Rodé los ojos y miré a mi mejor amiga, había llegado hace media hora y se la había pasado hablando de un chico que conoció y de lo muy enamorada que estaba de el.

- Pero si recién lo conoces! Cómo te va a gustar

- Danna.. tu no entiendes eso del amor

Se burló ella, es cierto que hace bastante que no tenía una pareja, pero es porque no había encontrado a la persona adecuada, en cambio ella, venía todos los días hablando de un chico distinto, por ello ya ni me molestaba en aprenderme sus nombres.

(...)

Eran las ocho y cincuenta y dos cuando terminé de intentar acomodarme el vestido rojo ajustado, íbamos a ir a una fiesta a despejarnos pues pronto tendríamos algunos exámenes y dedicaríamos todo nuestro tiempo libre a estudiar.

Arreglé un poco mi cabello y luego lo dejé suelto, me puse algo de bálsamo labial color rosa y miré a Mel, ella estaba muy hermosa también, siempre se destacó entre los chicos por eso.

Subimos al auto algunos minutos después para dirigirnos a la fiesta, ella conducía mientras yo miraba por la ventana, estábamos en silencio aunque este no resultaba incómodo, solo se escuchaba la música que había puesto Mel en la radio antes de salir.

Recorrí con la mirada el lugar, habían muchas personas y se escuchaba una canción que no conocía, algo pegadiza, seguro al día siguiente seguía en mi cabeza, lo que me hizo soltar un suspiro.

Mel se fue a saludar a sus otros amigos, era muy sociable, en cambio yo, de amigos la tenía a ella y a mi hermana mayor.

Caminé a por una bebida, y llamé al bartender, pedí una cerveza y entrecerré los ojos al ver cómo levantaba la ceja y me miraba de arriba a abajo

- ¿Eres mayor de edad?

UPS.. olvidé ese detalle, tengo apenas dieciséis años, joder, siempre me tiene que pasar algo.

- Por supuesto

Agradecí la seguridad con la que salieron mis palabras y le sonreí falsamente al señor

- Muéstrame tu identificación

- Pues.. es que me la olvidé en casa

Iba a seguir explicándole, cuando vi que se volteó y siguió trabajando, apreté mis puños y solté una maldición en voz baja

- Hey amigo, dos cervezas

Vaya, vaya, el chico del parque, se encontraba sonriendo hacia el bartender y enseñando su identificación, un momento después el le entregó las dos cervezas y me extendió una

- Que linda sorpresa

- Yo no digo lo mismo.. pero gracias por esto

Sonreí levemente y la probé, no me disgustaba pero tampoco era que me fascinaba su sabor, la tomaba para distraerme y pocas veces.

Nos quedamos hablando un rato, su nombre era Charles y resulta que teníamos muchas cosas en común, intercambiamos nuestros números de teléfono y luego bailamos un rato, el era muy divertido, guapo y bailaba bien.

(...)

No volví a ver a Mel, ya era casi la una de la mañana, por lo que decidí salir a afuera para tomar algo de aire

Vi a varias personas subiendo a sus autos y marchándose, me encogí en mi lugar, hacía bastante frío y estaba completamente sola

- Hey Danna.. que haces aquí sola?

- Estaba buscando a mi amiga pero.. no la encuentro, la llamé varias veces pero me manda al buzón

Suspiro y aprieto un poco el teléfono entre mis manos

- Te llevaría pero tengo un compromiso

Le sonreí levemente y asentí dándole una señal de que podía irse tranquilo y me senté a esperar

Minutos más tarde se acercó a mí una chica que aparentaba ser de mi edad, la había visto algunas veces en el instituto aunque nunca habíamos hablado

- Hola, eres Danna?

Yo asentí no muy segura y ella me sonrió

- Tranquila, soy la hermana de Charles, me dijo que te llevara a casa.

Algo nerviosa le sonreí y subí a su auto, le dije mi dirección mientras ella se ponía a cantar en voz baja una canción de la radio.

- Y dime.. desde hace cuánto conoces a mi hermano?

Estaba sumergida en mis pensamientos cuando ella me habló

- E-eh.. desde hace unos días.

Sonreí y por el resto del viaje traté de evitar el tema, cuando llegamos le agradecí y entré rápidamente a casa

Solté un suspiro al cerrar la puerta y caminé a mi habitación tratando de no despertar a mi madre y evitarme el sermón de a esta hora llegas, me quité el maquillaje, cambié el vestido por un pijama cómodo

Ya me estaba quedando dormida cuando recibí un mensaje, alcancé el celular jurando mandar de viaje al que escribía a esa hora.

Parpadeé un poco para acostumbrarme a la luz del móvil y se me cortó la respiración al ver la foto que me habían mandando

- M-Mierda.. esto no puede ser