Parte 1

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Érase una vez un joven llamado Joandrés, un talentoso médico anestesiólogo, trabajaba arduamente en el hospital de una pequeña ciudad. A pesar de su dedicación y habilidades, su vida personal estaba vacía, ya que nunca había encontrado el amor verdadero. 


Pero todo eso cambió cuando conoció a Shana, una ingeniera de sistemas, en el hospital en un cambio de guardia.

Shana era una mujer decidida y apasionada por su carrera base y su trabajo en derechos humanos. Se destacaba en un campo dominado mayoritariamente por hombres y había forjado una sólida amistad con Albert, su leal y divertido mejor amigo, quien la apoyaba en todas sus aventuras. 


Cuando Shana conoció a Joandrés, quedó cautivada por su amabilidad, su dedicación y su sonrisa contagiosa. Pronto, comenzaron a salir y su relación floreció en un romance apasionado.

Sin embargo, su amor se enfrentó a un gran obstáculo: la madre de Shana. 


La señora Herrera, una mujer mayor, de unos 60 y tantos, muy conservadora, no aprobaba la relación de su hija con Joandrés. 

La madre de Shana era una racista empedernida, clasista y no podía soportar la idea de que su hija estuviera involucrada con alguien de otra etnia. 

Hizo todo lo posible por separarlos, desde insultar a Joandrés hasta amenazar a Shana con cortarle la ayuda financiera si continuaba con su relación.

Shana estaba desgarrada entre su amor por Joandrés y su lealtad hacia su madre. 


Albert, su mejor amigo, la apoyaba incondicionalmente y la alentaba a seguir su corazón. Mientras tanto, Joandrés luchaba por demostrarle a la señora Herrera que su amor por Shana era genuino y que su origen étnico no tenía ninguna importancia en su relación.

A pesar de los obstáculos, Joandrés y Shana continuaron su romance en secreto, encontrándose en lugares discretos y manteniendo su amor en silencio. 


Pero la tensión entre Shana y su madre se hizo insostenible, y la situación llegó a un punto crítico cuando la señora Herrera amenazó con desheredar a su hija si continuaba viéndose con Joandrés.

Enfrentándose a la difícil decisión de elegir entre su amor y su familia, Shana se sintió abrumada. Su mejor amigo Albert la apoyaba, pero también entendía que era una decisión difícil. 


Joandrés, por su parte, estaba dispuesto a luchar por su amor, pero no quería que Shana perdiera su relación con su familia, pero el cruel destino tenía otros planes para ambos.

La señora Herrera sufrió un ataque cardíaco y fue llevada de emergencia al hospital donde trabajaba Joandrés. 

Shana, llena de preocupación, acudió al hospital y se reunió con Joandrés en la sala de espera. Juntos, esperaron ansiosamente noticias sobre la salud de la madre de Shana.

A medida que el tiempo pasaba, Shana se dio cuenta de que su amor por Joandrés era más fuerte que cualquier prejuicio o desaprobación. Comprendió que tenía que seguir su corazón y luchar por su amor, sin importar las consecuencias.

Shana: La niña que paralizó al SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora