˗ˏˋ ꒰ perfect ꒱ ˎˊ˗ ♡ minlix!

જ⁀➴ O1

A Lee Felix lo consideraban un chico bastante tranquilo, que le encantaba tanto estudiar como salir a fiestas. Además no tenía problemas en acoplarse a diferentes situaciones donde debía socializar con gente que ni siquiera conocía, aunque al fin y al cabo terminaban siendo todos amigos de aquel muchacho, incluso los demás lo consideraban el más amistoso de su pequeño pueblo.

Aunque dejando de lado la introducción al muchacho de hermosa galaxia sobre sus mejillas y pasando a la actualidad, éste mismo se encontraba refunfuñando mientras que trataba de cerrar su maleta, cosa que se le estaba dificultando en demasía y actualmente no había nadie cerca de su habitación que pueda ayudarlo.

- Por Dios, ¿en serio podrías si quiera colaborar un poquitito? -Chillaba Lee en lo que volvía a intentar cerrar la valija, aunque por lo visto esta no colaboraría.

Entonces se le prendió el foquito al chiquillo, decidiendo sentarse sobre la maleta y finalmente cerrándola, dando un grito al finalmente lograr su cometido, provocando que su pequeña hermana corra a ver lo que pasaba.

- ¡Lix!, ¿estás bien?, ¿no te pasó nada? -El tono de la pequeña sooyoung era bastante alto, alarmado y preocupado. Pero todo eso cambió al notar que su hermano estaba con una radiante sonrisa sentado encima de la maleta. Inevitablemente frunció el ceño.- ¿Qué haces ahí?

- ¡Joy, pude cerrar mi maleta!

Entonces fue ahí cuando la pequeña Soo de 10 años descubrió que a veces su hermano era tan bobito, pero así lo quería.

[...]

Lee Minho, según muchos era bastante torpe y según otros, tan astuto como un zorro o un gato, no era  muy partidario de fiestas aunque si lo invitaban, con gusto iría. Quizás no era tan sociable pero si podía, le sacaba una sonrisa a la persona con la que estuviera hablando y eso era algo admirable en él.

Pasando a la actualidad y dejando de lado las presentaciones, Minho estaba terminando de peinar a su hermana, quien estaba inmersa comiendo un pastelito de arroz que su padre había preparado.

- Yeji, quédate quieta o te va a doler más -Mencionó el muchacho de cabello castaño mientras que su hermanita trataba con todas sus fuerzas de mantenerse quieta.

Apenas tenía nueve años la pequeña, claro, junto a su mellizo. Y a pesar de ser un par de chiquillos, podían ser tan astutos como su hermano mayor.

- ¡No puedo, no puedo! -Chillaba Yeji cuando sentía como su hermano tiraba de más su cabello.

- Yeye, no digas que no puedes si ya casi termino -Esta vez, Min no pudo evitar soltar una risa en cuanto una nueva queja resonó en sus oídos.

Hyunjin llegó corriendo, tirándose sobre la cama de su hermana y pataleando ligeramente, esperando captar la atención de sus familiares. En cuanto la tuvo, sonrió con inocencia mirando al mayor, luego hablando:

- Mami dijo que ya subamos al auto, y que tiremos el juguete.

-¿Cuál juguete, Hwang? 

Oh oh, el pequeño hyun olvidó decirle a su hermano que tomó prestado su leggo.

En cuanto se dio cuenta de que olvidó brindar tal información, simplemente el mellizo mayor se retiró y fue rapidito hacia el auto, siendo seguido minutos después por su melliza y dando unos segundos para que Minho viera cuál era el juguete roto. Un grito al cielo fue escuchado desde el auto, solo entonces hyun sintió miedo.

Vaya que serían unas largas vacaciones aquellas.

[...]

Tras varias horas de viaje, ambas familias habían llegado a Jeju. Estaban todos ahí porque en la conocida empresa de Taste, el jefe había organizado vacaciones para sus socios, siendo los Lee-Hwang y los Lee parte de ellos.

Por separado desempacaron sus maletas en las respectivas casas que les tocaban. Felix se dedicó a vestir de mejor manera a la bonita Joy, pues el primer encuentro sería la cena de bienvenida a todos, y quería que su hermanita resaltara entre todos los niños, pues le encantaba escucharla decir que era la más linda en todo el mundo.

Por parte de Minho, él solo desempacó y acomodó todo mientras su padre entretenía a los mellizos dándoles un pequeño tour por la zona en la que ellos se encontraban.

Luego de dejar todo ordenado, miró la hora en el reloj de su muñeca, notando que ya vendría su padre, así que aprovechó a darse una rápida ducha para verse presentable, pues ya se acercaba la hora en la que sería la tan esperada cena. 

Así pasaron los minutos en la familia Lee-Hwang, mientras que en la familia Lee iba todo peor que nunca. Sooyoung había comenzado a llorar luego de verse al espejo y gritar que quedó fea, pues tenía dos coletas altas con moños de distinto color, así que Felix y su madre trataban de calmar a la pequeña diciéndole que se veía hermosa, aunque esto no dio fruto, pues la pequeña seguía llorando.

Entonces el pelirrubio decidió bajar las coletas y mostrarle el nuevo peinado a su pequeña, recibiendo una hermosa sonrisa y un "¡Lo arreglaste, Lixie!", seguido de un abrazo.

Finalmente lix pudo cambiarse para la velada.

[...]

Ya estaban en aquel lugar, bebiendo el fino champagne de bajo porcentaje de alcohol. El rubio se la estaba pasando bastante bien, había conocido a un chico que era bastante amigable, su nombre es Han Jisung, hijo de Han SeungWoo y Choi Jisu, al parecer era de hablar bastante cuando tomaba confianza, y eso a Lix no le molestaba en absoluto.

- Por cierto. -Habló Jisung cambiando de tema por quinta vez.- Me gustaría presentarte a un amigo mío, apuesto a que te llevarás muy bien con él.

- ¿Lo dices en serio?, ¿Cómo se llama?, ¿Cuántos años tiene? -El australiano iba a seguir interrogando de  no ser porque su nuevo amigo lo interrumpió tomando su brazo y comenzando a guiarlo hacia la playa.

-Ven, ven, te llevaré a que lo conozcas, se te nota lo emocionado que estás. -Inevitablemente rió mientras hablaba, siguiendo con la caminata. Una silueta masculina se notó a pocos pasos de ellos, luego escuchó al peliazul hablar nuevamente, al parecer hacia aquel chico. - ¡Oye, Lee!, ven que te presento a alguien.

Y cuando el muchacho se dio vuelta, a Mr. Sunshine (apodo proporcionado por Jisung) se le atascó el aire por unos momentos. Creyó que estaba frente a un mismísimo dios.

Y ni hablar de aquel muchacho que se dio vuelta. Quedó embelesado por Felix.

Luego de cobrar conciencia una vez más, carraspeó su garganta y sonrió.- Buenas noches, mi nombre es Lee Felix.

La sonrisa le fue devuelta enseguida, después le siguieron un par de palabras.- Buenas noches, un placer Felix. Mi nombre es Lee Minho. 

Por Dios, hasta su nombre era tan bello.