Llegamos a América y Thiago se puso en contacto con los italianos lo que temiamos estaba sucediendo
- Thiago y que haremos
- Acabar con ellos si no nos quieren entregar a nuestro hijo
- Pero porque nos traicionan
- Parece ser Marysol es la nueva mujer se de hijo Domenico
- Maldita vieja
Saca mi arma y le dije a Thiago
- Estoy lista, vamos
Thiago me miro con sorpresa pero tambien con admiración, tomo su celular y nos dirigimos a la guarida donde Marysol y mi hijo se encontraban
Me sentia angustiada, no queria que mi hijo saliera lastimado, pero tambien sentia una gran furia y mataria a cualquiera que se interponga en mi camino.
El camino era complicado, el lugar era un lugar lejano rodeado de bosque, conveniente pense.
Nos detuvimos a una distancia prudencial, todos sabiamos que hacer e ibamos armados hasta los dientes.
Thiago y yo fuimos en grupos separados, era lo mejor, pero antes de partir lo abrace y le di un beso, lo vi a los ojos y le dije cuanto lo amaba y que pasara lo que pasara nuestro hijo debia ser prioridad, me vio con un poco de dudas, me beso y acepto lo que le decia.
Estabamos concientes que hoy era posible uno de nosotros no volvería con vida.
Nos fuimos con nuestros grupos y rodeamos la propiedad yo entre por el jardin izquierdo y Thiago por la puerta principal ya que el iba en son de paz, yo solo era un elemento sorpresa
Mi gente y yo, entramos de forma sigilosa tratamos de eliminar sin hacer el mayor escandalo, logre entrar al salon principal, mientras mi gente cubria terreno y ahi en el salon estaba Marysol y mi hijo y estaba Thiago de pie frente a Domenico y con los hombres que lo acompañaban de rodillas y desarmados, intente moverme pero Thiago me indico que no lo hiciera.
- Doménico contra ti no tengo nada y si quieres a esa perra de mujer quédate la pero deja me lleve a mi hijo
- primero Schwarz respeta a mi mujer y segundo no puedo darte a tu hijo tu se lo robaste y le has hecho creer a esta criatura que no es su madre
- ¿Que mierdas dices Doménico? No me digas que vas a creer esa estupidez, esa perra que dices amas mato a mi hermano, tobo a mi hijo y de Carolina y a arruinado mi vida asi que en paz te pido, dame a mi hijo y lo que hagas que esa puta ya es tu problema
Doménico desenfundo su arma y apunto Thiago, tome mi arma y sin obedecer a Thiago grite
- Domenico suelta es arma
Los hombres que estaba de rodillas sacaron sus armas ocultas y se pusieron de pie, apunte a Marysol
- Doménico solo quiero a mi hijo
- Amor ella miente este niño es mio
- Maldita perra loca
- Mami, mami
- Mateo amor tranquilo
- Deja de llamar a esa mujer mami ella no es nada
- No le grites a mi hijo maldita
Marysol reia como loca y mi hijo lloraba, Domenico se distrajo y Thiago arrebato su arma, los hombres de Doménico y nuestros hombres empezaron una batalla, Domenico y Thiago también
Marysol aprovecho la confusión y tomo a mi hijo y corrio pero esta vez no se escaparia, fui tras ella pero los hombres de Doménico se interponian, por mi hijo acabe con cada uno que cruzo en mi camino, hasta que casi alcanzo a Marysol y le grite
- Marysol detente
Se detuvo y se dio la vuelta con mi hijo en brazos
- Caro caro, volvemos a estar de frente
- Maldita bruja
- Te dije que pagarias y recuerdas la promesa que te hice, varias morir con tus propios ojos a tu hijo, pues bien ha llegado el momento de cumplir mi promesa querida
Marysol saco su arma y apunto a la cabeza de mi hijo, mi vida se me iba
- No no por favor, por favor Marysol, mi hijo no
- eso, ruegame
- Marysol por favor deja ir a mi hijo, matame a mi pero deja a mi hijo
- No se, no me convencen tus ruegos, arrodillate he intentalo de nuevo
Sin dudarlo me arrodille y suplique por la vida de mi hijo
- Oye Mateo no quieres despedirte de tu mami
- Mami
- Carolina, espero te arrepientas de haberte metido con mi marido
- Marysol detente
- Thiago mi vida que bueno que te unes a la despedida, veo que el idiota de Doménico no pudo contigo, por cierto mi mas sentido pesame, supe de la muerte de tu hermano (risa)
- Maldita loca...Marysol terminemos con esto, que quieres para dejarnos en paz
- Quiero verte miserable asi como yo fui miserable todos los malditos años que estuve contigo
Un hombre de Domenico ataco a Thiago yo tome mi arma y me lance en contra de Marysol.
- Suelta a mi hijo perra loca
- Sueltame
Le arrebate a mi hijo y corri con el en brazos, Marysol me tomo del pie y cai
- Mateo hico corre corre
Mateo lloraba y lo vi correr
Comencé a luchar contra Marysol, ella tenia el arma y yo forcejeaba con ella, logre quitarmela y empujarla, se golpeo la cabeza y yo aproveche corri hacia Mateo, Thiago le disparaba al hombre de Doménico y el corrio alcanzando a Mateo lo tomo en sus brazo
- ¡Maldita! Carolina detente ahi
Yo estaba entre mi hijo, Thiago y Marysol ella apuntaba a ellos
- Si yo no soy feliz ustedes tampoco lo seran
Fueron sus palabras yo corri hacia Thiago y Mateo, un disparo se escucho, me detuve en seco un silencio ensordecedor me envolvió vi caer a Thiago con mi hijo en brazos.
- No...no...no...no
- Ups ahora mate a tu hijo y marido
No llegue donde ellos estaban, me volte a Marysol una gran furia invadio todo mi ser y corri hacia ella
- Maldita maldita
Eran mis palabras la golpe, tomando la de la cabeza y la estrellaba contra el piso y ella solo se reia
- Los mate, los mate , los mate
Eran las palabras que salian de su bota
La golpe tanto que estaba totalmente ensangrentada, me puse de pie y fui por mi arma, la cargue y fui donde Marysol, ella como loca seguia riendose.
- Dispara de una vez maldita ya te quite todo lo que era mio ya pudo irme
- En otro tiempo te dejaria con vida pero no sera esta vez
La cara de Marysol cambio, ella creia que no la mataria, pero se equivocó
- No, no caro espera...
No termino la frase ya que le dispare directo en la cabeza y vacie mi arma en ella, le dispare y le dispare hasta que no salio una bala mas.
Mi piernas perdieron fuerza y comence a gritar y llorar, la muerte de Marysol no me devolveria a quienes me habia quitado.
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Ella
ChickLit"Si estás mintiendo, sé breve" Fueron las palabras que escuche salir de la oficina de mi actual jefe, Thiago Schwarz, el hombre que hacia que con solo escuchar su nombre, piernas temblaran; excepto las mías.
